julio 05, 2012

EL LIBRO PERDIDO DE ENKI....(1). ZECHARÍA SITCHIN.



A mediados del siglo XIX los arqueólogos descubrieron la antigua capital Asiria de Nínive (que hasta entonces sólo era conocida por el Antiguo Testamento) y hallaron en las ruinas del palacio de Assurbanipal una biblioteca con los restos de alrededor de 25,000 tablillas de arcilla. Algunas hablan de asuntos cotidianos, aspectos laborales o comerciales, otras conforman los Anales Reales; otras son literatura sagrada o textos canónicos escritos en sumerio y traducidos después al acadio (primera lengua semita) y posteriormente a otras lenguas.
El libro perdido de Enki, es la traducción literal del contenido de catorce tablillas sumerias que formaban un conjunto de libros y fueron titulados así por Zecharia Sitchin. El conocimiento de Sitchin en cuanto a idiomas le permitió traducir el contenido de textos de 6000 años de antigüedad y llegar a la conclusión de que los pasajes conocidos del Génesis del Antiguo Testamento, como muchos otros momentos de la Biblia, son en realidad pasajes recogidos de los textos sumerios, su fuente original.
Estos textos contenían sucesos y crónicas de eventos muy anteriores protagonizados por seres inteligentes, considerados por los sumerios como dioses, llegados de otro planeta. (Ver el artículo El hombre: Origen extraterrestre)
Algunas tablillas describen la creación de la Tierra. Otro de los hallazgos fueron unos prismas de arcilla, que se conservan hoy en el Museo Ashmolean de Oxford. Estos prismas contienen la lista de die
z soberanos antideluvianos, periodo que abarca 432,000 años de reinado (lo cual nos da una media de 43,200 años de reinado por cada rey).
El ejemplar mejor conservado de la Lista de Reyes Sumerios es el llamado Prisma de Weld-Blundell.
“Tras descender el reinado del cielo, Eridú se convirtió en la sede del Reino”
“Después de que las aguas cubrieran la tierra y que la realeza volviera a bajar del cielo, la realeza se asentó en Kis.
La primera ciudad que se fundó fue Eridú.
Una maravilla de la arquitectura en aquellos días, el E.EN.GUR.RA (“Casa del señor cuyo retorno es triunfante”), adornado con oro, plata y metales preciosos y protegido por el “Toro del Cielo”.
Uno de esos libros, explica la llegada a la Tierra de seres procedentes de Nibiru, hace algunos cientos de miles de años, con el objeto de buscar oro para restablecer la atmosfera de Nibiru, su planeta de origen, el cual completa un Shar (Una vuelta a nuestro Sol) cada 3600 años y el cual se acerca a nuestro sistema solar para completar cada órbita, provocando situaciones peligrosas y eventos geológicos y climáticos, tanto en la Tierra, como en Nibiru.
Los llegados, pertenecen a la casa real de Nibiru, son nobles, cuyas normas de sucesión y herencia, y las disputas por el mandato y el lugar en la jerarquía ocasionan conflictos violentos donde hay asesinatos, destierros, castigos, diferencias de opinión y algunos conflictos bélicos en la Tierra con armas nucleares incluidas.
Estos seres provenientes de Nibiru, tuvieron la ocasión de conquistar un planeta aparentemente no habitado hasta entonces por vida inteligente, debían seguir proveyendo el oro necesario para la supervivencia de su planeta de origen y no son representados como malos ni buenos.
Son capaces de una entrega extraordinaria, de hazañas increíbles, de las cuales una es la creación de seres inteligentes, concebidos como “ayudantes” en la dura tarea de extraer el tan ansiado oro. También son conocedores de la envidia, la codicia, la ambición, la insatisfacción, la venganza, el odio y otros sentimientos que provocan divisiones entre dos clanes durante cientos de miles de años, el encabezado por Enki y el liderado por Enlil, su hermanastro.....

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