septiembre 20, 2012

GÉNESIS DE LOS REYES DEL GRIAL....(1)



Mientras que la investigación para el antecesor de este libro, La Herencia del Santo Grial, se basó en el Nuevo Testamento, El Génesis de los Reyes del Grialse concentra en los tiempos del Antiguo Testamento, especialmente, en los primeros relatos de los libros del Génesis y del Éxodo.


Como se ha descubierto en estudios previos, los textos del Evangelio que han sido de dominio público por siglos, a menudo guardan poca relación con las historias de primera mano de la era con la cual se relacionan. 

El Nuevo Testamento, como lo conocemos, fue compilado por los Obispos del siglo IV para sustentar la recién manipulada fe cristiana y, en la misma manera, las escrituras del Antiguo Testamento se diseñaron para apoyar la fe hebrea emergente, en lugar de representar el hecho histórico. 

Claramente, uno tiene que volver a las escrituras pre-bíblicas para encontrar cualquier anomalía, pero el problema en términos bíblicos es que las primeras escrituras hebreas (las cuales fueron re-estructuradas muchos siglos después) fueron escritas solo entre los siglos VI y I AC, así que no es probable que sean completamente auténticas al relatar historias de millares de años antes. Ciertamente, es obvio que este es el caso porque, cuando estos libros fueron escritos inicialmente, su propósito expreso fue transmitir la historia de una religión que no surgió realmente hasta bien entrada la historia ancestral. 

La Biblia explica que la historia del linaje de sangre comenzó con Adán y Eva, de cuyo tercer hijo, Seth, evolucionó una línea que progresó a través deMatusalénNoé y, eventualmente, Abraham, quien llegó a ser el gran patriarca de la nación hebrea. El texto relata que Abraham llevó a su familia hacia el oeste fuera de Mesopotamia (hoy en día Iraq) a la tierra de Canaán (Palestina), de donde algunos de sus descendientes se desplazaron a Egipto. Después de muchas generaciones, viajaron de regreso a Canaán donde, en su momento, David de Belén llegó a ser Rey de los reinos recién constituidos de Judea e Israel.

Si lo vemos como se presenta en las escrituras, esto es una saga fascinante, pero no hay por ningún lado nada que indique por qué la línea ancestral de David y sus herederos subsiguientes, era especial de alguna manera. De hecho, lo contrario es el caso; sus antepasados son presentados como una sucesión de buscadores errantes de territorio, que no se ha visto sean de importancia particular hasta los tiempos del mismo Rey David.

Su historia bíblica no aguanta una comparación con, digamos, los faraones contemporáneos del antiguo Egipto, pero de su importancia, se nos dice, viene del hecho que Abraham y sus descendientes, fueron designados como 'el pueblo elegido de Dios'. Esto, por supuesto, nos pone a dudar porque, según el Antiguo Testamento, su Dios solo los condujo por una cadena de hambrunas, guerras y dificultades generales, en lugar de actuar como su pastor misericordioso - una imagen que sólo es representada de vez en cuando.

Dado que el primer grupo de estos libros, posteriormente canónicos, se escribió mientras los judíos estaban en cautiverio en la Babilonia Mesopotámica del siglo VI AC, entonces es evidente que fue en Babilonia donde se guardaron los registros originales. De hecho, desde la época de Adán, digamos, a través de unas diecinueve generaciones hasta Abraham, toda la historia patriarcal hebrea fue mesopotámica. Más específicamente, la historia era de Sumeria, en la Mesopotamia meridional, donde los antiguos sumerios de hecho se refirieron a los prados del delta del Éufrates como el Edén.

Al investigar para el libro La Herencia del Santo Grial, se evidenció que constituían buenas fuentes de información de apoyo, los distintos Evangelios y textos que no fueron escogidos por los obispos para su inclusión en el Nuevo Testamento canónico - los libros que fueron estratégicamente ignorados. En forma similar, hubo libros que se excluyeron del Antiguo Testamento: los libros de Enoc y de los Jubileos, por ejemplo.

Un trabajo adicional, al cuál se le presta atención, específicamente en los libros del Antiguo Testamento de Joshua y 2-Samuel, es el libro de Jasher. Pero a pesar de la importancia aparente de Jasher para los escritores hebreos, no se incluyó en la selección final. También, el libro de los Números guía nuestra atención al libro de Las Guerras de Jehová, mientras que en el libro de Isaías, se nos lleva al libro del Señor. El mismo hecho que estas escrituras sean mencionadas en la Biblia, significa que deben ser anteriores al Antiguo Testamento. De hecho, todos son citados como importantes pero, por una razón u otra, los redactores vieron la oportunidad para excluirlos cuando se hizo la selección canónica.

A menudo nos hemos preguntado por qué el Dios bíblico de los hebreos los condujo por pruebas, tribulaciones, inundaciones y desastres cuando, de vez en cuando, él parece haber actuado con una personalidad bastante opuesta y misericordiosa. La respuesta es que, aunque aparentemente ahora es acogido en un contexto general como Dios Único por las iglesias judías y cristianas, hubo originalmente una diferencia clara entre las figuras de Jehová y El Señor. Ellos eran, en la práctica, deidades bastante diferenciadas. El dios al que llamaban Jehováera tradicionalmente un Dios tempestuoso - un Dios de la ira y la venganza, mientras que el Dios al que se refirieron como El Señor, surge como un Dios de la fecundidad y la sabiduría.

En tiempos antiguos, la palabra hebrea prevaleciente para Señor era Adón, mientras que el aparente nombre personal de Jehová no se utilizó en absoluto. Venía de la raíz hebrea original YHWH (Yahweh), que significaba 'soy lo que soy' - una declaración que se le atribuye haber dicho Dios a Moisés en el monte Sinaí, centenares de años después de la época de Abraham. Sin embargo, la Biblia también aclara que el Dios de Abraham, fue llamado realmente El Shaddai, que significa Montaña Alta.

Jehová, por lo tanto, no era en absoluto un nombre. Los primeros textos se refieren simplemente a El Shaddai y a su contraparte Adón. Los cananeos llamaron a estos Dioses El Elyon y Baal, significando exactamente lo mismo: Montaña Alta y Señor. En las Biblia modernas, las definiciones Dios y el Señor son utilizadas y entremezcladas como si se refirieran al mismo personaje de Jehová, pero originalmente no era así. Uno era un dios vengativo (un aniquilador de personas), y el otro era un Dios social (un benefactor de personas). Adicionalmente, en contraste con las enseñanzas de la Biblia, varias tradiciones relatan que estos Dioses, ambos tenían padres, esposas, hijos e hijas.

A través de la era patriarcal, los hebreos emergentes intentaron apoyar a Adón el Señor pero, en cada giro, El Shaddai (El Dios tempestuoso Jehová) se vengaba con inundaciones, tempestades, hambrunas y destrucción general. Aún en los tiempos de cautiverio (alrededor del año 586 AC), la Biblia explica que Jerusalén fue derrocada por orden de Jehová. Entonces, decenas de millares de israelitas fueron tomados como rehenes en Babilonia, simplemente porque uno de sus reyes pasados (un descendiente del Rey David) había erigido altares en veneración de Baal el Adón.

Fue durante el transcurso de este cautiverio que los israelitas finalmente cedieron. Ellos decidieron, después de generaciones de apoyo de Adón , sucumbir al opuesto Dios de la ira, desarrollando una nueva religión sin temor de su retribución. Fue, de hecho, en este momento que el nombre aparente de Jehová apareció por primera vez - poco más de 500 años antes de la época de Jesús. A continuación, la Iglesia Cristiana también puso abordo a Jehová, llamándolo simplemente Dios, y todos los conceptos hasta ahora sociales de Adón, se desecharon totalmente. Las dos religiones fueron ambas de allí en adelante fe de temor, e incluso hoy en día sus seguidores se denominan como 'temerosos de Dios'.

Esto nos aporta el conocimiento de que, dentro de un panteón general de dioses y diosas (muchos de los cuales se mencionan realmente en la Biblia), había dos Dioses predominantes y opuestos. En culturas diferentes se les ha llamado El Elyon y Baal, El Shaddai y Adon, Ahriman y Mazda, Jehová y el Señor, Dios y el Padre - pero estos modismos no son nombres personales; todos ellos son definiciones titulares.

Para descubrir las identidades de estos Dioses, no debemos mirar más allá de donde originalmente se les registró como operativos. Al respecto, textos antiguos cananeos (descubiertos en Siria en 1.920) revelan que sus respectivas cortes estaban en el valle del Tigris y el Éufrates, en la Sumeria Mesopotámica – sobre el delta Edén del Golfo Pérsico.

Los registros escritos sumerios se pueden rastrear hasta el 3er milenio AC y en ellos se explica que los Dioses en cuestión eran hermanos. En Sumeria, el Dios tempestuoso quien eventualmente llegó a ser conocido como Jehová, se llamaba Enlil o Ilul-kur-gal (que significa el Alto de la Montaña) y su hermano, quien llegó a ser Adón el Señor, se llamaba Enki - un nombre muy apropiado porque Enki significa el Arquetipo.

Los textos nos informan que fue Enlil quien trajo el Diluvio; fue Enlil quien destruyó Ur y Babilonia, y fue Enlil quien se opuso constantemente a la educación y la iluminación de la humanidad. De hecho, un texto sirio original, relata que fue Enlil-Jehová quien arrasó las ciudades de Sodoma y Gomorra en el Mar Muerto - no porque fuesen guaridas de la maldad como se enseña generalmente, sino porque ellos eran grandes centros de sabiduría y aprendizaje.

Por otro lado, fue Enki, quien (a pesar de la ira vengativa de su hermano) otorgó a los sumerios acceso al Árbol del Conocimiento y al Árbol de la Vida. Fue Enki quien estableció la estrategia de escape durante el Diluvio, y fue Enki quien entregó las Tablas del Destino, honradas por todos los tiempos - las tablas de la ley científica que llegaron a ser los cimientos de las originales escuelas de misterios en Egipto.

Muchos libros mencionan la escuela hermética del Faraón Tutmosis III, quien reinó cerca del año 1.450 AC, pero generalmente no es sabido que la escuela que él heredó era la original Corte del Dragón, fundada por los sacerdotes de Mendes cerca del año 2.200 AC. Posteriormente, fue ratificado por la 12va dinastía de la Reina Sobeknefru como una Soberana Orden Sacerdotal, para ser llevada eventualmente desde Egipto a los Reyes de Jerusalén y los Príncipes del Mar Negro de Scythia. Hace alrededor de 600 años, el Rey Segismundo de Hungría reconstituyó la Orden, que existe hoy día como La Corte Imperial y Real de la Soberanía del Dragón, bajo los auspicios de la Casa de Vere de Anjou.

Los reyes de la primera sucesión (quienes reinaron en Sumeria y Egipto antes llegar a ser Reyes de Israel) al instalarse fueron ungidos con la grasa del Dragón: el cocodrilo sagrado. Esta noble bestia fue conocida en Egipto como el Messeh (del cual derivó el verbo hebreo "ungir") - y los Reyes de esta sucesión dinástica fueron conocidos como Dragones o Mesías (significando Los Ungidos). En tiempos del conflicto, cuando se unieron los ejércitos de los diferentes reinos, se escogió un líder general y fue llamado el Gran Dragón (el Rey de Reyes) o, como mejor conocemos el nombre en su antigua forma céltica, el Pendragón.

Un aspecto interesante de la palabra 'realeza' es que es idéntica a parentesco (N. Del T.: se refiere a las palabras en idioma inglés kingship y kinshiprespectivamente). En su forma original “kingship” era “kainship”, y el primer Rey de la sucesión Mesiánica era el Caín bíblico (Kain), la Cabeza de la Casa Sumeria de Kish. Al reconocer esto, uno puede ver inmediatamente una anomalía de origen en la historia tradicional del Génesis, pues la línea histórica hasta llegar a David y Jesús, no era en absoluto de Adán y el hijo de Eva Seth. Era del hijo de Eva, Caín, cuyos sucesores registrados (aunque se les da poco espacio en el Antiguo Testamento) fueron los primeros grandes reyes de Mesopotamia y Egipto.

Al leer la Biblia con este conocimiento en mente, entonces vienen a aparecer dos importantes características más. La enseñanza convencional cita generalmente a Caín como el primer hijo de Adán y Eva - pero no lo era; inclusive el libro del Génesis nos dice que no lo fue. De hecho, confirma cómo Eva le dijo a Adán que el padre de Caín era El Señor, quien era por supuesto Enki el Arquetipo. Aún fuera de la Biblia, en las escrituras del Talmud hebreo y el Midrash, queda bastante claro que Caín no era el hijo de Adán.

Así que, ¿qué más se nos ha enseñado equivocadamente acerca de este aspecto particular de la historia? El libro del Génesis (en su traducción inglesa) nos dice que Caín era 'un labrador del suelo' - pero esto no es en absoluto lo que los textos originales dicen. Lo que dicen es que Caín tuvo 'dominio sobre la tierra', que es un asunto bastante diferente cuando se considera su status de rey.

Los traductores de Biblia parecen haber tenido un problema constante con la palabra Tierra - a menudo traduciéndola como suelo, arcilla o polvo, en vez de reconocerla como relacionada con La Tierra. Aún en el caso de Adán y Eva, los traductores cometieron evidentes errores. La Biblia dice, 'Masculino y femenino los creó, y a él le llamó Adán'. Escrituras más antiguas utilizan la palabra más completa Adâma, que significa 'de la Tierra'. Sin embargo, esto no significaba que ellos estaban hechos de tierra; significa (como la Biblia Áncora hebrea explica en términos precisos) que ellos eran Terrícolas.

Hace alrededor de 6.000 años, Adán y Eva (conocidos entonces como Atâbba y Kâva - y llamados colectivamente el Adâma) fueron criados con propósitos de realeza por Enki y su esposa y hermana Nîn-khursag. Esto sucedió en una 'cámara de creación' la cual en los anales sumerios se le denomina la Casa de Shimtî (Shi-im-tî que significa 'aliento - viento - vida'). Adán y Eva ciertamente no eran las primeras personas en la Tierra, pero fueron los primeros de la sucesión real alquímicamente ideada. A Nîn-khursag se le llamó la Dama del Embrión, o la Dama de la Vida, y era la madre sustituta de Atâbba y Kâva, quienes fueron creados a partir de un óvulo humano fertilizado por el Señor Enki.

Fue a causa del título de Nîn-khursagla Dama de la Vida, que a Kâva posteriormente le fue dada la misma distinción por los hebreos. De hecho, el nombre Kâva (Ava o Eva) en forma subsiguiente significó "vida". Hay un interesante paralelo aquí porque, en sumerio, el modismo La Dama de la Vida era Nîn-tî (Nin significa Dama, y tî significa Vida). Sin embargo, otra palabra sumeria, ti (con pronunciación más larga: "tii") significa 'costilla' - y fue en virtud de la confusiónentre las dos palabras, tî ti, por parte de los hebreos, que Eva llegó a ser incorrectamente asociada con la costilla de Adán.

Tanto Enki como Nîn-khursag (junto con su hermano Enlil - el posterior Jehová) perteneció a un panteón de Dioses y diosas conocidos como los Anunnaki, lo cual, en sumerio, significa 'el Cielo vino a la Tierra' (An-unna-ki). De hecho, la Gran Asamblea de los Anunnaki (llamada luego la Corte de los Elohim) se menciona realmente en el Salmo No. 82 del Antiguo Testamento, en donde Jehová hace su ofrecimiento de poder supremo sobre los otros Dioses.

Según la tradición del Dragón, la importancia de Caín era que él fue producido directamente por Enki y Kâva, así que su sangre era tres cuartos Anunnaki, mientras que sus hermanastros, Hevel y Satânael (mejor conocidos como Abel y Seth), eran menos de la mitad Anunnaki, siendo la progenitura de Atâbba y Kâva (Adán y Eva). La sangre Anunnaki de Caín era tan avanzada, que se dijo que la sangre de Abel, su hermano, era muy terrestre en comparación. Se relató en las escrituras que Caín 'surgió muy por encima de Abel', para que la sangre de su hermano fuera tragada por la tierra - pero esta descripción original fue completamente mal interpretada por la Biblia moderna, la cual ahora afirma que Caín 'se alzó contra Abel' y derramó su sangre sobre la tierra. Esto, no es de ningún modo lo mismo.

La historia ahora puede proseguir, considerando el más antiguo Escudo de Armas en la historia soberana - un título que denotaría el linaje Mesiánico del Dragón a lo largo de los tiempos. Los sumerios se referían a esta insignia como el el Gra-Al, pero la historia bíblica se refieren a él como la Marca de Caín. Esta Marca es presentada por la Iglesia moderna como si fuera una forma de maldición, pero en la Biblia no se le define así. El Génesis realmente cuenta que, habiendo discutido con Jehová sobre un asunto de observancia soberana, Caín temió por su vida. Consecuentemente, el Señor puso una marca sobre Caín, jurando una venganza séptupla contra sus enemigos. 


Conferencia de Sir Laurence Gardner,
Titulo en ingles: Genesis Of The Grail Kings

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