Descubierto en 1974, el yacimiento de los Guerreros de Xian forma parte del mausoleo funerario de Qinshihuang (221-207 a.n.e.), el primer emperador que unificó los territorios de China y fundó la dinastía Qin. Su hallazgo ha tenido un gran impacto en la investgación de la escultura, la arquitectura y la sociedad china durante ese periodo de formación y consolidación del Imperio.
Este grandioso complejo funerario es actualmente uno de los tesoros más destacados de la arqueología china. Ubicado en las cercanías de Xian, antigua capital imperial en la que hoy es la provincia de Shaanxi, el ejército está formado por más de 7.000 figuras de guerreros y caballos de terracota de tamaño natural, que fueron enterradas en formación de batalla, a poca distancia de la tumba del primer emperador de la dinastía Qin.
Hallazgo fortuito
El hallazgo fortuito de una estatua de grandes dimensiones llevó al descubrimiento de lo que hoy se conoce como fosa número 1. Este espacio es una gran cámara subterránea rectangular de 230 metros de longitud, orientada de este a oeste, y 62 metros de anchura de norte a sur. En su interior se encontraron unas 6.000 estatuas de guerreros, carros y caballos de terracota dispuestos en once pasillos de 3 metros de ancho y 200 metros de largo.
Dos años después, en 1976, se descubrió la fosa número 2, situada a unos 20 metros al norte de la anterior. Más pequeña, alberga una colección de caballería con más de 1.400 piezas, entre caballos y jinetes, distribuidos en 14 filas, y protegidos por arqueros.
Al poco tiempo, se encontró la tercera fosa, la más pequeña, con 68 figuras de oficiales, comandantes y generales. Todos los rostros de las figuras tienen rasgos distintos, ya que fueron moldeados uno a uno, mientras que bustos y extremidades fueron realizados con moldes. Asimismo, se puede distinguir en las figuras gran diversidad de vestimentas y peinados, en función del personaje que se quisiera representar.
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