abril 25, 2013

MITO......O ....VERDAD


Todo el mundo ha concebido por ejemplo a Isis y Osiris como personajes únicamente mitológicos. Sin embargo el historiador Sincelo, por citar a uno cualquiera de ellos, basándose en las informaciones de Manetón, da fé de la existencia de este matrimonio de dioses, y establece que reinaron durante 433 años.

Si todos estos reyes hubieran sido figuras inventadas, probablemente no se hubieran hecho constar la duración de sus reinados en cifras tan exactas, sino que simplemente se habrían presentado esos períodos como espacios de tiempo indefinido. Llama la atención entonces por qué había tanta precisión en los cómputos de la duración de los reinados, como si hubieran sido acontecimientos completamente reales.

Gigantes e Híbridos 

En cuanto al aspecto físico de los seres referidos en las antiguas cronologías, según refieren los escritos, se sabe que los Semidioses, héroes, etc., descendientes de los dioses, eran físicamente mucho más altos, voluminosos y fuertes que los seres humanos. Por eso se les llamaba también a menudo como “Gigantes”. A este respecto se han encontrado multitud de momias y esqueletos de individuos, repartidos por toda la Tierra, que vivieron en la antigüedad, que superaban los 2 metros e incluso los 3 metros de altura. Generalmente solían tener el pelo rubio y ojos claros. Por ejemplo, a través de las distintas fuentes de Manetón se habla del Monarca Sesocris, de quien se dice que su estatura era de 5 codos y 3 palmos (unos 3 metros).

1.- Estatua femenina de diosa con cabeza de reptil, procedente de Ur. 
2.- Dios demonio con cabeza de chivo o carnero procedente del Valle de los Reyes. Egipto. (Museo Británico). 
3.- Un dios alado con cabeza de águila procedente del Templo de Ninurta.

Seres transformados como híbridos, mitad animales mitad humanos, imágenes representadas constantemente en la antigüedad, consideradas hoy en día como mitología. Pero una mitología que sin embargo para los antiguos era una religión muy real. Los dioses, seres reales que eran ángeles caídos o demonios, aquellos que se rebelaron en el Cielo, y que según la Biblia, descendieron a habitar en la Tierra, podían materializarse y desmaterializarse a voluntad, y adoptar cualquier aspecto físico, por ejemplo, un híbrido de animal con humano.... 

Otras fuentes

* Por su parte, Julio Africano vuelve a referirse a los dioses, los semidioses, héroes y “espíritus”. Detalla que después del Diluvio, la primera casa real egipcia tuvo 8 reyes, el primero de los cuales fue Menes de Tis, que reinó durante 62 años. Fue arrollado por un hipopótamo (Eusebio precisa que era un dios en forma de hipopótamo) y pereció.

* Otros escritos antiguos recogen fragmentos procedentes de Manetón, como las selecciones latinas de Bárbaro, un autor que se cree que dependió de Julio Africano, y que podría identificarse con el Monje Aniano. Presenta pequeñas diferencias cronológicas habituales, pero igualmente se explaya en desarrollar largas genealogías de dinastías divinas y semidivinas.

Y otro fragmento del sacerdote egipcio de Heliópolis se recoge en la Crónica de Malalas, en torno al 500 d. C., en el que se explica que “el primer Rey de Egipto pertenecía a la tribu de Cam, el hijo de Noé, llamado también Naracó, pero anteriormente a éste, existieron otros antiguos reinos de Egipto, ya señalados por el sapientísimo Manetón”.

* No podemos olvidar tampoco el importante testimonio de Diodoro de Sicilia, un famoso historiador griego del siglo I a. C., que empleó 30 años en escribir una Historia Universal, para lo cual visitó todos los lugares y monumentos que mencionó. En Egipto fue ilustrado por los sacerdotes y eruditos egipcios de aquella época, y no dudó en escribir que los primeros monarcas del país del Nilo reinaban desde hacía 23.000 años. Otra vez asomaban dioses y semidioses en la cronología de Egipto, en un tiempo en el que todavía no reinaban los seres humanos.

* Hay muchos otros testimonios extraordinarios de seres extraterrestres en la Tierra, como por ejemplo las figuras pintadas en Tassili, reproduciendo lo que parecen seres y naves de fuera de la Tierra, raptando a mujeres, y en otras actitudes. 

Pero además de estos valiosos escritos, existen otras fuentes, como por ejemplo las que recoge en su libro “En busca de la Edad de Oro” el investigador Javier Sierra, de la mano de Robert Bauval:

“Robert Bauval me remitió a otros documentos egipcios mucho más antiguos que los escritos de Manetón, para ayudarme a centrar el problema. Esos documentos son los ya célebres Textos de las Pirámides, hallados en monumentos de ese tipo de la V y VI dinastías, o en los menos conocidos Textos de la Construcción*, esculpidos a lo largo de los muros de los templos de Edfu y Dendera. En ellos, según Bauval, se encierra la pieza clave para entender quiénes fueron los verdaderos fundadores de Egipto”.

[* Textos de la Construcción: En el Templo de Edfu están grabados los Textos de la Construcción. En éstos se habla de unos constructores conocidos con el nombre de los Siete Sabios, procedentes de una isla arrasada por las aguas. Estos sabios fundaron una hermandad secreta (Shemsu-Hor), con el objetivo de preservar, generación tras generación, algunos de los conocimientos matemáticos y astronómicos más relevantes].

Por último, también tenemos La Biblia o Sagradas Escrituras como documento histórico que habla también de unos dioses que bajaron a la Tierra y de sus descendientes gigantes, llamados también "héroes de renombre". También la Biblia relata acerca de una longevidad primitiva, sobre todo en la época antediluviana. En su primer libro, Génesis, se revela por ejemplo que Noé vivió 950 años. Enós vivió 905 años. Cainán vivió 910 años. Mahalaleel vivió 895 años, y así un largo etcétera.

¿Años convertidos en Meses?

Algunos autores ortodoxos han intentado explicar por qué los historiadores egipcios y los documentos encontrados hablaban de unos reyes antiguos tan longevos y de la existencia de unos seres considerados como dioses y semidioses. Según esta visión, los años en realidad serían meses, y todo lo referido a los dioses debía considerarse como simple mitología. Esa sería la única manera en la que podría explicarse el enigma de las "Cronologías Imposibles". Pero este tipo de cómputo por meses no cuadra, porque entonces surgirían varios interrogantes:

1.- Si todos los historiadores y documentos antiguos, (piedras, estelas, papiros, etc...) a partir de la primera dinastía oficial de Menes, y siguiendo con las dinastías del Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo, contabilizan siempre los años como años y nunca como meses, ¿Por qué hay que considerar que los años se convierten en meses desde Menes hacia atrás en el tiempo?

2.- Dado el dominio magistral de las ciencias y los avanzados conocimientos celestes y astronómicos (en la antigüedad astronomía y astrología eran lo mismo) que tenían los egipcios, ¿cómo podrían confundir, o interpretar, un ciclo anual celeste con todas sus características, estaciones del año, paso de las constelaciones, solsticios, etc..., con un ciclo mensual?

Para cualquier astrólogo y astrónomo de hoy en día, esa explicación sería un disparate absolutamente espectacular. Se nos hace del todo imposible imaginar que los eruditos de Egipto pudiesen cometer semejante equivocación, antes al contrario, acusar de tal proceder viene a ser poco menos que un insulto para los conocimientos de los moradores de las riberas del río Nilo. La conclusión, evidente, es que un ciclo astronómico anual para los egipcios siempre fue de 1 año natural y nunca de 1 mes.

El mismo cómputo del tiempo sirvió para medir los reinados de los faraones humanos y el de los Reyes Dioses. Precisamente el movimiento y la vida de la bóveda celeste constituían para los egipcios la base de su religión, a la que confiaban sus almas, y respetar dichos ciclos cronológicos y celestes era algo absolutamente sagrado e imprescindible.

3.- La Historia y Ciencia oficiales han intentado interpretar los años como meses porque no les cuadran las cuentas. Se han inventado un cómputo de tiempo hecho a nuestra medida, a la de los seres humanos en la actualidad. Pero la contabilidad cronológica egipcia o babilónica iba por otro camino. Hemos visto ya, por ejemplo cuando hemos citado el Papiro de Turín, que los reinados de los Reyes se medía minuciosamente en años, meses y hasta en días. Luego entonces no hay justificación ninguna como para poder interpretar o confundir los años con los meses, ni los meses con los días.


¿Quiénes eran Los Akhu?

Algunas de las familias de Semidioses que reinaron en Egipto son denominadas “Akhu” o Espíritus. Akhu deriva de la raíz Akh, que significa luz, fulgor o brillo. Se puede traducir como espíritu transformado, espíritu luminoso, ser desarrollado o evolucionado, ser transfigurado, ser sobrenatural, etc... El Akhu tenía la cualidad de que podía dar a su ser cualquier forma que deseara. Un ser o espíritu se transfiguraba para intervenir en el mundo físico de la Tierra.

El Akhu se representaba como “un pájaro”, pero ante las personas se aparecía como si fuera un fantasma. Eran seres que podían intervenir tanto en el plano físico como en el plano invisible.

Cronologías imposibles en todo el mundo

Pero no sólo fueron los egipcios o babilonios, también los persas, hindúes, griegos, etc..., todos los pueblos antiguos tenían tradiciones de la gran longevidad de los primeros habitantes de la Tierra. ¿Todos los registros del mundo hablaban de dioses porque sí, y tenían los mismos errores de computación del tiempo, referenciando a unos reyes tan longevos? ¿De dónde podrían venir tales tradiciones sino del hecho mismo de que esos dioses existieron realmente, y que los habitantes de aquella época remota antediluviana vivían ciertamente muy largo tiempo?

¿Todo lo presentado aquí es simplemente la fabulación mitológica de los antiguos? Desde luego que no. Porque si por el contrario optamos por aceptar la versión de la ciencia oficial actual, entonces sí que tenemos que prepararnos para encontrar una explicación mucho más fantasiosa y manipulada, a la vez que contradictoria. 

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