octubre 05, 2012

Chitauri: Los Terribles Dioses Lagarto de la Tradición Zulú...(5)


LOS OGO


Hay más de 24 criaturas alienígenas que nosotros los africanos conocemos, pero le contaré brevemente, ahora, de sólo dos. En Zimbabwe, hay otra criatura. Es una criatura asombrosa, y la vi una vez, así como otras personas, algunos Negros y Blancos, que estaban conmigo. Esta criatura es inmensa, tiene forma de gorila, pero es diferente, a menudo camina de pie, y también en sus nudillos.

La criatura de la que hablo, señor, mide más o menos 8 ó 9 pies [2.40 a 2.70 mts] de alto, y su contextura es la de un gorila, pero su cuerpo es muy fuerte. Sus hombros son muy anchos. Su cuello muy grueso. Está cubierto con un grueso pelaje como el de ningún otro animal salvaje en África. Es una criatura humanoide con muslos, piernas y pies, también brazos y manos como los de un ser humano, sólo que están tapados con pelos de color café oscuro.

Esta criatura es conocida como Ogo por la gente de Zimbabwe. Gran cantidad de personas a través de generaciones han visto a esta criatura. Algunos se han visto justo aquí, en Sudáfrica, en zonas de vegetación y lugares montañosos aislados. Y estos Ogu son, detalle por detalle, exactamente iguales al que es referido por los Nativo Americanos del Noroeste de Estados Unidos como Sasquatch o Pie Grande.

Yo digo que es la misma criatura y la tenemos aquí en Sudáfrica. Es exactamente la misma criatura, solo tiene un color completamente diferente de piel, como el que es visto por la gente de Nepal en las laderas de las montañas del Himalaya, allí la criatura es llamada Yeti.


LOS TOKOLOSHE

Ahora, continuando, la otra criatura, una criatura bien conocida en Sudáfrica y otras partes del continente, que si uno menciona su nombre, la gente sonríe, es llamada Tokoloshe. Todo africano sabe lo que es un Tokoloshe. Algunos le dicen Tikoloshe. Parece un oso malhumorado en apariencia, porque su cabeza es como la de un oso, pero tiene una protuberancia muy aguda en la punta de la misma.

La protuberancia va desde la frente hasta la parte de atrás de la cabeza, y con ésta puede tumbar a un buey pegándole un topetazo. Esta criatura causa que la gente Negra en algunos lugares levante sus camas con ladrillos como un metro del piso. Y esto lo ves en todas partes de Sudáfrica.

A este Tokoloshe le gusta jugar con niños, y han sido vistos cientos de veces por ellos, en varias partes de Sudáfrica, incluso en fechas recientes. A veces atemorizan a los niños rasguñándolos mientras duermen, dejando largos y paralelos rasguños en la espalda o muslos, los cuales se infectan y pican horriblemente.

Esta criatura no sólo se conoce en Sudáfrica, también es conocida entre la gente polinesia de Hawaii y otras islas del Pacífico. Ellos levantan sus cabañas, sus chozas, en zancos a la altura exacta que los africanos levantan sus camas. Si le preguntas a un polinesio «¿Por qué construye su cabaña así?», te dirá: «Queremos protegernos del Tiki».

Es interesante que una criatura que luce exactamente como la que se ha visto en Sudáfrica, se viera en las islas del Pacífico; y el nombre Tiki es muy parecido al nombre africano Tikiloshe o Tokoloshe.


LAS MONTAÑAS DE LOS CHITAURI

Cuando Cecil John Rhodes se dirigía hacia las cabañas de los africanos, los hombres sabios de la Tribu Mashona y de la Tribu Matebele, en su desesperación, intentaron persuadir a Rhodes para convertirse en uno de ellos, contándole el secreto de las montañas Matopo.

Le dijeron que debajo de estas montañas se encuentra una ciudad. Una ciudad de gran sabiduría, la cual es el hogar de los últimos sobrevivientes de los Dioses Chitauri. Y si usted va a las montañas Matopo, y lleva consigo un martillo de 2 Kgs y lo azota en ciertas partes de ese territorio, escuchará un sonido hueco, indicando que hay cavernas en las profundidades.

Pero no es todo. Entre las rocas de las montañas Matopo, uno encuentra especies de lagartijas no encontradas en otras partes de África o del mundo. Especies de lagartijas que responden al llamado del Ser Humano.

Cuando llegué por primera vez a Zimbabwe, en 1958, conocí a un africano que trabajaba como atracción turística. Él era un hombre que hacía ruidos extraños. Y mientras hacía este llamado, esta clase única de lagartijas en el Planeta que responden al llamado del ser humano, comenzaron a salir de grietas y agujeros de la tierra, colocándose alrededor de este africano. Y fue esta misma persona quien me dijo que el ruido que generaba, no eran sólo ruidos, sino el lenguaje de los Dioses Chitauri.

Hay un conjunto de dos montañas: Matopo es una de ellas. Pero al Este de Zimbabwe, se encuentra la maravillosa montaña conocida como Inyangani («Las Montañas de la Luna Llorona»). Es ahí, donde hasta la fecha, la gente desaparece sin rastro alguno.


Algunas veces, las personas desaparecen por varios días, y aparecen unos días después sin recordar donde han estado. Son miles los que desaparecen. Fue ahí donde yo también desaparecí por 4 días en 1959.

Y una cosa asombrosa, se dice que debajo de las Montañas de la Luna en Zaire existe una gran Ciudad de Cobre, con miles de edificios brillantes. Allí vive el dios Umbaba o Jabulón. Y este dios está esperando el día en que la superficie de la Tierra sea limpiada de seres humanos para que él y sus hijos, los Chitauri, puedan salir y disfrutar del calor del Sol.


EL DINERO NOS VUELVE INHUMANOS COMO LOS CHITAURI

Mientras más dinero tenemos, más nos comportamos como los Chitauri. Algunas personas adineradas, inclusive llegan al grado de deshacerse de sus esposas y adquirir nuevas, tal y como el Rey Zamahongo de los Chitauri hace.

Él mata y come a sus esposas cuando ya no pueden hacerle el amor apropiadamente, y luego adquiere nuevas. El mató y comió a 36 de sus esposas durante un largo reinado, y sólo una de ellas fue lo suficientemente astuta para mantenerse alejada de sus garras.

Uno ve a los millonarios echando a sus esposas y consiguiendo nuevas. Y los Chitauri —a diferencia de los africanos tradicionales—, creen que la mujer es inferior que el hombre. Y lo mismo con la gente adinerada, quienes al adquirir muchas riquezas de este mundo, tienden a mirar a la mujer como inferior, y hasta abusan de ellas.

Mientras más ricos nos volvemos, más nos comportamos como los Chitauri. Algunos de nosotros, cuando hemos adquirido muchos bienes, comenzamos a consumir metales y otros minerales que en realidad no necesitamos.

Sin embargo, si uno estudia la historia de los Chitauri, sabrá que los Chitauri utilizan estos metales y minerales como medicina. Se nos dice que cuando los Chitauri se enferman, untan sus cuerpos con Oro Pulverizado, y al ser absorbidos por su piel, son sanados.

Permítame decirle que era la costumbre de los Reyes Mulumutapa de Zimbabwe —los hombres que construyeron las Ruinas de Zimbabwe—, que durante ciertos amaneceres, el Rey-Sacerdote debía ser bañado en Oro Pulverizado de los pies a la cabeza. Y algunas veces, era sacrificado ritualmente sobre la cima de la puerta del fuerte de Zimbabwe.


Y para mi sorpresa, cuando visité Sudamérica, encontré que los antiguos Incas tenían la misma costumbre, donde un Rey-Dios era untado con una mezcla de grasa y Oro Pulverizado.

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