SPUTNIK EN UN CUADRO DEL SIGLO XVI......?

La representación de extraños artefactos, que recuerdan naves espaciales, astronautas y otros objetos imposibles, en distintas obras de arte de todas las épocas y culturas de la historia. Quizá el más famoso e inexplicable de estos objetos sea el ¿Sputnik?... Que aparece en La Iglesia de San Pietro en Montalcino, en el cuadro La Glorificación de la Eucaristía de Ventura Salimbeni. En este fresco, podemos observar un extraño objeto que recuerda poderosamente la imagen del Sputnik, el primer satélite artificial de la era espacial. El parecido es realmente asombroso, sin embargo, el cuadro es de alrededor de 1600, con lo que se antoja imposible que el autor reflejase en su pintura un satélite artificial del siglo XX. Sin embargo, existen otros de mucha más difícil explicación, como el de Montalcino, en los que el parecido con fenómenos de la actualidad es demasiado grande como para descartarlo como pura casualidad.La existencia de al menos tres líneas longitudinales a lo largo de la curvatura de esta extraña esfera y una banda central a modo de "cinturón", presentan todo el aspecto de junturas de varias piezas de apariencia metálica. No menos sorprendentes son las dos extremidades en forma de antenas asida por las divinas figuras de Dios y Jesús, respectivamente, y que no dejan lugar a dudas -a los ojos, claro está, de un hombre habituado a tecnología contemporánea- de que nos estamos enfrentando a la primera representación artística de un moderno satélite de comunicaciones. Quizá a uno de los primeros modelos puestos en órbita, como el Sputnik soviético o el Vanguard norteamericano.Pero lo intrigante de este objeto no termina aquí, ya que el "satélite'' no sólo parece tal, sino que pictóricamente se comporta como un emisor de imágenes. El detalle es perceptible en la parte inferior izquierda del lienzo. Allí, sobre la cabeza de un prelado (presumiblemente el papa Clemente VIII, contemporáneo a la realización de esta obra, aparece por segunda vez el Espíritu Santo. El primer lugar donde se observa la paloma sagrada es entre las dos antenas del "satélite". Pues bien, una nueva paloma aparece sobre Clemente VIII justo en línea recta con el "objetivo" de la cámara emisora de la esfera. Y lo que es más intrigante: esta segunda paloma, observada detenidamente, es semitransparente, viéndose a través de ella los contornos de los objetos del fondo, remarcando la impresión de que se trata de una imagen transmitida, y no la paloma "original". De nuevo la casualidad no es la interpretación más oportuna.Son muchos los autores que han intentado desgranar el contenido de este lienzo, formulando la hipótesis del acceso de su autor a una "falla temporal", que le permitió observar el futuro, y poder reflejarlo en aquella época.
Este cuadro ha sido motivo de muchas discusiones, pero podemos analizarlo friamente.La esfera es muy parecida, pero si observamos bien la foto del Sputnik, este tiene 4 antenas y no 2, ademas es plateada y no azul, mientras que si vemos la pintura, en la parte de la esfera que representa a la Tierra, se puede observar al sol a la derecha y esa parte es de dia, y a la luna, abajo, a la izquierda, donde es de noche. Los 2 seres celestiales sostienen la esfera, la cual, es su creación, bajo 2 cetros. Se puede ver que el cetro que lleva Cristo, tiene una pequeña cruz roja la cual representa su muerte y las líneas raras que se ven en el globo es una T al reves que se usaba para representar al mundo, era una forma de representar a los guerreros para hacerlos ver muy importantes, como si tuvieran en sus manos el destino de la Tierra. Se ve como si fueran generales en un mapa, pero en este caso, el mapa es el globo terráqueo. Y las posturas de los eclesiásticos mas abajo tambien coinciden con esto, como si tomaran notas o recibieran órdenes de arriba. Hay muchas pinturas antiguas las cuales mezclan el globo terráqueo con las divinidades, en una suerte del destino trazado a la humanidad por Dios y Jesús como se pueden ver en las fotos de arriba y de abajo. Asi que lo del Sputnik es una coincidencia, no tiene mucho de especial si se analiza friamente. Mas que nada, es una casualidad aquel parecido.