julio 11, 2012

EFECTOS DE UNA TORMENTA SOLAR........



Revisando los posibles casos de tormentas solares ocurridas se encontró que en el año 1859 se produjo una gran fulguración solar. La tormenta solar de 1859 fue la más potente registrada en la historia. A partir del 28 de agosto, se observaron auroras que llegaban al sur hasta el Caribe. El pico de intensidad fue el 1 y 2 de septiembre, y provocó el fallo de los sistemas de telégrafo en toda Europa y América del Norte. Parece que este tipo de situaciones sólo se produce cada 500 años aproximadamente, según los estudios de muestras de hielo. Parece que los primeros indicios de este incidente se detectaron a partir del 28 de agosto de 1859 cuando por toda Norte América se vieron auroras boreales. Se vieron intensas cortinas de luz, desde Maine hasta Florida. Incluso en Cuba los capitanes de barco registraron en los cuadernos de bitácora la aparición de luces cobrizas cerca del zenit. En aquella época los cables del telégrafo, invento que había empezado a funcionar en 1843 en los Estados Unidos, sufrieron cortes y cortocircuitos que provocaron numerosos incendios, tanto en Europa como en Norteamérica. Se observaron auroras en zonas de baja latitud, comoRomaMadrid, La Habana y las islas Hawai, entre otras. En las Islas Baleares encontramos una referencia en el "Diario de Menorca", año 2 número 237 del 4 de septiembre de 1859.
A veces, se habla de la fulguración de Carrington debido a que este científico hacía unos bocetos de un grupo de manchas solares el jueves primero de septiembre debido a la dimensión de las regiones oscuras, cuando, a las 11:18, se dio cuenta de un intenso estallido de luz blanca que parecía salir de dos puntos del grupo de manchas. Quiso compartir el espectáculo con alguien pero no había nadie más en el observatorio. Diecisiete horas más tarde una segunda oleada de auroras boreales convirtió la noche en día en toda Norte América hasta Panamá. Algunos ejemplos ilustran la magnitud de este hecho: se podía leer el periódico bajo la luz entre roja y verdosa de las auroras, mientras que los mineros de oro de las Montañas Rocosas se levantaron y merendaron de madrugada, creían que el Sol salía detrás una cortina de nubes! A la sazón había muy pocos aparatos eléctricos, pero los pocos que había dejaron de funcionar, por ejemplo, los sistemas telegráficos dejaron de funcionar en Europa y Norte América.
Si la *tormenta de Carrington no tuvo consecuencias brutales fue debido a que nuestra civilización tecnológica todavía estaba en sus inicios: si se diese hoy los satélites artificiales dejarían de funcionar, las comunicaciones de radio se interrumpirían y los apagones eléctricos tendrían proporciones continentales y los servicios quedarían interrumpidos durante semanas. Según los registros obtenidos de las muestras de hielo una fulguración solar de esta magnitud no se ha producido en los últimos 500 años, aunque se producen tormentas solares relativamente fuertes cada cincuenta años, la última el 13 de noviembre de 1960.
Cuando un gramo de hidrógeno se transforma por fusión nuclear en 0,93 gramos de helio, se liberan 50.000 kWh de energía. Esta energía se transmite primero por radiación dentro de una capa esférica —zona radiante— de 500.000 km de grueso y después se transmite por convección a través de otra capa esférica de 200.000 km—zona convectiva. Esta capa de convección es como un líquido en ebullición: por esto el Sol presenta con fuerte ampliación óptica una superficie granulada correspondiente a la cumbre de las células convectivas. La estructura granulada cambia de forma rápidamente (como cambia la superficie del agua hirviendo) y una unidad de la granulación se ve aparecer y desaparecer en diez o quince minutos. Con estas dos clases de transporte, la energía producida al núcleo solar ya puede escapar del Sol y radiar en todas direcciones.
La mayoría de estas tormentas solares producen auroras boreales en las regiones árticas que comparadas con los fenómenos meteorológicos parecerían un pequeño aguacero, pero a veces, el Sol larga un auténtico vendaval.
Nadie vivo hoy ha experimentado una tormenta de estas proporciones, pero Kenneth G. McCracken de la Universidad de Maryland descubrió en los núcleos de muestras de hielo de la Antártida y Groenlandia aumentos bruscos de nitratos, que ya se conocía que correspondían a intensas ráfagas de viento solar. La anomalía de nitratos de 1859 es la mayor en 500 años y equivale a la suma de episodios más importantes en los últimos 40 años.

La próxima tormenta solar

Una tormenta solar de esta magnitud tendría graves consecuencias para la civilización actual. Los rayos cósmicos erosionan los paneles solares de los satélites artificiales y reducen su capacidad para generar electricidad. Muchos satélites de comunicaciones, por ejemplo la ANIK E1 y la E2 en 1994 y Telstar 401 de 1997 han resultado dañados por este motivo. Un caso un poco diferente se debe a la expansión de la atmósfera por los rayos X que produjo daños al Asko japonés el 14 de julio de 2000.
Los satélites artificiales han sido diseñados específicamente para evitar las calamidades del clima espacial, pero las redes eléctricas son incluso más frágiles. Los grandes transformadores están conectados a tierra y, por tanto, pueden ser susceptibles de ser dañados por las corrientes continuas inducidas por las perturbaciones geomagnéticas y aunque los transformadores evitasen la destrucción de los núcleos magnéticos se podrían cargar durante la mitad del ciclo de corriente alterna, lo que distorsionaría la forma de las ondas de 50 o 60 Hertz.
En el año 1859, el invento del telégrafo se había producido 15 años atrás y la infraestructura eléctrica estaba realmente en su infancia. La tormenta solar de 1994 causó errores en dos satélites de comunicaciones, afectando a los periódicos, las redes de televisión y el servicio de radio en Canadá. Otras tormentas han afectado sistemas desde servicios móviles y señales de TV hasta sistemas GPS y redes de electricidad. En marzo de 1989, una tormenta solar mucho menos intensa que la perfecta tormenta espacial de 1859, provocó que la planta hidroeléctrica de Quebec (Canadá) se detuviera durante más de nueve horas; los daños y la pérdida de ingresos resultante se estiman en cientos de millones de dólares.
Como señala una página web de la Universidad George Washington "la meteorología espacial, que es el resultado de los rayos X y de partículas de alta energía del Sol que interactúan de manera compleja con la Tierra, atmósfera y campo magnético, a menudo afectan a los modernos sistemas tecnológicos negativamente (por ejemplo, satélites, la red eléctrica, la radio), causando pérdidas económicas y sociales en las latitudes altas de la Tierra, como el norte de Estados Unidos, Canadá, Escandinavia y Rusia, que están en particular riesgo porque los campos magnéticos convergen en estas regiones ".

La NASA anuncia que una tempestad solar puede causar un desastre en 2012

Un reciente informe (un dossier de 145 páginas) realizado para la NASA y la ESA a través de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. corrobora las apocalípticas predicciones para el año 2012. El informe dice que se espera para el 2012 una tormenta solar que dará al traste con todos los sistemas vivos en la Tierra. Es la primera vez que algunos de los científicos de la NASA están empezando a creer las profecías de los mayas y los indios hopi. Estas personas predijeron el final de la Quinta Era (actual) con una gran tragedia cósmica. Y la NASA dijo en lo publicado por la Academia Nacional de Ciencias, que es un motivo de preocupación lo que estamos publicando a continuación. En este número se habla explícitamente de los riesgospotenciales de una serie de eventos catastróficos que se sucederán a lo largo de 2012. Estos eventos se caracterizan por el bombardeo de tormentas solares reales y por enjambres de un asteroide.
Esto es lo que llevo a la idea de recoger semillas que se mantienen en la isla de Svalbard, ¿No se han percatado de ello? El túnel que fue construido hasta Svalbard está situado a medio camino entre Noruega y el Polo Norte, y tiene la capacidad de contener 4,5 millones de diferentes muestras de semillas. Ya que cada muestra contiene 500 semillas de promedio, alrededor de 2,25 millones de semillas pueden ser contenidas. Están situadas en la región ártica de almacenamiento para el caso de una futura catástrofe que podría eliminar los cultivos alimentarios. La posición ha sido cuidadosamente escogida después de realizar una consulta a varios científicos, con la finalidad de ofrecer la máxima protección a las semillas. Se ha construido un túnel subterráneo de 120 metros dentro de una montaña, y a una altura de 130 metros sobre el nivel del mar, en el permafrost, a fin de que las muestras permanezcan congeladas, incluso sin electricidad, como nos comentó el astrofísico experto en amenazas del espacio Jacco Van der Worp y Marshall Masters experto en materia rocosa espacial y la crisis climática de 2012.
"En 2012 existe la amenaza de la reaparición de un poderoso fenómeno magnético que traerá como consecuencia la perdida de las comunicaciones en todo el globo terrestre." comenta Marshall. La noticia pone los pelos de punta, en primer lugar, se perderá toda comunicación, olvidense de la red (por supuesto inalambrica), por teléfono, a través de bluetooth, a través de satélite. Las alarmantes consecuencias del escenario pintado por la NASA en 2012 ponen en peligro, de hecho, la vida cotidiana de todos y, la seguridad nacional de cualquier país, incluso con un mínimo sistema de telecomunicaciones. Esta situación se producirá en la denominada "fase activa", que atraviesa el Sol cada 11 años, durante este período, nuestra estrella puede generar tormentas magnéticas más o menos potentes, capaces, según la mayor o menor intensidad, dejar fuera de uso los satélites, es también una amenaza para la seguridad de los astronautas o, en casos excepcionales como el previsto para 2012, representar la destrucción de los sistemas de telecomunicaciones y de distribución de energía. Cuando estos sistemas caigan y hagan saltar en cascada otros secundarios rápidamente, traerá consecuencias muy graves: "El impacto de la tormenta podrían caer sobre las estructuras interconectadas, con efectos devastadores: la distribución delagua potable se hará del todo imposible en pocas horas, se perderan los alimentos que se encuentren en camaras en el espacio comprendido entre 12 y 24 horas, los meios de transporte también se verán afectados", preve Jacco. Pero lo que es peor, escribe el equipo dirigido por Daniel Baker, director del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado, es que "los servicios de emergencia podría ser interrumpido y elcontrol sobre el país perdido". La única forma de minimizar los problemas es mantener una observación permanente del Sol, vigilar y estudiar con detalle las tormentas magnéticas, y de intervenir a nivel tecnológico para fortalecer las infraestructuras relativas a las comunicaciones. "Un fallo catastrófico de la infraestructura y del gobierno, tanto en el espacio como en la Tierra, puede ser mitigado por el aumento de la preparación de la gente sobre estos temas, el fortalecimiento de las estructuras en desarrollo vulnerables en previsión de las tormentas solares", comenta Baker concluyendo la investigación, "Sin acción o sin planes de prevención, la mayor dependencia de tecnología avanzada, pero sensible a los fenómenos del espacio puede hacer nuestra sociedad muy vulnerable en el futuro y enviarnos a la edad media". Leer el informe especial que en estos días y en las manos de la NASA y la ESA.
Los científicos alertan de la posibilidad de una tormenta solar «catastrófica».
El fenómeno tiene la potencia necesaria para acabar, de un solo golpe, con la tecnología del mundo moderno.
Los expertos están, esta vez, todos de acuerdo. Una tormenta geomagnética como la que se produjo en la Tierra el pasado martes no es un fenómeno aislado. Y a pesar de que la que nos golpeó la semana pasada, hasta ahora la más potente del actual ciclo solar, no tuvo mayores consecuencias, en futuras ocasiones podríamos no tener tanta suerte. Un fenómeno similar, en efecto, tiene la potencia necesaria para acabar, de un solo golpe, con la sociedad tecnológica del mundo moderno.
Una tormenta solar lo suficientemente fuerte, en efecto, podría desestabilizar, incluso de forma catastrófica, una buena parte de nuestra tecnología. El mundo moderno, afirmaron el sábado diversos especialistas durante la reunión de la Sociedad Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS), depende en exceso de la red de satélites. Navegación marítima y aérea, sincronización entre computadoras, redes de telecomunicaciones, sistemas GPS, aparatos electrónicos de todo tipo... Tecnologías, todas ellas, extremadamente vulnerables a los "cambios de tiempo" espacial.
Las consecuencias serían nefastas, en caso de una gran tormenta solar, para la red de satélites que orbitan la Tierra, muchos de los cuales quedarían literalmente "achicharrados", pero también para las centrales eléctricas de todo el mundo, cuyos transformadores quedarían inutilizados provocando cortes en el suministro de electricidad que podrían durar semanas, e incluso meses.
monografias.com

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