octubre 04, 2012

GIGANTES EN LA ANTIGÜEDAD.....(3)








Que en el planeta habitaron gigantes lo demuestra el hallazgo de restos humanos de extraordinarias dimensiones en la India, Tíbet, China, Sudamérica, África ... algunos con una edad aproximada de 45.000 años. Y no solamente huesos, sino también espadas, hachas, lanzas y otros instrumentos como picos de tal envergadura que para poder usarlos habría que tener una estatura de, por lo menos, ¡tres metros! 
Pero veamos algunos ejemplos.
En una gruta de Atyueca, cerca de Mangliss (en la antigua Unión Soviética), se encontraron esqueletos de hombres que medían entre 2, 80 y 3 metros. Éstos presentaban seis dedos en sus extremidades. Otros hallazgos científicamente admitidos son el gigante de Java (en el sur de China) y el gigante de China meridional. El primero con una antigüedad de medio millón de años y el segundo también con seis dedos en sus extremidades.
En Chenini (Túnez) se encontraron restos de tumbas de gigantes con esqueletos que medían más de tres metros. Transval (en Sudáfrica) es otro ejemplo similar al anterior.
Un esqueleto de fósil humano de 5, 18 metros de alto fue desenterrado en 1956 en Gargayan (Filipinas)
En Norteamérica, en el condado de Bradford (Pennsylvania) en 1880 fueron encontrados, en un túmulo sepulcral, esqueletos humanos cuyos cráneos mostraban unos cuernos de cinco centímetros, encima de los arcos ciliares. La altura promedio de los esqueletos era de aproximadamente 2,13 metros. Su antigüedad se calculó en 800 años. Algunos de estos huesos serían enviados al American Investigating Museum de Filadelfia, de donde parece que desaparecieron. Continuando en EE.UU (Glen Rose, Texas), en el lecho del río Paluxy, se hizo un gran descubrimiento paleontológico. Se pusieron al descubierto huellas gigantes de pisadas de 54, 61 cm de largo por 13.97 cm de ancho, pertenecientes a un homínido. Los geólogos concluyeron que el lecho del río correspondía a terrenos del cretácico a fines de la era mesozoica (140 millones de años). Pero lo más curioso del caso es que junto a estas huellas de homínido se descubrieron en el mismo estrato ¡huellas de dinosaurio (brontosaurios)!
El antropólogo alemán Larsan Khol halló asimismo, en 1936, a orillas del lago Elgasi de África Central, huesos pertenecientes a individuos enormes. ¿Una comunidad de diferente etnia?
A 6 km. de Safita (Siria) los arqueólogos hallaron hachas de mano de 3,8 kg. En Ain Fritisa (Marruecos oriental) se descubrieron picos de 32x 22 cm y 4,2 kg. de peso y hachas de dos filos con 8 kg. Tales dimensiones requerían una buena envergadura para poder utilizar estos instrumentos eficazmente.
Más recientemente, y en Marruecos también, se han hallado en una cueva de la región de Nador, en el norte del país, restos de tres esqueletos de niños pertenecientes a una raza desconocida de gigantes. Se trata de una zona próxima a las míticas columnas de Hércules, considerada patria del bíblico gigante Goliat.
Ciudad megalítica de Lixus (antigua Libia) se encontraron restos humanos de esqueletos de Homo Sapiens, con edades comprendidas entre los 10 y 12 años y una antigüedad de 20.000 años. Los esqueletos miden aproximadamente 2,25 metros de altura.
Todos estos ejemplos son una pequeña muestra de los múltiples hallazgos que se suceden por todo el planeta y que no vamos a detallar para no caer en el aburrimiento, pero vamos a proseguir tan sólo un poco más en nuestro territorio.
Restos en España
En la península, y más concretamente en el norte del país, es donde mayor número de crónicas tradicionales se recogen.
Los gigantes atávicos, considerados paganos por la religión cristiana, lejos de desaparecer han pervivido en los cuentos populares y nos han sido presentados como pertenecientes a una raza gigantesca, y no como una singularidad. En Cataluña “els gegants ” continúan presentes en muchas fiestas y representaciones. Se han integrado en las fiestas populares hasta el punto de que todas las comarcas tienen los suyos y forman parte del patrimonio cultural e histórico.
Los cuentos populares locales ubican al gigante ligado a numerosos megalitos, menhires y dólmenes. Los monumentos megalíticos eran construidos (según el folklore) por seres gigantescos durante la noche. En Portugal, a los dólmenes se les llama todavía Antas (tumba del gigante o construcción del gigante), puede que en honor al gigante Anteo.
En euskera a los monumentos megalíticos se les denomina Mairuen baratza (huerta de los gigantes o huerta de los gentiles, nombre este último con el que se les conoce en el territorio vasco). Por lo tanto, que la tradición universal designe a los dólmenes como las tumbas de los gigantes podría suponer más de una leyenda, si nos atenemos a las evidencias arqueológicas.
En principio, un yacimiento controvertido en restos de estas características lo constituye el dolmen de Oren, en Prullans, la Cerdanya (Pirineos catalanes). En 1917, al parecer, se descubrieron, entre otras piezas, fémures de entre 70 y 92 cm de largo. Aunque existe bastante confusión sobre la veracidad del hallazgo, el investigador Fernando Ledesma en su libro La Cerdanya, esmeralda mágica del Pirineo asegura que se encontraron siete esqueletos de la especie humana en el dolmen I, de gran envergadura.
El escritor y periodista Miguel G. Aracil amplía que en realidad fueron nueve los esqueletos descubiertos de la época del Hombre de Cro.Magnon (cuando el hombre de este período no superaba, según lo establecido por la ciencia oficial, los 165 cm de altura). Estos restos fueron custodiados por la familia Casanovas en la Torre de Prullans, antigua casa palacio de los marqueses de Monistrol. Posteriormente, parte de estos restos se entregarían al Museo Arqueológico de Cataluña.
Lamentablemente aquí se pierde la pista de este material, pues el museo no reconoce haberlos visto nunca.
El caso es que arqueólogos y estudiosos han encontrado con relativa frecuencia huesos humanos de enormes proporciones en la Península Ibérica. En Garós (Pirineo de Lleida), al reconstruir el ábside de la iglesia, el párroco Mossèn Jaqquet encontró los restos de un gigante de tres metros de altura con un hierro clavado en el cráneo. En la reconstrucción de otra iglesia, en Urbasa (sistema montañoso entre Álva y Navarra) se encontraron restos humanos de tamaño ciclópeo.
También se han hallado esqueletos humanos de dimensiones gigantescas en Castilla; cerca de Medinaceli se encontró un cráneo y varios huesos; en León, en la iglesia visigótica de Marialba, esqueletos de tres metros de envergadura; y también en Cantabria, Girona (Besalú) .... Prácticamente casi todos los restos se encuentran en paradero desconocido en la actualidad, quizá dispersados entre unas pocas docenas de coleccionistas de recuerdos.
Pero la pregunta crucial es: ¿por qué ningún científico se entretiene en recoger y estudiar todos los datos, restos y pruebas disponibles?
Es evidente que se echaría por tierra muchas teorías científicas.
Las Islas
Comentario aparte merecen los hallazgos efectuados en los archipiélagos españoles. Las construcciones megalíticas salpican las islas Baleares dejando constancia de ¿una civilización de gigantes?
En Menorca, formando parte de la llamada cultura talayótica abundan las Taulas; formadas por una gran piedra vertical atravesada en su cúspide por una horizontal.
El conjunto parece una T gigantesca, como una mesa para gigantes. En la misma isla existen también otras construcciones de piedra, las Navetas, unos grandes túmulos con forma de navío invertido. Cuenta la leyenda que la Naveta des Tudons, una tumba colectiva de la época pretalayótica, fue levantada por un gigante que competía por el amor de una giganta.
Una de las constantes mitológicas menorquinas es la presencia de una raza de gigantes. Las tradiciones refieren que una tribu de estos seres habitó la isla. Luego, todos los monumentos prehistóricos han sido adjudicados a esta raza.
Evidentemente, todo esto no es más que una tradición, pero no deja de ser curioso que, en las postrimerías del siglo XVI, el padre Bautista Beninelis, historiador, hallara en una cueva de la cala San Vicente de Mallorca unos gigantescos huesos prehistóricos. En el conjunto megalítico del “rellotge” en CA NA costa (Formentera) en el interior de una tumba colectiva cuyo origen se remonta al 1900 a.c., se hallaron restos óseos que sobrepasaban los dos metros de altura.
Y llegamos al Atlántico y a nuestras maravillosas islas Canarias. También aquí existen supuestos restos relacionados con gigantes. Emiliano Bethencourt, descubridor de las famosas pirámides de Güímar, localizó un insólito enclave arqueológico que reavivaba el mito de los gigantes entre los guanches, antiguos habitantes de las islas: la llamada “medida de los gigantes”.
Situadas en el desierto de granadilla, dos enormes siluetas humanas esculpidas en roca viva reproducen, según explicaba la tradición oral, a un matrimonio de gigantes guanches. Las dimensiones del contorno eran de 2,94 m el varón y 2,67 la mujer. Asimismo fue descubierta en un antiguo cementerio guanche, cercano al desierto de granadilla, una muela de extraordinarias dimensiones.
En definitiva, otra prueba más que sumar a la larga lista de enclaves de restos osteológicos “humanos” que forman parte de nuestra historia oculta.


Silvia Velando

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