julio 19, 2012

Crónicas de Mohenjo-Daro


Algunos teóricos creen que en esta ciudad tuvo lugar una explosión nuclear. Veamos quiénes defienden esta idea y en qué se basan:

El físico nuclear y criptozoólogo
Franklin Ruehl declara:


Se hallaron esqueletos en posiciones que sugerían una muerte súbita, algunos de estos fueron analizados por científicos soviéticos, descubriendo que tenían 50 veces la radioactividad normal. Encontraron alfarería fundida, las paredes se calentaron tanto que se convirtieron en vidrio, como si algún arma nuclear hubiese causado tal fenómeno.

El investigador británico David Davenport, de quien no hemos encontrado mayor información en la red, quien parece ser pasó 12 años estudiando las antiguas escrituras hindúes y la ciudad de Mohenjo-Daro, declara:



En un epicentro de 50 yardas de ancho, todo fue cristalizado, fundido o derretido. A sesenta yardas del centro, los ladrillos fueron fundidos de un lado, indicando una explosión. 

También comenta que la descripción de lo sucedido en Mohenjo-Daro es descrito en el antiguo texto hindúMahabharata. Este desastre desembocaría en el "Kali Yuga" o "Edad Sombría", una especie de fin del mundo, un auténcico apocalipsis que cambió la historia de la antigua India.


Cree que el fin de esta ciudad está vinculado a una guerra entre los "arios" y los "mongoles". Los primeros controlaban regiones donde alienígenas espaciales minaban y hacían acopio de otros recursos naturales. Los alieniégenas hubiesen estado de acuerdo en destruir Mohenjo-Daro en nombre de los arios a cambio de que les permitiese continuar con su búsqueda e investigación.

Kisari Mohan Ganguli fue un traductor indio, quien tradujo por primera vez el Mahabharata al inglés en su totalidad. Habla de que los textos antiguos de la India describen numerosos holocaustos nucleares de grandes proporciones. Cabe decir que este hombre falleció varias décadas antes de las bombas lanzadas en Iroshima y Nagasaki. Circula por la red lo que se cree que es un extracto de la traducción de Ganguli, donde se describe lo que sí podría ser un desastre nuclear, aunque no hemos encontrado ninguna anotación que sitúe en qué parte del Mahabharata se encuentra:

Una columna de humo incandescente de llama tan brillante como miles de soles en todo su esplendor, una explosión perpendicular generando una enorme columna de humo que generaba círculos concétricos de ondas que se extendían como parasoles gigantes.

Era una explosión desconocida, como una gigantesca expansión de muerte que reduho a cenizas la raza entera de los vrishnis y los andhakas. Tras unas horas la comida y los alimentos devastaron a aquellos que sobrevivieron a la explosión y los soldados intentaban lavar en vano su equipamiento y vestidos.


Otro extracto que es atribuido a la traducción de Ganguli es:



El agua hirvió, miles de caballos fueron carbonizados, los cadáveres de los caídos fueron mutilados por el terrible calor, tanto que ya no parecían seres humanos, y después, un gran silencio se apoderó de toda la Tierra. Fue algo terrible de contemplar, nunca antes vimos un arma tan devastadora. Las personas empezaron a sufrir llagas en la piel, su cabello comenzó a caer al igual que sus uñas... 


Los textos encontrados en esta ciudad, son de muy difícil descifrado y apenas se ha avanzado en su comprensión, pues no se corresponde con ninguna otra escritura de las mismas características (ideográfica y silábica), a excepción de una sola: la de las tablillas rongo-rongo de la Isla de Pascua. Situada a miles y miles de kilómetros en originadas en momentos históricos muy distintas.
Se cree que Julios Robert Oppenheimer, el físico estadounidense director científico del proyecto Manhattan, declaró quela civilización del Indo fue destruida por el impacto de una bomba atómica. En una conferencia en la década de 1950, parece ser expresó que la bomba atómica Trinity de prueba explosionada en Alamogordo, Nuevo México, fue la primera explosión atómica ocurrida en los tiempos modernos, pero que la anterior aconteció hace miles de años, en el Valle del Indo.


Es curioso que los textos sagrados como el Mahabhaharata o el Ramayana hablen repetidamente de los Vimanas o Pushpakanaves voladoras de las más variadas formas, colores y tamaños. Muchos especialistas, como el ingeniero espacial italiano Antonio Castellani, admiten la seria posibilidad de que este desastre tenga un origen artificial.Según los antiguos textos hindúes, después de la masacre en Mohenjo-Daro, un aterrador monstruo volador surgió de un feroz infierno y apareció en el cielo, llamado Garudá, una enorme criatura similar a un ave, con rostro, alas y zarpas rojas, no constituido de plumas sino de metal, tan enorme que taparía el sol. Según la mitología hindú, nació de un extraño evento cósmico, una guerra y destrucción que sucede al final de cada era. Hablan de que servía como vehículo de transporte de los dioses, que podía viajar a la Luna y la Tierra a muy alta velocidad, también comenta que comía serpientes y era capaz de hacer impactar rayos que caían del cielo. También existe registro de esta "criatura" en culturas antiguas de Tailandia, Japón, Malasia, Indonesia como de igual modo en el budismo.







TEORÍA A: INVASIÓN ARIA







Aún así la desaparición de la civilización de Mohenjo-Daro se cree que puede deberse a una guerra contra 
los arios, por ello hay quien otorgan esta ofensiva a este pueblo
¿Son los indicios encontrados en Mohenjo-Daro evidencias del resultado de algún tipo de ofensiva nuclear?  ¿Realmente especialistas como Robert Oppenheimer están convencidos de sus deducciones? ¿Las escrituras antiguas pueden servirnos para darle solidez a estas teorías, o únicamente se tratan de historias inventadas sin ningún tipo de origen histórico?



----------------POR REVISAR--------------------

El misterio de Mohenjo-Daro

Mohenjo-Daro significa “El monticulo de los muertos”. Es una de las ciudades antiguas más enigmáticas para la comunidad arqueológica. Se encuentra emplazada en las proximidades del río Indo en Pakistán.
Junto a otra de las ciudades de la región denominada Harappa, constituyen las dos ciudades más importantes de ésta antigua civilización del Valle del Indo durante el período comprendido entre el año 2.350 al 1.750 a.C.
Mohenjo-Daro, fue descubierta por el arqueólogo británico John Hubert Marshall en el año 1920 y posteriormente declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1980. La ausencia total de templos y palacios, o incluso algún tipo de simbología que pueda asociarse a este tipo de instituciones comunes a todas las civilizaciones conocidas es una de las primeras cuetiones que asombran de éste enigmático lugar. Los edificios que se mantienen en pié, siguen un patrón uniforme, destacando su construcción en una o dos plantas en ladrillos de adobe con ausencia de adornos y ventanas. Y todo ello, dentro una planificación urbanística muy por encima a la de cualquier otra antigua civilización e incluso de las más recientes, con amplias avenidas y calles rectas, muchas de ellas perfectamente pavimentadas, con edificaciones rectangulares dotadas todas ellas de una red de drenajes, canales, tuberías y alcantarillado, que incluía arquetas de inspección de éste último.
Para comprender mejor la magnitud de su arquitectura, es suficiente conocer que ninguna ciudad del Antiguo Oriente tuvo instalaciones higiénicas de ninguna clase comparables a las que podemos localizar en éstos poblados del antiguo Valle del Indo.
Marshall y los que continuaron con las excavaciones de aquel lugar durante el pasado siglo XX no dejaron de maravillarse y sorprenderse a medida que profundizaban los niveles o estratos de construcción de la ciudad. Mientras más profundo más elementos de desarrollo tanto artístico y técnico eran encontrados, a diferencia de las capas superiores, dando la extraña sensación de que los habitantes del aquel misterioso lugar habían involucionado técnica y culturalmente.
Del mismo modo que la cultura sumeria, también perteneciente al Valle del Indo que pareciera haber aparecido de repente, sin haber dejado huellas de una evolución anterior a la aparición de Harappa y Mohenjo-Daro. Pero si la aparición de tan sorprendente civilización sigue siendo un auténtico misterio, no lo es menos el de su desaparición, atribuida inicialmente a la presencia de pueblos invasores de origen indoeuropeo.
En la actualidad no existen explicaciones plaucibles de lo que ocurrió con los moradores de aquella civilización. Los textos encontrados distan de ser descifrados por especialistas en el tema y es muy poco lo que se ha avanzado en su comprensión. Aparentemente es de tipo ideográfica y silábica, pero no se corresponde con ninguna otra escritura de las mismas características exceptuando una sola, la que aparece en las tabillas rongo-rongo de la Isla de Pascua, distanciada tanto por miles de kilómetros geográficamente como por miles de años en la historia.
Esta curiosa e increíble similitud ha sido achacada por los paleógrafos a una simple casualidad.

Una guerra nuclear de 5000 años de antiguedad

De acuerdo con el Mahabharata, un texto sagrado hindú, hace más de 5000 años se habría producido una explosión nuclear
Para profundizar en la civilización del Valle del Indo, hay que recurrir a antiguos textos védicos; Un conjunto de escritos tradicionales en lenguaje sánscrito y supuestamente legados en algunos casos por los dioses, para poder encontrar referencias que traten de aclarar los numerosos interrogantes que se ciernen sobre Mohenjo-Daro y el resto de poblaciones del Valle. En uno de estos textos, el Mahabharata, un extensísimo poema épico de casi 215.000 versos aparece la ciudad de Mohenjo-Daro envuelta en una gran guerra, donde tanto hombres como dioses se vieron involucrados, y que relega a épocas aún más remotas los orígenes de la ciudad, pues los sucesos descritos en el Mahabharata se sitúan hacia el año 3.103 a.C. y que desembocaron en el “Kali Yuga” o “Edad Sombría”, una especie del fin del mundo antiguo conocido, una auténtica Apocalipsis que cambió la historia de la antigua India.
Incluso existen referencias a batallas aéreas y armas de destrucción masiva, increiblemente impensadas en aquella época remota.
En el Mahabharata o “guerra de los bharatas”, se describen las luchas de dos familias o clanes reales, los Pandavas y los Koravas, ambas antepasados comunes del mítico Rey Bharata. Algunas de las traducciones llevadas a cabo en los siglos XIX y XX sobre los más de doscientos mil versos que componen la antigua epopeya, han resultado enormemente polémicos, negándose incluso la propia existencia de algunos de estos mismos versos como originales, o descalificando los conocimientos de sánscrito de algunos de los eruditos que los transcribieron. Recién finalizada la I Guerra Mundial, muchos antiguos manuscritos se pusieron de moda, destacando entre ellos el Mahabharata, pues algunas de las traducciones parecían reflejar una enorme semejanza a los desgraciados momentos vividos en la contienda mundial, donde armas enormemente poderosas eran capaces de aniquilar a los hombres hasta un punto jamás visto hasta el momento.
Pero el sumum llegó al concluir la II Guerra Mundial, con la utilización de la bomba atómica, la más poderosa de las armas nunca creada por la mano del hombre… Aunque ¿En la actualidad?
Antes de que el hombre moderno conociera los efectos devastadores de la Bomba Atómica estos poemas podrían haber pasado por desapercibidos, sin embargo, cualquiera que los lee en la actualidad no puede evitar sorprenderse:
“…Un solo proyectil, cargado con toda la potencia del universo. Una columna incandescente de humo y llamas, tan brillante como diez mil soles, se alzó en todo su esplendor…
…Era un arma desconocida, un rayo de hierro, un gigantesco mensajero de la muerte que redujo a cenizas las razas de los Vrishnis y Andakas, los enemigos contra quienes se utilizó. Los cadáveres estaban tan quemados que resultaban irreconocibles. Sus cabellos y uñas desaparecieron; jarros y objetos de greda quedaron destrozados, sin motivo aparente, y los pájaros se volvieron blancos. Al cabo de pocas horas, todos los comestibles estaban infectados. Los soldados se lanzaron a los arroyos y trataron de lavar sus cuerpos y todo su equipo…
Uno de estos más que polémicos textos, describe a la perfección la utilización de armamento nuclear 5.000 años antes de que los americanos los utilizasen sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Del mismo modo, existen gran cantidad de textos que describen con todo tipo de detalles la existencia de naves voladoras (vimanas) y de cohetes o misiles capaces de alcanzar largas distancias con sus mortíferas cargas. Tal vez el texto anteriormente referido del Mahabharata no sea original o su traducción no haya sido la más correcta, pero hay otras muchas clases de detalles que señalan a un abrupto final de los antiguos habitantes de Mohenjo-Daro.
Se da una gran contradicción a la hora de evaluar los motivos y causas que pudieron propiciar la repentina desaparición de los mapas de Mohenjo-Daro, pues si bien por un lado se ha especulado con la posible matanza de sus pobladores a manos de hordas invasoras tras una cruenta lucha, solo se han encontrado por parte de los arqueólogos durante sus trabajos de campo, poco más de treinta esqueletos diseminados por las calles. ¿Dónde estaban pues el resto de los habitantes? ¿De dónde viene entonces el nombre de “el montí*** de los muertos”? ¿Habían desaparecido o sido evacuados antes de la batalla? También existe una hipótesis muy aceptada por la comunidad arqueológica por la que la ciudad pudo haber sido abandonada por un cambio repentino en el curso del Río Indo sobre el año 1.700 a.C., pero no explica algunos detalles muy incómodos para los que hasta el momento no se han encontrado respuestas determinantes.
A pesar de ser muy pocos los esqueletos encontrados, todo parece indicar que la muerte les vino muy deprisa, en plena huída. Hasta tres miembros de la misma familia, entre los que se incluye un menor, aparecieron boca abajo cogidos de la mano, otros parecen haber sido también sorprendidos en plena calle no logrando haber encontrado refugio y observándose como parte de sus huesos se hubiesen consumido o volatizado muy rápidamente, yaciendo desde entonces de forma aislada o en pequeños grupos. Y por si fuera poco, al igual que en Harappa, todos estos restos humanos encontrados en las calles de Mohenjo-Daro presentan una circunstancia excepcionalmente extraña: un alto nivel de radioactividad.
Existe una especie de foco ó “epicentro” de unos poco más de 45 metros de diámetro en el centro de la ciudad, donde el terreno se encuentra cristalizado, encontrándose los bloques de piedra más próximos derretidos o fundidos. En las edificaciones próximas se puede observar como los ladrillos de las paredes expuestos al exterior y en dirección al supuesto “epicentro” se encuentran del mismo modo, también fundidos o derretidos, una circunstancia que solo se podría haber logrado exponiéndolos a temperaturas superiores a los 1.500º centígrados. Con los mismos síntomas de destrucción se han encontrado toda clase de objetos de alfarería, cerámica, joyería, etc, y las señales de explosiones e incendios se encuentran por doquier.
¿Qué clase de armas pueden provocar tales efectos tanto en las personas como en los edificios circundantes? ¿Acaso una explosión nuclear?
Dado lo increíble de semejante hipótesis, lamentablemente, no existe por el momento ningún estudio medianamente serio, achacándose inicialmente la presencia de radioactividad a las propias características geológicas del terreno donde se encuentran emplazadas las ruinas de Mohenjo-Daro. De igual manera, la presencia de objetos o superficies vitrificadas y materiales derretidos o fundidos, se ha asociado a fuerzas de la naturaleza ya observados en otras latitudes como Escocia, Australia o Egipto, producto todos ellos de rayos y arcos eléctricos de gran intensidad. Nadie, repetimos, ha intentado hacer los trabajos necesarios para clarificar la verdadera naturaleza de las cicatrices que, tanto en los seres humanos como en las edificaciones quedaron plasmados durante largos siglos, desde una perspectiva que incluyese la posible utilización de energía nuclear. El solo planteamiento de ésta última hipótesis supondría de inmediato el total desprestigio para cualquier investigador, universidad u organización, pues implicaría el conocimiento de los secretos del átomo por los hombres que habitaron el Valle del Indo hace más de 5.000 años.

El cráter del Lago Lonar

No son solo Harappa o Mohenjo-Daro quienes apuntan en la dirección de tan extravagante hipótesis como plausible, ni tan siquiera los míticos relatos descritos en el Mahabharata u otros textos védicos. Son varios los puntos geográficos donde han sido detectadas las “huellas” de posibles deflagraciones nucleares en la India. Al menos existen tres puntos en el área comprendida entre las montañas de Rajmahal y el Río Ganges que presentan grandes capas de cenizas y una presencia de radiación superior a la media habitual. Lo mismo ocurre en el estado de Rajasthan, donde un área de cinco kilómetros cuadrados aparece cubierta de cenizas radioactivas a poco menos de 15 kilómetros al Oeste de la ciudad de Jodhpur, y que según siempre los lugareños, es la causante del gran número de casos de cáncer y malformaciones congénitas detectados en sus inmediaciones. Incluso se ha asociado en numerosas ocasiones al cráter del Lago Lonar, en las proximidades de Deccan, como los restos de una gigantesca explosión nuclear. El cráter se encuentra sobre una meseta de roca basáltica, lo cual le hace ser prácticamente único en el mundo, pudiéndose apreciar áreas de roca completamente vitrificada. Alcanza poco más de los dos kilómetros de diámetro y los ciento cincuenta metros de profundidad, habiendo sido siempre considerado como de origen volcánico por parte de los geólogos, aunque se abandonó tal idea para ser sustituida por la de un meteorito, aunque jamás se ha encontrado ningún rastro de material meteórico.
Otra curiosa señal de una hipotética antigua guerra nuclear en la India, es la presencia de un gigantesco cráter cerca de Bombay. Su diámetro alcanza casi los 2.154 metros. El cráter del Lago Lonar, ubicado a 400 kilómetros al noreste de Bombay, se le estima una antigüedad que rondaría los 50.000 años. No hay ningún rastro de material meteórico, etc, ni en el lugar del posible impacto ni en sus cercanías. Hasta la fecha, el cráter del Lago Lonar, en Deccan, India, es el único cráter de impacto de meteorito totalmente confirmado que está ubicado sobre una meseta de roca basáltica.paschaovum.blogspot.

No hay comentarios:

Entradas populares