febrero 05, 2014

¿Estamos preparados para saber más sobre nuestro origen? 1




Muchos de nosotros sí estamos preparados y este post lo escribo con el objetivo de difundir el contenido de los trabajos de Zecharia Sitchin y de algunas de las tablillas sumerias que hablaban de nuestro origen, y que fueron encontradas en Nínive en el siglo XIX y traducidas por Zecharia Sitchin en una saga de libros.

Uno de ellos en particular, no contiene ni una coma del autor (Sitchin), pues es la traducción literal del contenido de catorce tablillas que formaban un conjunto de libros titulados por Sitchin como “El Libro perdido de Enki” de Zecharia Sitchin.
Zecharia Sitchin que no era un ufólogo como dice la Wikipedia, se educó en Palestina donde adquirió conocimiento del hebreo moderno y clásico, las lenguas semíticas y europeas, el Antiguo Testamento y la historia y la arqueología de Oriente Próximo.

Es uno de los pocos eruditos versados en lenguas antiguas, con conocimiento, hablado y escrito, del sumerio, lo que le permitió traducir el contenido de textos de 6000 años y antigüedad y llegar a la conclusión de que los pasajes conocidos de Génesis del Antiguo Testamento, como muchos otros momentos conocidos de la Biblia Hebrea, que han sido asimilados en nuestra cultura, como mitos o parábolas, son en realidad pasajes recogidos de los textos sumerios, su fuente original.

Estos textos, de 6000 años de antigüedad en muchos casos, recogían sucesos y crónicas de eventos muy anteriores protagonizados por seres inteligentes, considerados por los sumerios como superiores o dioses, llegados de otro planeta.
A mediados de siglo XIX los arqueólogos descubrieron la antigua capital Asiria de Nínive (hasta entonces sólo conocida por el Antiguo Testamento) y hallaron en las ruinas del palacio de Assurbanipal una biblioteca con los restos de alrededor de 25.000 tablillas de arcilla inscritas.
Los historiadores saben ahora que la civilización sumeria floreció en lo que ahora es Irak casi un milenio antes de los inicios de la época faraónica en Egipto, y que ambas serían posteriormente seguidas por la civilización del Valle del Indo (sub-continente indio).

También es sabido que fueron los sumerios los primeros en plasmar por escrito los anales y relatos de dioses y hombres, de los cuales, todos los demás pueblos, incluidos los hebreos, obtuvieron los relatos de la Creación, Adán y Eva, Caín y Abel, el Diluvio Universal, la Torre de Babel, etc.
Los conocedores de la cultura griega y mesopotámica han plasmado la historia, ahora conocidas como mitos, de dioses y hombres, reflejados en escritos por hititas, cananeos, griegos, persas e indoeuropeos.

Todas esas fuentes atestiguan que beben de fuentes aun más antiguas, algunas de ellas descubiertas, otras perdidas.

Una extensa comparativa de los llamados “mitos” recogidos por culturas y civilizaciones como la griega y los hechos ocurridos y plasmados como históricos en las tablillas sumerias puede encontrarse en el libro “La Guerra de Los Dioses y los Hombres” de Zecharia Sitchin.
Nuevos hallazgos en paleontología, antropología, geología, astrofísica y astronomía no han hecho más que dar la razón a los que vieron desde el primer momento en el conocimiento recogido en tablillas sumerias que muchos de esos modernos descubrimientos ya se conocían y habían sido recogidos en tablillas de miles de años por los sumerios, que a todas luces fueron los depositarios del conocimiento de una civilización avanzada que llegó de otro planeta.

Estos seres tuvieron una influencia directa en los acontecimientos ocurridos en la Tierra a partir de su misma llegada y su propio planeta, Nibiru, antes incluso de ser habitado, ya había tenido un destino crítico en la formación del planeta Tierra.

Muchos de estos hallazgos y la verificación del conocimiento de las tablillas sumerias pueden encontrarse en el libro “El Genesis Revisado” por Zecharia Sitchin.

Estamos hablando de decenas de miles de tablillas de arcilla descubiertas en ruinas antiguas de Oriente Próximo. Algunas hablan de asuntos cotidianos, aspectos laborales o comerciales, otras conforman los Anales Reales; otras son literatura sagrada o textos canónicos escritos en sumerio y traducidos después al acadio (primera lengua semita) y posteriormente a otras lenguas.

En algunos de estos libros se encuentran referencias a libros aun más antiguos, perdidos que se remontan a seis mil años atrás.
lgunas tablillas describen la creación de la Tierra actual a partir de un planeta primitivo llamado por los habitantes de Nibiru “Tiamat” (dadora de vida) que se partió en dos a raíz del choque cataclísmico con Nibiru, un planeta llegado de muy lejos, que por alguna razón desconocida, se vio atraído por la fuerza gravitatoria del Sol y colisionó con Tiamat partiéndolo en dos.

Uno de los satélites de Tiamat, Kingu, dio origen a la Luna y la otra parte del planeta se extendió en lo que hoy se conoce como el cinturón de asteroides, y los sumerios llamaban “El brazalete repujado”.
Uno de los hallazgos encontrados y que se conserva hoy en el Museo Ashmolean de Oxford son unos prismas de arcilla con la lista de los diez soberanos antediluvianos, período que abarca 432.000 años de reinado (43.200 años de reinado por cada rey de media, lo que nos da la clara idea de que estamos hablando de unos seres con una longevidad pasmosa desde nuestra óptica humana).
El texto de la lista más completa escrito en cuneiforme sobre un pequeño prisma de barro (Prisma WB, 1923.444, hoy atesorado en Oxford) y conocido con el nombre de Lista real sumeria pertenece a la colección Weld-Blundell y ha sido traducida por Thorkild Jacobsen.
Ciudad / Rey
Eridu /A-lulim
Eridu / Alalgar
Bad-tibira/ En-men-lu-Anna
Bad-tibira/ En-men-gal-Anna
Bad-tibira/ Dumu-zi
Larak/ En-sipa-zi-Anna
Sippar/ En-men-dur-Anna
Shuruppak/ Ubar-Tutu
Se conocen más de una docena de ejemplares de Listas de Reyes Sumerios, encontrados en Babilonia, Susa, y en la Biblioteca Real Asiria de Nínive, del siglo VII a. C. Se cree que todos proceden de un original que probablemente fue escrito durante la tercera dinastía de Ur o un poco antes.

El ejemplar mejor conservado de la Lista de Reyes Sumerios es el llamado Prisma de Weld-Blundell.

La lista comienza así:
“Tras descender el Reinado del Cielo, Eridú (lugar donde según la Biblia estuvo el Jardín del Edén) se convirtió en la sede del Reino”.
La Lista de los Reyes Sumerios, al igual que la Biblia, habla acerca del Diluvio:
“Después de que las aguas cubrieran la tierra y que la Realeza volviera a bajar del Cielo, la Realeza se asentó en Kis”.
Tanto las Tablillas de Nippur como el Prisma de Weld dan los nombres y reinados como siguen:
REY / REINÓ EN/ DURACIÓN

Alulim /Eridú /28.000 años
Alalmar /Eridú /36.000 años
Emenluanna /Badgurgurru /43.000 años
Kichunna /Larsa /43.000 años
Enmengalanna /Badgurgurru /28.000 años
Dumuzi /Badgurgurru /36.000 años
Sibzianna /Larak /28.000 años
Emenduranna /Sippar /21.000 años
Uburrato /Shuruppak /18.000 años
Zinsuddu /Utnapishtim /18.000 años
La primera ciudad que se fundó fue Eridú.

Su santuario inicial allí, una maravilla de la arquitectura en aquellos primitivos días, se elevaría y crecería con el tiempo hasta convertirse en un magnífico templo-morada, el E.EN.GUR.RA («Casa del Señor Cuyo Retorno Es Triunfante»), adornado con oro, plata y metales preciosos del Mundo Inferior, y protegido por el «Toro del Cielo».
Estos textos sugieren que un testigo presencial de todos los acontecimientos, y quien dictó a un escriba los más importantes de entre ellos, de una importancia extraordinaria fue EA (en sumerio, Aquel cuyo hogar es agua).

Uno de esos libros, inscrito en catorce tablillas, (la última con la nota del traductor) explican la llegada a la Tierra de seres procedentes de Nibiru hace algunos cientos de miles de años con el objeto de buscar oro necesario para el restablecimiento de la atmósfera dañada en aquel entonces de Nibiru, su planeta de origen, el cual completa un Shar (una vuelta a nuestro Sol) cada 3600 años y el cual se acerca, en ocasiones de forma peligrosa, a nuestro Sistema Solar para completar cada órbita, provocando situaciones peligrosas y eventos geológicos y climáticos, tanto en la Tierra, como en Nibiru.....
Zecharia Sitchin

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