Con cientos de libros escritos sobre la vida y el mensaje de Jesucristo podemos afirmar una vez más que la Iglesia Católica nos ha ocultado la verdad. Si algo se puede deducir sobre este tema en el Nuevo Testamento, es que Jesús tuvo algunas hermanas y al menos cuatro hermanos de sangre: Santiago, José, Simón y Judas.
Sí, Jesucristo tuvo hermanos y hermanas.
En esta primera parte revisaremos los evangelios que mencionan a los “hermanos” de Jesús en el Nuevo Testamento, y en la segunda parte analizaremos otras fuentes.
El evangelio de Marcos, escrito alrededor del año 70 DC, es el evangelio más antiguo de los canónicos, y desde el inicio nos plantea el tema de los “hermanos” de Jesucristo. En el siguiente pasaje, Jesús se encuentra predicando rodeado de sus seguidores cuando alguien le avisa que su familia lo está buscando.
Marcos III, 33-35, Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan.» El les responde: «¿Quién es mi madre y mis hermanos?»Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.»Esta secuencia, que también aparece replicada con ligeras modificaciones en los evangelios más tardíos de Mateo (XII, 46-50) y Lucas (VIII, 19-21), solo tiene sentido si quienes buscan a Jesucristo son sus hermanos y hermanas de sangre. Si no fuera así, la afirmación final seria, “Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi primo, mi prima y mi madre”
En Marcos encontramos otro pasaje donde se menciona a los hermanos de Jesús.
Marcos VI, 3, ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?»
Este mismo pasaje se repite en el evangelio de Mateo.Mateo XIII, 55-56, ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros?
Aquí, aunque sutil, existe un detalle que apoya el parentesco sanguíneo. El autor del evangelio de Mateo dividió la primera pregunta del pasaje del evangelio de Marcos ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? en dos preguntas ¿No es éste el hijo del carpintero? y ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?
El autor del evangelio de Mateo quien nos ha dejado bien en claro capítulos más atrás que José no es el padre biológico de Jesús, establece una diferencia entre la familia legal y la familia bilógica de Jesús. En la primera pregunta ¿No es éste el hijo del carpintero? menciona a José, el padre putativo o legal de Jesús, y en la segunda ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? menciona a la madre biológica de Jesús. El autor decide poner a los hermanos junto con la madre biológica de Jesús. Si el autor no creyera que son sus “hermanos de sangre”, probablemente los hubiera puesto en la primera parte de la pregunta junto con José.
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