octubre 30, 2012

La sorprendente cultura maya (2)


En primer lugar, porque merced a las indicaciones y dibujos de Diego de Landa, los monumentos mayas, de apariencia tan extraña y terrible por sus lúgubres ornamentos, adquirían vida. Y conociendo su modo de escribir los números, el investigador que se hallaba ante los templos, escalinatas, columnas o frisos, veía lo siguiente: que en aquel arte de los mayas, sin animales de carga, ni carros, sumergido en la jungla y cincelado con instrumentos de piedra, no había ni un solo ornamento, ni un relieve, ni un friso con sus figuras de animales, ni una escultura que no guardase relación directa con una fecha. ¡Cada monumento maya era un calendario convertido en piedra! Ninguna disposición de adornos y figuras era allí casual; la estética estaba sometida a las matemáticas. Hasta entonces, uno se extrañaba de la repetición, aparentemente absurda, o la interrupción repentina en el dibujo de aquellos terribles rostros de piedra. Pero ahora se aprendía que de tal modo los mayas expresaban un número o una indicación especial de su calendario. Cuando en las escalinatas de Copan apareció quince veces repetido un mismo ornamento en la balaustrada,  se llegó a la conclusión de que con esto se expresaba el número de los períodos intercalados. El hecho de que la escalinata constase de setenta y cinco escalones era debido a que así se quería indicar el número de los días intercalados al final de los períodos (15 por 5).
 

Según el calendario maya se ha interpretado que el mundo terminará el 21 de diciembre de 2012. ¿Por qué es tan importante el 2012? El calendario maya termina al final del año 2012, desatando todo tipo de especulaciones religiosas, científicas, astrológicas e históricas por las que este calendario predice el final de la vida tal como la conocemos. La Profecía Maya gana fuerza y parece estar preocupando a la gente en todas las áreas de la sociedad. Entonces, ¿qué es el Calendario Maya? El calendario se construyó por una civilización avanzada llamada Maya aproximadamente sobre el 250-900 d.C. Las pruebas del imperio maya se extienden a lo largo de la mayor parte de los estados sureños de México y llegan hasta las actuales Guatemala, Belize, El Salvador y parte de Honduras. La gente que vivía en la sociedad maya exhibía unas habilidades de escritura muy avanzadas y tenían una sorprendente capacidad para construir ciudades y planificación urbana. Los mayas son probablemente más famosos por sus pirámides y otros intrincados y enormes edificios. Los mayas tenían un enorme impacto en la cultura de Centro América, no sólo dentro de su civilización, sino con otra población indígena de la región. Aún vive un significativo número de mayas en la actualidad, continuando con sus ancestrales tradiciones.
Los mayas usaron muchos calendarios distintos y veían el tiempo como una serie de ciclos. Aunque los calendarios tenían usos prácticos, tales como en tareas sociales, de agricultura, comerciales, y administrativas, había un elemento religioso muy fuerte. Cada día tenía un espíritu patrón, lo que significaba que cada día tenía una entidad específica. Esto contrasta mucho con nuestro moderno calendario gregoriano, que fija principalmente las fechas sociales, económicas y administrativas. La mayor parte de los calendarios mayas eran cortos. El calendario de Tzolk’in duraba 260 días y el de Haab’ aproximadamente el año solar de 365 días. Los mayas entonces combinaron ambos, el de Tzolk’in y Haab’ para formar el “Calendario Circular”, en que un ciclo duraba 52 Haab’s (aproximadamente 52 años, o aproximadamente la duración de una generación). Dentro del Calendario Circular había ciclos de 13 días y ciclos de 20 días. Obviamente, este sistema sería solo de uso cuando se tuviesen en cuenta los 18.980 días a lo largo del curso de 52 años. Además de estos sistemas, los mayas también tenían en enigmático “Ciclo de Venus”. Siendo unos concienzudos y precisos astrónomos, formaron un calendario basado en la posición de Venus en el cielo nocturno.  ¿Por qué razón? De todos modos, también es posible que hicieran lo mismo con otros planetas del Sistema Solar.
Usar el Calendario Circular es genial si sólo se quiere recordar la fecha de un cumpleaños o periodos religiosos significativos. Pero, ¿y para registrar la historia? No había forma de registrar fechas más largas de 52 años. Pero los mayas encontraron una solución. Usando un innovador método, fueron capaces de extender el Calendario Circular de 52 años. El Calendario Maya estaba posiblemente basado en creencias religiosas, tales como el ciclo menstrual, cálculos matemáticos usando los números 13 y 20 como unidades base y una mezcla de mitología astrológica. La única correlación principal con el calendario moderno es el Haab’ que se sabe que tenía los 365 días del año solar, aunque no está claro si los mayas tenían en cuenta los años bisiestos. La respuesta a un calendario más largo pudo encontrarse en la “Cuenta Larga”, un calendario que duraba 5126 años. Es realmente impresionante  este sistema de datación. Para empezar, es numéricamente predecible y puede marcar con precisión fechas históricas. Sin embargo, depende de una unidad base de 20, a diferencia de los calendarios modernos que usan una unidad base de 10. Entonces, ¿cómo funcionaba?
El año base de la Cuenta Larga Maya comienza en el “0.0.0.0.0”. Cada cero va de 0 a 19 y cada uno representa una cuenta de días mayas. Por tanto, por ejemplo, el primer día en la Cuenta Larga se denota como 0.0.0.0.1. En el día 19 tendremos 0.0.0.0.19, en el día 20 subimos un nivel y tendremos 0.0.0.1.0. La cuenta continúa hasta el 0.0.1.0.0 (aproximadamente un año), 0.1.0.0.0 (aproximadamente 20 años) y 1.0.0.0.0 (unos 400 años). Por tanto, si tomamos una fecha arbitraria de 2.10.12.7.1, esto representa una fecha maya de aproximadamente 1012 años, 7 meses y 1 día. Todo esto es muy interesante, pero ¿qué tiene que ver con el aparente fin del mundo? La Profecía Maya está basada en la suposición de que algo catastrófico va a suceder cuando el calendario de la Cuenta Larga se acabe. Los expertos están divididos sobre cuándo se acaba la Cuenta Larga, pero como los mayas usaron los números 13 y 20 como bases de sus sistemas numéricos, el último día que podría tener lugar sería el 13.0.0.0.0. ¿Cuándo sucederá esto? Bueno, 13.0.0.0.0 representa 5126 años y la Cuenta Larga comienza en 0.0.0.0.0, lo cual corresponde a la fecha del 11 de agosto de 3114 a.C. Ello nos lleva a que laCuenta Larga maya finaliza 5126 años después, o sea,  el 21 de diciembre de 2012.
Cuando algo termina, como en este caso  un antiguo calendario, la gente parece pensar en las posibilidades más extremas para el final de una civilización como la que conocemos. Los arqueólogos y mitólogos, por otra parte, creen que los mayas predijeron el final de una era de iluminación cuando llegue el 13.0.0.0.0. En realidad no hay muchas pruebas que sugieran que llegará un día del juicio final. Posiblemente los mayas predicen un acontecimiento excepcional, no necesariamente una catástrofe. Algunas de las amenazas sobre la Tierra y la humanidad se centran en impactos de meteoritos, agujeros negros, estallidos de rayos gamma de galaxias cercanas, una súbita edad del hielo o un desplazamiento de los polos magnéticos. No hay pruebas de que algunas de estas cosas vayan a suceder a finales de este año 2012. La Profecía del Día del Juicio Maya está puramente basada en un calendario que, por alguna razón desconocida,  tal vez no ha sido diseñado para calcular fechas más allá de 2012. Los astrónomos incluso mantienen el debate sobre si la Cuenta Larga está diseñado para reiniciarse a 0.0.0.0.0 después del 13.0.0.0.0, o si el calendario simplemente continúa hasta el 20.0.0.0.0 (aproximadamente el 8000 d.C) y luego se reinicia. Lo que sí es cierto es que el Sol se aproximará a su pico en su ciclo de 11 años, conocido como “máximo solar”, por lo que es de esperar una gran actividad solar.¿Deberíamos preocuparnos?
De acuerdo con uno de los muchos escenarios apocalípticos de final del mundo, basados en las profecías mayas para el año 2012, éste en realidad tiene algo de base científica. Es más, puede existir cierta correlación entre el ciclo solar de 11 años y los ciclos temporales en el calendario maya, ¿tal vez esta antigua civilización comprendió cómo el magnetismo del Sol sufre cambios de polaridad aproximadamente cada década? Además, los textos religiosos, tales como la Biblia, dicen que en el día del Juicio Final implicará una gran cantidad de fuego y azufre. Antes de pensar en las conclusiones, pensemos en todo esto. Como la mayoría de distintas formas en las que el mundo terminará en 2012, la posibilidad de que el Sol expulse una descomunal llamarada solar hacia la Tierra es muy atractiva para los apocalípticos. Pero echando un vistazo a lo que realmente sucede durante un evento de llamaradas solares dirigidas hacia la Tierra, nuestro planeta en realidad está muy bien protegida. Aunque algunos satélites artificiales puedan no estarlo.
La Tierra ha evolucionado en un entorno altamente radiactivo. El Sol lanza constantemente partículas de alta energía desde su superficie, dominada por el magnetismo en forma de viento solar. Durante el máximo solar, cuando el Sol está en su etapa más activa, la Tierra puede estar en el punto de mira de una explosión con la energía de 100 mil millones de bombas como la que se lanzó en Hiroshima. Esta explosión es conocida como llamarada solar y sus efectos pueden causar problemas en la Tierra. Antes de echar un vistazo a los efectos colaterales en la Tierra, vamos a observar en Sol y comprender brevemente que pasa cada 11 años aproximadamente. El Sol tiene un ciclo natural de aproximadamente 11 años. Durante cada ciclo las líneas de campo magnético del Sol son arrastradas alrededor del cuerpo solar mediante una diferencia de rotación en el ecuador solar. Esto significa que el ecuador gira más rápido que los polos magnéticos. Conforme esto continúa, el plasma solar arrastra las líneas de campo magnético alrededor del Sol, provocando tensión y acumulando energía. A medida que se incrementa la energía magnética, se forman ondas en el flujo magnético, forzándola a salir a la superficie. Estas ondas se conocen como bucles coronales, que son más numerosos durante los periodos de alta actividad solar.
Aquí en donde entran en juego las manchas solares. A medida que los bucles coronales continúan surgiendo en la superficie, las manchas solares aparecen a menudo situadas en la base de los bucles. Los bucles coronales tienen el efecto de empujar las capas más calientes de la superficie del Sol, en la fotosfera y cromatosfera,  hacia los lados, exponiendo la zona de convección más fría. Conforme la energía magnética se acumula, se puede esperar que cada vez mayor flujo magnético sea forzado a unirse. Aquí es donde tiene lugar el fenómeno de reconexión magnética, que se constituye en el disparador de las llamaradas solares de distintos tamaños. Las llamaradas solares son eventos muy energéticos. Se da por supuesto que las mayores llamaradas solares pueden generar la energía de 100 mil millones de explosiones atómicas. Pero, para empezar, estas llamaradas tienen lugar en la corona baja, justo al lado de la superficie solar. Es decir, a 160 millones de kilómetros de distancia (1 UA). La Tierra no está ni mucho menos cerca del estallido. Cuando las líneas de campo magnético solar liberan una enorme cantidad de energía, el plasma solar se acelera y queda confinado en un entorno magnético.
Cuando interactúan las partículas del plasma, pueden generarse rayos-X, si las condiciones son las adecuadas El mayor problema con una llamarada de rayos-X es que tenemos poco aviso sobre cuándo va a suceder, dado que los rayos-X viajan a la velocidad de la luz. Los rayos-X de una llamarada de clase-X alcanzarán la Tierra en aproximadamente ocho minutos. Cuando los rayos-X impacten en nuestra atmósfera, seran absorbidos por la capa más externa, conocida como ionosfera. Este en un entorno altamente cargado y reactivo, lleno de iones (núcleos atómicos y electrones libres). Durante eventos solares tan potentes, los índices de ionización entre los rayos-X y los gases atmosféricos se incrementan en las regiones de la ionosfera. Esto provoca un aumento súbito en la producción de electrones en estas capas, que pueden causar interferencias en el paso de las ondas de radio a través de la atmósfera, absorbiendo las señales de radio de onda corta, bloqueando posiblemente las comunicaciones. Estos eventos son conocidos como “Perturbaciones Ionosféricas Súbitas” y se hacen comunes durante los periodos de alta actividad solar. Es interesante apuntar que el incremento en la densidad de electrones durante uno de estos eventos, aumenta la propagación de las ondas de radio de Muy Baja Frecuencia (VLF), un fenómeno que los científicos usan para medir la intensidad de los rayos-X que proceden del Sol. Las emisiones de llamaradas solares de rayos-X son sólo parte de la historia. Si las condiciones son las adecuadas, podría producirse una eyección de masa coronal en el lugar de la llamarada. Aunque son más lentas en su propagación que los rayos-X, sus efectos globales aquí en la Tierra pueden ser más catastróficos. Puede que no viajen a la velocidad de la luz, pero aún así viajan bastante rápido y pueden llegar a un índice de 3,2 millones de km/h, lo que significa que pueden alcanzarnos en cuestión de horas.
Entonces, ¿qué sucede si una  eyección de masa coronal alcanza la Tierra? Para empezar, gran parte depende de la configuración magnética  en el Sol y del campo geomagnético de la Tierra (la magnetosfera). Si ambos campos magnéticos estuviesen alineados con sus polaridades, apuntando en la misma dirección, es altamente probable que la eyección de masa coronal sea repelida por la magnetosfera. En este caso, la eyección de masa coronal se deslizará sobre la Tierra, provocando algunos cambios de presión y distorsión en la magnetosfera, pero de cualquier forma pasará sin problemas. No obstante, si las líneas de campos magnéticos estuviesen  en una configuración con las polaridades magnéticas en direcciones opuestas, puede tener lugar una reconexión magnética en los límites de la magnetosfera. En este caso se conectaría el campo magnético de la Tierra con el del Sol. Esto configuraría  la escena de uno de los eventos más sobrecogedores de la naturaleza: las auroras. Cuando el campo magnético de una eyección de masa coronal conecta con el de la Tierra, se inyectarían partículas de alta energía en la magnetosfera. Debido a la presión del viento solar, las líneas de campo magnético del Sol se centrarán en la Tierra, curvándose tras nuestro planeta. Las partículas inyectadas en el “lado diurno” serían canalizadas a las regiones polares de la Tierra, donde interactuarían con nuestra atmósfera, generando la luz de las auroras. Durante esta época, el Cinturón de Van Allen se sobrecargaría, creando una región alrededor de la Tierra que podría causar problemas en los astronautas desprotegidos y en los satélites sin escudos.
Como si no fuese suficiente con el Cinturón de Van Allen, los satélites podrían sucumbir a la amenaza. Como sería de esperar, si el Sol golpease la Tierra con rayos-X y la eyección de masa coronal, habría un calentamiento inevitable y una expansión global de la atmósfera, posiblemente invadiendo las altitudes orbitales de los satélites. Ello podría provocar que los satélites se frenasen y cayeran. Este frenado se ha usado de forma extensiva como una herramienta de vuelo espacial para frenar las naves cuando se ponen en órbita alrededor de otro planeta, pero esto tendrá un efecto adverso sobre los satélites que orbitan la Tierra, dado que cualquier disminución de la velocidad podría provocar una reentrada en la atmósfera. Aunque los satélites están en la primera línea, si hay un potente incremento en las partículas energéticas que entran en la atmósfera, también podremos sentir los efectos adversos sobre la Tierra. Algunas formas de comunicación pueden entrecortarse o eliminarse por completo, pero esto no es todo lo que puede suceder. En regiones a latitudes particularmente altas, una vasta corriente eléctrica, conocida como “electrojet”, puede formarse en la ionosfera gracias a estas partículas entrantes. Dependiendo de la intensidad de la tormenta solar, las corrientes eléctricas pueden ser inducidas en la superficie terrestre, sobrecargando posiblemente las redes eléctricas. El 13 de marzo de 1989, seis millones de personas perdieron el suministro eléctrico en la región de Québec en Canadá después de un enorme incremento en la actividad solar causado por corrientes inducidas. Québec quedó paralizado durante nueve horas,  mientras los ingenieros buscaban una solución al problema.
¿Puede nuestro Sol producir una llamarada asesina? Aunque una llamarada solar dirigida directamente contra nosotros, podría provocar problemas secundarios tales como daños en los satélites, lesiones a astronautas sin protección y apagones, la llamarada en sí no es lo bastante potente para destruir la Tierra, y ciertamente, no en 2012. Solo en un futuro lejano, cuando el Sol comience a agotar su combustible y se convierta en una gigante roja, podría ser una época complicada para la vida en la Tierra, pero tendremos que esperar unos cuantos miles de millones de años a que eso suceda. Incluso podría existir la probabilidad de que varias llamaradas de clase-X se lancen a la vez y que por pura mala suerte nos impacten una serie de eyecciones de masa coronal y estallidos de rayos-X, pero ninguno lo bastante potente como para superar nuestra magnetosfera, ionosfera y la gruesa atmósfera que hay debajo. Las llamaradas solares “asesinas” han sido observadas en otras estrellas. En 2006, el observatorio Swift de la NASA vio la mayor llamarada solar jamás observada a 135 años luz de distancia. Con una liberación de energía estimada en 50 millones de billones de bombas atómicas, la llamarada de II Pegasi habría aniquilado la mayor parte de la vida en la Tierra si nuestro Sol hubiese disparado una llamarada de semejante energía. No obstante, nuestro Sol no es II Pegasi, que es una violenta gigante roja con una compañera binaria en una órbita muy cercana.
Se cree que la interacción gravitatoria con su compañera binaria y el hecho de que II Pegasi es una gigante roja son la raíz de este evento de llamarada energética. Los apocalípticos apuntan al Sol como una posible fuente asesina para la Tierra, pero el hecho es que nuestro Sol aparentemente es una estrella muy estable. No tiene una binaria compañera, como II Pegasi, y tiene un ciclo predecible de aproximadamente 11 años. Por otro lado, no hay pruebas de que nuestro Sol haya contribuido a ninguna de las extinciones masivas en el pasado a través de una enorme llamarada dirigida contra la Tierra. Se han observado grandes llamaradas solares, tal como la llamarada de luz blanca de Carrington en 1859, pero aún seguimos aquí. Para añadir otro giro más, los físicos solares están sorprendidos por la carencia de actividad solar en el inicio de este ciclo solar, lo que ha llevado a algunos científicos a especular que podríamos estar al borde de otro mínimo de Maunder y una “Pequeña Edad del Hielo”.  Esto está en total oposición con la predicción de los físicos solares de la NASA sobre que este ciclo sería extraordinario.  Por otro lado, según Patrick Geryl , en su libro «El Cataclismo Mundial de 2012», prevé el fin del mundo el 21 de diciembre del 2012, a causa de una inversión de los polos.
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