mayo 20, 2012

EL ABAD SAUNIÉRE Y EL SECRETO DE LUIS XVII


Sauniére gasto una espectacular fortuna,incluso para los tiempos que corren (alrededor de 3 millones de euros) en la restauración de la iglesia y la construcción de “La torre Magdala”, que uso como biblioteca y una opulenta casa de campo que denomino “Villa Bethania”.Viendo que las dos edificaciones mas importantes hechas por Saunieré hacen referencia a Maria Magdalena y sumándole el hecho de que los estudios realizados por la orden del Temple y el priorato de Sion, dan tanta importancia a la mujer que lavo los pies de Jesús mientras la iglesia hace de sus actuaciones algo secundario. Y un dato singular. La iglesia de Rennes le Chateau, escenario de la boda de Dagoberto II, esta consagrada a Maria Magdalena, como el mismo nombre de la iglesia indica.Además de eclesiásticos de la zona, como el abate Baux, el abate Rivière y sus dos enigmáticos, —luego veremos por qué—, y grandes amigos Antoine Gélis y Henri Boudet, párrocos de Coustaussa y Rennes-les-Bains, respectivamente. Comienzan a desfilar por Rennes-le-Château toda una serie insólitos personajes; por lo menos, no los que uno espera encontrarse en aquel lugar tan alejado de la civilización. Aparecen viejas amistades, o más que eso, como la cantante Emma Calvé y otros personajes de elevado rango social y sospechosas afinidades. Entre ellos, el francmasón y secretario de Estado para las bellas Artes, Henry-Charle-Etienne Dujardin, la escritora esotérica Andrée Brugière, o la más que iniciada en el martinismo y descendiente de famosos ocultistas, marquesa de Bourg de Bozas.Pero el principal visitante de Berenguer, apodado por todo el pueblo de Rennes como el extranjero, era nada menos que el archiduque de Austria-Hungría, Juan de Habsburgo. Más tarde, la perplejidad aumentaría cuando, a través de los estados de cuentas, se certificó la existencia de una sustanciosa suma que el archiduque cedió al abate.Saunière, secundado por la indispensable Marie Darnaud, que ya por entonces acostumbraba a lucir lujosos vestidos comprados en París, se desvivía en atenciones con sus huéspedes. Haciendo siempre gala de la mejor de las sonrisas, no reparaba nunca en gastos para lograr que su estancia en Rennes-le-Château se viera colmada hasta en los más ínfimos deseos. Animado conversador, disfrutaba sorprendiendo a sus contertulios con todo tipo de curiosidades provenientes de lejanos países o que él mismo encargaba para entretener las reuniones. Así, por ejemplo, se menciona el encargo hecho por el párroco a un prestigioso cristalero de un juego de copas de cristal de diferentes tamaños, de tal forma que al ser sucesivamente golpeadas con una cucharilla reproducían la melodía del Ave María. Uno más, dentro de sus innumerables caprichos de nuevo rico. Coleccionó más de 2.000 tarjetas postales y cerca de 10.000 sellos de correos. También se rodeó de un pequeño zoo compuesto de pavos reales, perros, cacatúas, cientos de exóticos peces y hasta monos. Los recursos de Sauniére parecían ilimitados. Según cálculos actuales, nuestro extravagante párroco gastó, hasta el día de su muerte y en sólo 21 años, la increíble suma de 461 millones de pesetas.Mas todas estas atenciones no podían ser motivo suficiente para que personas acostumbradas al lujo y la buena vida se tomaran la molestia, —y en aquella época, con el pésimo estado de los caminos, resultaba mucha—, de visitar tan a menudo al abate Bérenger Saunière. ¿Escondían tras sus respetables apariencias algo más que una simple disposición hacia los asuntos de índole espiritual…¿que secreto guardaba? …………Si Sauniére descubrió la famosa cripta de los señores de Rennes, éstos podían ser los restos de la familia Hautpould, puesto que en aquella época les pertenecía el señorío de Rennes. Muchos hombres de esta ilustre familia eran miembros de la francmasonería de rito escocés, y era normal que muchos de ellos se enterraran con documentos masónicos o rosacruces, más si hacían referencia a las pretensiones dinásticas de determinadas monarquías europeas.Recordemos que los Hautpould, lejos de sostener al Partido Orleanista, defendieron la causa legítima de los últimos borbones, representada entonces por el nieto de Carlos X, refugiado en el imperio de los Habsburgo. Para los partidarios de esta causa, Luis XVII habría sobrevivido a su cautiverio del Temple. Sin embargo, todas las tentativas de restauración fracasaron. Un dato importante en esta complicada madeja es que el propio Sauniére afirmó haber recibido las primeras cantidades de dinero de María Teresa de Austria.Aunque la archiduquesa detestaba Francia, en 1886 y a punto de morir, tuvo la necesidad de donar a Sauniére la cantidad de 3.000 francos de oro, que él anotó en sus libros de cuentas.Así pues, es posible que Sauniére se hubiese unido a la causa monárquica a partir de su descubrimiento, o bien a raíz de su viaje en 1891 a París, en donde empezó a frecuentar círculos herméticos promonárquicos. La existencia de documentos que demostrasen que Luis XVII no murió en su cautiverio, podría cambiar la Historia de Europa. El ministro del Interior del rey de Prusia, Von Rochow, afirmó: "Estoy convencido de que Luis XVII ha sobrevivido, pero si esto se supiese de cierto, supondría el deshonor para todas las monarquías europeas, pues todas se habrían prestado, con conocimiento de causa, a un fraude al elevar al trono en 1814 a Luis XVIII... Esto cambiaría el mapa de Europa". Desde este punto de vista, el misterio de Rennes parece resolverse, e independientemente de que los manuscritos de Sauniére fuesen verdaderos o no, habrían supuesto, una inagotable fuente de riquezas a cambio de silencio. Sauniére representaría el papel de intermediario en un juego que implicaría a las principales sociedades secretas europeas y a gente muy importante………………..

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