En 1899, Tesla se trasladó a un laboratorio en Colorado Springs, Estados Unidos, para iniciar sus experimentos con alta tensión y mediciones de campo eléctrico. Los objetivos trazados por Tesla en este laboratorio eran: desarrollar un transmisor de gran potencia, perfeccionar los medios para individualizar y aislar la potencia transmitida y determinar las leyes de propagación de las corrientes sobre la tierra y la atmósfera.
Durante los ocho meses que estuvo en Colorado Springs, Tesla escribió notas con una detallada descripción día a día de sus investigaciones. Allí dedicó la mitad de su tiempo a medir y probar su enorme bobina Tesla y otro tanto a desarrollar receptores de pequeñas señales y a medir la capacidad de una antena vertical.
Un día, Tesla notó un comportamiento inusual de un instrumento que registraba tormentas, un cohesor rotativo. Se trataba de grabaciones periódicas cuando una tormenta se aproximaba y se alejaba de su laboratorio. El concluyó que se trataban de la existencia de ondas estacionarias, que podían ser creadas por su oscilador. Con equipos sensibles pudo realizar mediciones de rayos que caían a gran distancia de su laboratorio, observando que las ondas de las descargas crecían hasta un pico y luego decrecían antes de repetir el ciclo total.
Tesla sugirió que esto se debía a que la tierra y la atmósfera poseían electricidad, lo que hacía que el planeta se comportara como un conductor de dimensiones ilimitadas, en el que era posible hacer transmisión de mensajes telegráficos sin hilos y más aún transmitir potencia eléctrica a cualquier distancia terrestre casi sin pérdidas, por medio de sus conocimientos de resonancia.
Tesla había descubierto que podía producir un anillo alrededor de la tierra como una campana, con descargas cada dos horas, y también podía hacerlo resonar eléctricamente.
Tesla realizó trabajos muchos más avanzados que los otros pioneros de la transmisión sin hilos, Hertz y Marconi, quienes usaron altas frecuencias que no resonaban con la Tierra, a diferencia de las ondas de radio de altas longitudes de onda empleadas por Tesla, que tenían la ventaja de ser recibidas en sitios remotos de la tierra, o en las profundidades del mar para mantener la comunicación entre naves de superficie y submarinos.
La enorme torre de más de 60 metros de alto llamada Wardenclyffe Tower o Torre de Tesla nunca llegó a funcionar del todo por falta de presupuesto y fue derribada en 1917 tras doce años de abandono. Hoy se conserva el edificio base con una placa conmemorativa en recuerdo a Tesla y que se colocó en 1976, con motivo de su 120 aniversario.
¿Por qué nunca se han materializado los tan recomendados dispositivos de energía libre descritos por Tom Bearden, John Bedini, Bruce Desalma y Tesla entre otros? Simplemente porque un proyecto así, no interesaba ni interesa!
misteriosconxana
2 comentarios:
por supuesto que interesa pero vosotros sois unos estupidos con miedo al progreso, prefieren seguir pagando electricidad.
vosotros sois unos putos, sabiendo que es fue un gran descubrimiento para la puta raza humana, y para la evolucion de la especie, y aun asi echazan el cambio, solo por su egoismo.
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