"El Origen de las Especies" de Darwin en su 150 aniversario goza de gran aceptación popular resulta que se encuentra en una profunda crisis científica y si bien sus teorías y las del olvidado Wallace supusieron un gran avance para la ciencia, hoy en día no pueden explicar muchos aspectos fundamentales de la evolución.Como indica Juan Luis Doménech, a pesar del éxito abrumador de la teoría de la selección natural, nunca ha logrado imponerse por completo y de una forma clara. Crecen los partidarios de la idea de que la Teoría Sintética de la Evolución está incompleta y que sólo constituye una parte de la historia evolutiva.Las evidencias muestran que en todas las líneas evolutivas existen claras señales de ciclos de progreso y regresión, y que se dan “saltos” repentinos entre distintos niveles de complejidad (como por ejemplo la aparición de las bacterias en la Tierra, los primeros “homínidos”, la autoorganización de la célula eucariota, la asombrosa explosión del Cámbrico y la súbita aparición de los complejos animales y vegetales) que tienen muy poco que ver con la pretendida actuación gradual de la selección natural sobre cambios al azar.
El caso del chimpacé es un sorprendente ejemplo más citado : Mientras los paleontólogos sostienen que la separación hombre-chimpancé tuvo lugar hace más de 20 millones de años, la biología molecular dadas las escasas diferencias entre el ADN de ambas especies sugiere que la separación tuvo lugar hace menos de 4 millones de años, con lo que tendríamos antropomorfos que hubieran aparecido después de homínidos. Por otra parte la embriología sostiene que debido al hecho de que el feto y el bebé chimpancé se parece más al hombre que el chimpancé adulto, se venía admitiendo que el hombre proviene del bebé del chimpancé, el cual se estanca en una fase temprana de su desarrollo embrionario. Sin embargo es incapaz de explicar numerosos caracteres del hombre actual como las glándulas sudoríparas, la nariz prominente, los lóbulos de las orejas, la escasa vellosidad, la pequeña mandíbula, la musculatura facial, el largo tiempo de crianza, la invalidez de los bebés o la presencia de mentón (presente unicamente en el homo sapiens). Como destaca también Juan Luis Doménech, autor del libro “evolución regresiva del homo sapiens” cuya lectura recomendamos, ¡ aún no se han encontrado fósiles antiguos ni de gorilas ni de chimpancés !. Ya que hay quien vuelve a opinar que gorilas y chimpancés derivan (por involución) de los homínidos, cosa lógica por otro lado, si tenemos en cuenta que no existen fósiles antiguos de estas dos especies.Otro ejemplo: los hallazgos de cráneos híbridos (con caracteres neandertales y sapiens) no puede explicarse suponiendo que sapiens deriva de neandertal, ya que las pruebas de ADN lo desmienten, pero sí suponiendo justo lo contrario: si admitieramos que todos los neandertales derivan de una forma moderna que existiría hace más de 400.000 años, las primeras segregaciones presentarían más cantidad de rasgos modernos que las últimas, que es justo lo que se observa. Es decir: el homo sapiens no evolucionó desde el neandertal, pero sí el neardental pudo evolucionar desde el homo sapiens. Al igual que Darwing revolucionó la ciencia en su momento, sin duda el enigma de la evolución humana continúa y tendremos que ver todavía nuevos hallazgos que den un vuelco revolucionario a las teorias actuales. Seguiremos atentos a este apasionate tema que no está cerrado en absoluto.
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