mayo 19, 2012

LAS CARTOGRAFÍAS MÁS ANTIGUAS..

Representar y medir el mundo que nos rodea ha sido desde siempre una tarea estrechamente ligada a la evolución de los hombres, en su afán de entender el lugar en el que habitan, su entorno y los lugares más alejados. Primero hubo que descifrar el terreno y sus accidentes; más tarde medir las distancias hasta los pueblos cercanos para desarrollar el comercio; después se empezó a viajar y a conocer lo que había incluso más allá de la imaginación.El mapa más antiguo que se ha encontrado hasta la fecha es una placa de barro cocido procedente de Ga Sur, en Mesopotamia; se cree que fue realizado hacia el año 2500 a.C. Representa la zona septentrional de Mesopotamia, cruzada por el río Éufrates, al cual escoltan hasta su desembocadura dos cadenas montañosas.También se han encontrado otros mapas posteriores con representaciones del mundo según la concepción babilónica. Para los babilonios, la tierra aparecía representada como una superficie plana cruzada por dos líneas verticales, que representaban los ríos Tigris y Éufrates.Para los babilonios la tierra era la parte habitable del planeta y aparece representada en este mapa como una superficie plana y redonda cruzada por dos líneas verticales, que representan los ríos Tigres y Eufrates. En el interior de este disco se dibujan y nombran las regiones de la tierra y se especifican datos concretos, como medidas y distancias. Se nombran también algunas ciudades y el río Eufrates.Un poco por encima del centro está Babilonia, su nombre aparece escrito y enmarcado. Las otras ciudades están representadas con un círculo que a veces contiene el nombre y otras solamente un punto.La tierra habitable está rodeada por un océano en forma de anillo llamado Río Amargo. Más allá de este círculo, se resumen las regiones que quedan en la periferia del planeta; las anotaciones se refieren a una zona en la que “no se ve el sol” poblada por animales legendarios y demoníacos.El primer mapamundi griego del que se tienen referencias. Hablan de él y lo describen Heródoto y Estrabón. Lo dibujó Anaximandro (ca. 611-545 a.C.) y sabemos que el mapa abarcaba todo el ámbito de la tierra habitable con todos los mares y ríos conocidos. La tierra, según la representó Anaximandro, era un cilindro oblongo, dos veces más ancho (de Este a Oeste) que alto (de norte a sur). Se distribuía alrededor del mar Mediterráneo y estaba a su vez rodeada por un río-océano. Esta tierra cilíndrica y oblonga estaba habitada únicamente en su disco superior -al que los griegos llamaban ecúmenos, diferenciando la tierra habitada y habitable de la tierra-planeta-, y permanecía libremente suspendida en el centro de una esfera completa que era el cielo. No se caía, porque al ser equidistante de todo, no podía caer hacia ningún lado.Poco antes de que Dicearco dibujara su mapa, un intrépido viajero griego-marsellés de nombre Pitias, regresaba de una expedición que le había conducido hasta los confines del mundo en su afán por determinar las latitudes más remotas. Dejó constancia de que en su periplo hacia el oeste había visitado las Islas Británicas y las Casitérides, y dirigiéndose después hacia el norte, había conocido diversos territorios e islas, entre ellos el reino de Thule -pudiera ser Islandia-, las costas noruegas y las islas Feroes. Explicó que en aquellas latitudes ‘el agua, la tierra, el aire y el fuego pierden su naturaleza individual y se entremezclan y confunden’; tal debió ser la impresión producida en aquel hombre meridional por la brumosa atmósfera, las tormentas y los géiseres de las zonas septentrionales. Estos territorios los refleja Dicearco en su mapa. En adelante se convertirán en tierras míticas y la mención a Thule será habitual en la cartografía hasta bien avanzada la edad media.Cabe también destacar el descubrimiento en el norte de Italia de una roca plana de alrededor de 4 metros de largo con un mapa grabado. En él se pueden ver líneas que representan los arroyos, canales de irrigación y caminos; círculos que representan pozos de agua y rectángulos con una malla de puntos, que representan campos de cultivo. Se trata del relieve catastral de Bedolia, considerado de los años 1.600 – 1400 a.C.En Egipto, los trabajos catastrales tuvieron gran importancia, ya que al tratarse de un territorio que se inundaba todos los años, las aguas del Nilo borraban los límites de las propiedades y era preciso tenerlos bien delimitados. Se han hallado varios planos, en su mayoría de tipo catastral y topográfico, de zonas de pequeña de extensión.En la civilización egipcia encontramos a los llamados “estiradores de cuerda”, cuya referencia directa más antigua se debe a Herodoto, quien menciona que en Egipto trabajaban unos técnicos que utilizaban cuerdas de longitudes conocidas con las que se encargaban de replantear los límites de las propiedades después de las crecidas del Nilo, asignando a cada agricultor el área que le correspondía, tal como había sido medida previamente a la crecida, lo cual permitía mantener el correcto funcionamiento de la agricultura.En Egipto también encontramos las primeras aproximaciones al valor de π y el llamado triángulo sagrado egipcio o triángulo egipcio (3,4,5) , un triángulo rectángulo cuyo lados tienen las longitudes 3, 4 y 5, o cuyas medidas guardan estas proporciones. Es el triángulo rectángulo más fácil de construir y, posiblemente, se utilizó para obtener ángulos rectos en las construcciones arquitectónicas egipcios. También tenemos en esta civilización el origen de las unidades de medida antropométricas, como el “auna” o real codo egipcio, una de las primeras unidades de longitud conocida, que equivalía a unos 52 centímetros.De Egipto han perdurado también planos arquitectónicos de tumbas y jardines, mapas cosmológicos y algunos documentos cartográficos más, de los que cabe destacar el mapa de una mina de oro en Nubia, del período de los Ramsés.

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