junio 13, 2012

EL PLAN CÓSMICO....SIXTO PAZ WELLS...



Los extraterrestres nos dicen que nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene un gobierno compuesto por 24 seres a los que ellos llaman Los 24 Ancianos de la Galaxia. Esos 24 seres no representan a 24 civilizaciones sino a la evolución misma. Todos los mundos más evolucionados en [5] capacidad de ayudarse a sí mismos y a ayudar a otros que están en vía de evolución se encuentran regidos bajo la supervisión de estos 24 seres. Ellos son: Los 24 Ancianos tienen participación en el Consejo de los Nueve de Andrómeda, formando así una especie de Concilio de 33 miembros que representan a la "Gran Hermandad Blanca de la Estrella". El Consejo de los Nueve, constituido por un representante de cada una de las nueve galaxias de nuestro Universo Local, está formado por: Alcim, Gonamar, Leteon, Olmax, Oracel, Ralbot, Sagñac, Sullantes y Sumesla. Por debajo de la Gran Hermandad Blanca de la Estrella se encuentran: Los Ingenieros Genéticos o Sembradores de Vida En La Biblia se les denomina, Elohim. Son razas extraterrestres la mayoría de ellas concentradas en las estrellas pléyades que tienen un avance tecnológico asombroso, y que les permite actuar como "Arquitectos de Planetas" o como sembradores de patrones de vida, teniendo la facultad de modificar físicamente la estructura de las criaturas. Poseen también la facultad científica de manipular concientemente el concepto de "tiempo". Los Guardianes y Vigilantes Constituyen el "brazo derecho de la Confederación". Se encargan de velar por la protección de mundos que se encuentran en vías de evolución, como la Tierra, evitando la intromisión de civilizaciones extraterrestres que esgrimen intenciones bélicas o de colonización, o, inclusive, estudios científicos no autorizados por el orden establecido desde la Confederación de Mundos de la Galaxia. Generalmente, los Guardianes y Vigilantes poseen bases orbitales próximas a los planetas en observación o bajo "cuarentena", siendo el caso propio de la Tierra, que es vigilada desde una estación espacial denominada "Celea", y que se encuentra oculta tras la Luna. [6] Los Instructores o Guía Son los que están más cerca de nosotros. Su función es orientar misiones de ayuda planetaria, como la Misión RAHMA, para motivar el despertar de conciencia de la raza humana y prepararla para el Tiempo Nuevo. Los Guías pasarían por un periodo de adiestramiento para comprender la forma de vida que asistirán. Esta preparación, involucra un estudio profundo de la cultura-objetivo, y la forma más adecuada de llegar a estas razas. En el caso concreto de la Tierra, los Instructores se formaron en una suerte de "universidades espaciales", donde no sólo profundizaron los conceptos de la cultura terrestre, sino que estudiaron también el mecanismo más viable de comunicación, y que motivaría el despertar progresivo de facultades dormidas en el hombre: la telepatía. Por ello, los Instructores o Guías, a pesar de ya poseer esta facultad, fueron entrenados como Doctores Mentales, y así poder operar efectivamente en un mundo de energías movilizadas como la Tierra. Todos ellos los seres del Universo Material fueron los que recibieron el encargo de venir a acelerar el proceso de la vida para que se crearan las condiciones para que con el tiempo surgiera vida inteligente en nuestro planeta. Los primeros seres del Universo Material que vinieron a la Tierra se instalaron en bases submarinas muy cerca de la Antártida, cuando ésta se hallaba en el ecuador, en un escenario planetario donde los mares eran ácidos. Aquellos visitantes provenían de un sistema planetario de la Constelación del Cisne, a 6.000 años luz de nuestro Sistema Solar. Ellos sembraron esporas en nuestro mundo, hace unos 3.000 millones de años, para cambiar la acidez de los mares y convertirlos en alcalinos, y así modificar las condiciones químicas del planeta. A esta primera humanidad o civilización extraterrestre se le conoce como la Antártica, o los "Padres Antiguos". Sembrando los patrones de vida Los visitantes científicos extraterrestres, al igual que los Ingenieros Genéticos de las Pléyades, estaban capacitados para estimular la vida en un planeta. En este caso, ellos sembrarían patrones de vida provenientes de Orión, la civilización más emblemática del Universo Material para desarrollar el Plan, por cuanto eran sinónimo del estancamiento cósmico, al haber seguido una línea de comportamiento excesivamente mental heredada de los Resplandecientes y que les llevaría, inclusive, a conducir equivocadamente el conocimiento alcanzado a través de guerras y enfrentamientos estelares. Así, los científicos extraterrestre depositaron en la Tierra una molécula auto-replicante, que derivaría más tarde en el desarrollo de formas de vida complejas. El poseer un origen foráneo Orión en este caso procuraba observar a una humanidad nueva, terrestre, pero con las mismas influencias u obstáculos que afrontaron las civilizaciones extraterrestres que las precedieron. Cómo era la Tierra Antes de la visita de los científicos del Cisne, en la Tierra primitiva no había aún ningún ser vivo. El modelo que actualmente manejan muchos científicos nos presenta una corteza bastante caliente, compuesta de roca primitiva bañada por mares en continua ebullición y en equilibrio con [7] nubes cargadas de lluvia y electricidad estática, que se descargaban en forma de violentas tormentas con rayos y centellas. A medida que descendió la temperatura, poco a poco se fueron formando al "azar" según la opinión de la ciencia otras sustancias necesarias para la eventual formación de las primeras moléculas capaces de auto-reproducción: formato, aspartato, lactato, glicina, ribosa, adenina y glucosa. ¿Por qué se pueden formar estas moléculas? Todo ello, desde luego, no fue fruto del azar, sino de la propia intervención extraterrestre y la "siembra" de los patrones de vida , que se basaba no sólo en un inimaginable conocimiento químico, sino también de su íntima y secreta relación con la geometría. Por ejemplo, el empleo del "tetraedro". Es interesante saber que tanto el carbono como el nitrógeno y el oxígeno son fundamentalmente tetraedros, que de alguna manera buscan asumir esa geometría de manera tal que tendrán la mayor estabilidad cuando en los cuatro vértices del tetraedro se encuentren dos electrones con espín opuesto. Esto es importante, por cuanto cualquier otra estructura será menos estable y susceptible de reaccionar con otros átomos. Por supuesto, los seres del Cisne sabían todo esto. Desde 1990, Christopher Chyba del Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre propuso que el agua y los gases de la atmósfera terrestre provienen de la colisión con cometas, meteoritos, etc. que no sólo trajeron agua y gases sino aminoácidos y otras moléculas orgánicas......Evidencia de que esto pudo haber sido, así es que en los Cometas Halley, Hale-Bopp y Hijakutake se detectó la presencia de querógeno, etano y metano. Hoy por hoy esta teoría, llamada "panspermia" por los científicos que la apoyan, señala la Nebulosa de Orión como el posible origen de las primeras moléculas en la Tierra. La presencia de los científicos del Cisne explica cómo llegaron esas moléculas. Y como hemos visto anteriormente, por qué se escogió Orión como modelo de "siembra". Posteriormente, en la era secundaria, millones de años después, llegan a nuestro mundo un grupo de colonos extraterrestres que se van a instalar en la parte norte de Europa y Groenlandia -la mayor isla de la Tierra en la región polar ártica-, fundando así la mítica Hiperbórea, con su capital Tule o Tollán. Groenlandia, Islandia y las islas de Spitzberg serían los vestigios geológicos de ese fabuloso continente hiperboreal, que disfrutaba de un clima tropical, con una vegetación extraordinaria. Los importantes yacimientos de carbón fósil bajo el hielo de estas islas, demuestran que allí creció hace mucho tiempo una exuberante vegetación. Irónicamente, Groenlandia significa "tierra verde". Este sería el lugar elegido por los cosmonautas extraterrestres, en donde edificarían una portentosa ciudad que las leyendas, aun hoy en día, recuerdan. Los Vigilantes de Alfa Centauro Aquellos visitantes eran viajeros estelares, de la categoría de Guardianes y Vigilantes, altos y corpulentos, de tez blanca y de cabello claro que les caía por detrás de los hombros. Provenían de Alfa Centauro, una de las estrellas más próximas a la Tierra (4.2 años luz), aunque, en realidad, se movilizan continuamente por el espacio visitando pacíficamente los diversos mundos que esgrime nuestro Universo Material. Precisamente, por la experiencia que poseían en diferentes planetas, llegaron a nuestro planeta, en plena Era Secundaria, para establecer una base temporal que confrontara, como si se tratase de un "test", cómo una civilización podría adaptarse a un mundo que resultaba [8] impredecible por sus características UR y, también, peligroso, por el mismo hecho de ser inestable y en continua formación. El Impacto Cósmico y la Extinción Masiva El problema de los planetas Ur es que como son tan sensibles, tienen una gran fuerza magnética por llamarlo de alguna forma que atrae asteroides, cometas, o aerolitos que pueden fácilmente destruirlos. Y ello fue lo que sucedió. Un impresionante impacto en la Tierra puso en jaque la vida que hasta entonces se había desarrollado, como los dinosaurios, especie gigante de criaturas que, de haber sobrevivido y en este punto muchos científicos concuerdan millones de años más tarde podrían haber evolucionado a un tipo de vida inteligente, quizá humanoide, pero con aspecto de "reptil", muy similar a una de las civilizaciones que habitan en Orión. Este detalle, obviamente, no es casual, por cuanto los patrones de vida que se "sembraron" en el planeta, como vimos anteriormente, provenían de la mismísima Nebulosa de Orión. El accidente cósmico afectó considerablemente la Tierra. Ello habría ocurrido hace unos 65 millones de años; y la huella del espantoso impacto, aun puede apreciarse bajo las aguas, frente a la Península del Yucatán. Según la ciencia, a lo largo de la historia terrestre se han registrado unas 14 destrucciones masivas, y en donde operaron diversos factores que las precipitaron causas biológicas, cambios en la dinámica del planeta, impactos de asteroides pero ninguna fue tan terrible como la que acabamos de mencionar. Para que tengamos una idea de lo que fue este impacto: El asteroide, de 9.5 kilómetros de diámetro basándonos en los estudios científicos más rigurosos se estrelló a 100.000 kilómetros por hora, liberando una energía equivalente a 100 millones de bombas de hidrógeno. Todo quedó totalmente destruido en 180 kilómetros a la redonda. El impacto pulverizó billones de toneladas de roca que quedaron en suspensión en la atmósfera, impidiendo el paso de la luz solar. Una vez se depositó todo el polvo, el CO2 acumulado en la atmósfera uno de los responsables del efecto invernadero produjo un incremento de temperatura. Los glaciares se derritieron, el nivel de los mares subió y se modificaron los ecosistemas, extinguiéndose una gran cantidad de especies. Se estima que las especies marinas extinguidas alcanzaron un total del 76 por ciento. Los visitantes de Alfa Centauro, ante este panorama, huyeron, utilizando una especie de puerta interdimensional que hasta hoy en día registra cierta actividad, en el extremo norte del planeta. Sólo unos pocos se quedaron en nuestro mundo, logrando sobrevivir en sus refugios subterráneos. A esta civilización no olvidemos de origen extraterrestre es a la que se refieren las leyendas germánicas como "Hiperborea" o "Asgard". Y por si fuera poco, el episodio del impacto que hemos detallado y la huida de el mayor grupo de los Vigilantes es recordado, también, por la tradición de los países nórdicos bajo el nombre de "Ragnarok", que curiosamente significa: "El Ocaso de los Dioses". Este impacto cósmico que no pudo ser evitado hizo que la Tierra fuera el primer planeta de los ocho seleccionados que fuera desestimado y declarado fuera del plan. Tiempo después, cuatro de los siete restantes se destruyeron totalmente. No quedó nada de ellos. Por lo tanto restaban solamente tres planetas. Así, los encargados de vigilar el Plan se acordaron de nuestro globo y decidieron regresar dándose cuenta que en la Era Terciaria, la vida [9] se había comenzado a recuperar casi "por sí misma", basada en la gran fuerza vital que poseía la Tierra. Hay un punto de vital importancia que no debemos pasar por alto. Quienes observaban y dirigían el proyecto de vida en la Tierra, decidieron enviar a un grupo de seres extraterrestres, verdaderos experimentadores interplanetarios, que "viajarían" a través de pliegues cósmicos o puertas estelares al "pasado", en un espacio contenido dentro del Gran Espacio, siguiendo una especie de ruta cósmica que se basa en la figura del espiral, "La Rueda del Tiempo" o el ciclo natural de evolución en el Universo. De esta forma, crearon una suerte de "desfase temporal" en nuestro planeta, dándole así una vida paralela en un tiempo alternativo, que nos acompañará a lo largo de miles y miles de años hasta que volvamos a reconectarnos con el Real Tiempo del Universo. Operadores del Tiempo El tiempo es una forma mental que procura definir la duración de las cosas, una ilusión basada en el movimiento del Universo en el espacio. La idea de tiempo va en relación con la conciencia del ser, si su percepción se limita a una tercera dimensión, el tiempo lo concibe como algo lineal, como una continuidad; pero cuando descubre su naturaleza multidimensional e ingresa en una cuarta dimensión, se da cuenta que el tiempo se mueve en una espiral y que no existe más allá de su conciencia; y que simultáneamente hay varios espacios dentro de un espacio mayor que podríamos llamar el Real Tiempo del Universo. Como el Proyecto-Tierra requería de ciertas condiciones para el Plan Cósmico entre ellas, la aparición del ser humano los "Operadores del Tiempo" establecieron esta "paradoja" para poder crear aquellas civilizaciones con condiciones específicas que permitan una evolución acelerada, como es el caso de la raza humana. Esta paradoja espacio-tiempo habría dado como consecuencia una "aceleración" del tiempo en algunos sectores del universo donde sería posible que estas razas evolucionen a una velocidad mayor que la "normal". Esto nos recuerda aquel pasaje de La Biblia que dice "y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; más por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados..." (San Mateo 24:22). La Máquina del Tiempo La instauración del tiempo alternativo habría tenido dos fases. La primera se realizó cuando la Tierra fue ubicada como planeta UR. A través del mecanismo del viaje en espiral que mencionamos, aquellos Operadores del Tiempo crearon el desfase, con la intención de modificar el futuro nefasto de planetas inestables como la Tierra. De lo contrario, tarde o temprano nos hubiésemos destruido. No obstante, no fue suficiente. La extinción masiva en la Era Secundaria demostró que faltaba algún mecanismo que ajustara la Tierra en su propia dinámica de tiempo y supervivencia. Así, la segunda fase y definitiva fue llevada a cabo por seres provenientes de las estrellas Pléyades, Ingenieros Genéticos y Arquitectos de Planetas, quienes instalaron una especie de "máquina" en lo que más tarde sería una imponente civilización humana, y desconocida por muchos: Kayona. Esta se ubicaba en la actual Sudamérica, en una región tropical, más los cambios [10] del planeta desviación del eje y desplazamientos de la corteza la sepultaron bajos los hielos de la hoy llamada Antártida. La máquina en mención, es como el "estabilizador de voltaje" por describirla de alguna manera del planeta y su tiempo "artificial". En ella está todo el conocimiento de cómo estos seres dominan el concepto de Tiempo. Aquella tecnología, ante nuestros ojos mágica, habría sido instalada en nuestro mundo hace 100 millones de años, en un nuevo viaje al pasado, por cuanto tenía que hallarse en funcionamiento antes del gran impacto... Nos encontramos en la Era Terciaria, inmediata a la Era Secundaria es decir, hace unos 65 millones de años . El equipo de extraterrestres de las Pléyades, luego de "reparar" la depredación del planeta a consecuencia del gran impacto, se establecieron con su gran nave laboratorio un portento tecnológico de 50 Km. de diámetro que funcionaba, además, como un invernadero en un continente ahora desaparecido, aquel que el zoólogo inglés Philip R. Slater denominara Lemuria (un puente terrestre entre África y Magadascar). La misión científica extraterrestre estaba integrada por un equipo de siete Ingenieros Genéticos o Elohim. Su principal misión era preparar la aparición del primer ser humano. El Andrógino y la aparición del Hombre El primer paso fue intervenir a un grupo de proto-homínidos remotos antepasados del hombre que llevaron al interior de la gran nave. Así, fruto del experimento, los Elohims consiguieron una variedad de andróginos; es decir, seres que poseían ambos sexos. Sin embargo, y a pesar que el proyecto inicial fue todo un éxito, los andróginos no se adaptaron a la densidad del plano, por lo que se podía prever que no sobrevivirían al ser tan frágiles y sensibles frente a la agresiva dinámica de cambio que imperaba en aquel entonces en nuestro planeta. Ello originó que los científicos espaciales realizaran una variación en el proyecto genético, interviniendo nuevamente a los andróginos para transformarlos, a través de alta cirugía, en seres de un sólo un sexo. Es decir, que fueron convertidos en machos y hembras. El resultado fue un grupo de Adanes y Evas de raza negra la original del planeta que pronto se diseminarían por todo el globo.

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