agosto 09, 2012

REGISTROS ANCESTRALES....(2)



En la parte izquierda de la talla pueden observarse detalles enormemente importantes. El hombre de la barba cuenta su historia sobre un altar que lleva el símbolo de una cuchilla umbilical. Este era el símbolo por el cual se identificaba a Ninti, la diosa sumeria que ayudó a Enki a crear al hombre, en los sellos cilíndricos y en algunos monumentos. Cuando los dioses se repartieron la Tierra, a ella se le dio el dominio sobre la península del Sinaí, fuente de las apreciadas turquesas de los egipcios. Éstos la llamaban Hathor y la representaban con cuernos de vaca, como en esta escena de la Creación del hombre. Estas coincidencias refuerzan la conclusión de que la estela de Izapa ilustra los relatos del Viejo Mundo acerca de la Creación del hombre y del Jardín de Edén. Y, además, están las representaciones de las pirámides parecidas a las de Gizeh, que aparecen en la base de la talla, junto al río. Cuanto más se examina este milenario grabado, más se convence uno de que merece ser estudiado a fondo.

La Quinta Civilización del Sol

La historia de lo que se ha descubierto de los mayas comienza en el año 600 aC. En el monte Albán aparecieron unas enormes piedras talladas con el primer registro del lenguaje de los mayas, los números. Figuras danzantes fechadas con los números mayas: la concha en forma de boca que representa el número 0, el punto que representa el número 1 y la línea que representa el número 5.
Pero recién en el año 300 dC comienza realmente el desarrollo de lo que podemos considerar maya. Seres que dedicaron su vida a estudiar y registrar la galaxia.
Después de casi 600 años de intensa actividad constructora y de un asombroso desarrollo científico, en el año 830 dC, súbitamente, desaparecen en forma misteriosa. Abandonan todo, dejan intactas sus casas, sus ciudades y sus templos, que poco a poco son devorados por la selva. Quedan algunos pocos custodios a cargo de lo abandonando, supervisores de la herencia que nos dejaron.
Pasan aproximadamente 200 años desde el abandono, la mayoría de sus ciudades desaparecen entre la selva y en ese momento algunas de ellas son repobladas nuevamente. En el año 949 dC, el rey tolteca conduce a su pueblo hacia el sur, huyen de la invasión bárbara de los chichimecas del norte que han destruido su capital, Tula. Los toltecas ocupan nuevamente algunas de las ciudades mayas abandonadas y las hacen renacer, pero nunca llegan a los mismos niveles de desarrollo. La época maya-tolteca dura desde el año 1000 hasta el año 1350 d. C. cuando comienzan a desaparecer lentamente.
En el siglo XVI, cuando llegan los conquistadores españoles la mayoría de sus ciudades estaban cubiertas nuevamente por la selva y para el siglo XVIII, lo poco que quedaba de ellos ya no existe. De las investigaciones sobre las ruinas de sus ciudades, de los estudios de las fechas y números tallados en sus muros, de su exacto calendario, de sus códices y libros sagrados están reapareciendo sus conocimientos y se está descifrando su misterioso mensaje de alerta y esperanza.
Miles de sacerdotes, astrónomos y matemáticos mayas se dedicaron a medir, registrar y estudiar durante siglos al Sol y a todas las estrellas y planetas. Hace 1200 años fueron tan avanzados que calcularon la distancia que recorre nuestro planeta anualmente alrededor del Sol, tuvieron tanta precisión que hoy la NASA sólo tiene segundos de diferencia con las medidas que obtuvieron los mayas. Calcularon que la Tierra daba la vuelta al Sol en 365.242010 días. Hoy, el año de Greenwich es de 365.2422 días, una increíble diferencia de sólo 17 segundos y 28 centésimas.
También los mayas calcularon el año del planeta Venus y lo establecieron en 584 días. Hoy la NASA dice que la medida es 583.92 días por año, prácticamente lo mismo. ¿Cómo pudieron hacer estos cálculos tan exactos sin tener instrumentos de precisión? Su ciencia astronómica estaba 1000 años más adelantada que la de todos sus contemporáneos.
Encontraron los pulsos que recibe cíclicamente el Sistema Solar del centro de la galaxia. Construyeron ciudades como Tulum, rodeadas por murallas; no para su defensa sino para usarlas como punto de referencia de la aparición del Sol y los planetas.
En matemáticas eran muchísimo más avanzados. Su sistema aritmético era vigesimal, es decir, contaban de 20 en 20. Un sistema con base en el número 2, lo que lo convierte en un sistema binario exponencial, un sistema matemático armónico con el Universo, el mismo que utiliza la naturaleza para la división de las células.
También utilizan los números de manera simbólica, convirtiéndolos en entidades mágicas, seres armoniosos que cuentan una historia, como el I-Ching. Tenían el calendario más exacto hecho por cualquier civilización antigua sobre la tierra. Ateniéndose a los ciclos lunares, el año estaba compuesto por 13 meses de 28 días cada uno y un día a parte al final del calendario para recibir el nuevo año (28×13=364+1=365 días). Un calendario que sirve para sincronizar el ciclo de la Tierra, la Luna y el Sol con el Universo.
Palenque, Muestra de la Grandiosidad de la Cultura Maya..Engranaje de los Distintos Ciclos Naturales
Los mayas también fueron muy avanzados en su manera de cultivar la tierra y cosechar los alimentos para todo su pueblo. Construyeron redes de canales de riego para mantener irrigada la tierra. Su arte era absolutamente bello. Los bajorrelieves y las esculturas en piedra tienen una elegancia clásica. Las delicadas figuras de cerámica de sus soberanos, sacerdotes, artesanos y de todo el mundo funcionaban como las fotos de la época. Son unos de los documentos más importantes para entender su vida, sus costumbres y poder llegar hasta su mente y corazón.
Es impresionante la cantidad de ciudades y monumentos que construyeron. Vivían como los griegos, en ciudades-estado. Las pirámides eran basamentos, torres para las divinidades, escaleras al cielo que suben a los templos que dedicaban a las esencias de todas las cosas. Eran tan avanzados que utilizaron la producción en serie. Todos los elementos repetitivos de sus palacios eran diseñados mediante la utilización de moldes y luego se producían de manera industrial para ensamblarlos con increíble precisión.
Con bajorrelieves tallados en piedra, enormes esculturas y pinturas murales adornaban sus palacios. Colocaban estelas, que son grandes piedras talladas donde se contaba la vida de su soberano, en sus plazas y caminos. En los muros de sus palacios narraban los acontecimientos colectivos. Utilizaban los techos y pisos de sus plazas para recoger el agua y canalizarla hacia enormes depósitos.
Mientras construyeron sus pirámides y observatorios encontraron una manera de conocer el Universo, inventaron su sistema para registrar los procesos naturales, lo estudiaron, lo organizaron, lo consolidaron y lo dejaron escrito en la piedra como un monumento a la sabiduría. Construyeron con una tecnología que se perdió en el tiempo, al igual que el misterio de su desaparición.
La mayor parte del pueblo maya desapareció sin dejar ningún rastro, súbitamente. Abandonaron sus casas, sus templos y sus ciudades como si el tiempo se hubiera detenido en ese instante. Sólo a través de su herencia, de lo que hemos encontrado sobre su vida diaria, de sus muestras evidentes de sabiduría podremos establecer porqué y cómo lo hicieron. Son muchas las preguntas que todo esto nos genera ¿Será que aprendieron a usar la mente más allá del 10% de la que nosotros la utilizamos? ¿Obtuvieron niveles altísimos de energía vital después de largos procesos de purificación? ¿Será que utilizaron mantras, palabras sagradas repetidas rítmicamente en ceremonias místicas, para producir estados alterados de consciencia colectiva? ¿Adónde se fueron sus sacerdotes, sus astrónomos y sus matemáticos? ¿Pudieron abrir una puerta a otro espacio u a otro tiempo, a otra dimensión de realidad, tal vez paralela a la nuestra pero más elevada? Sabemos que muchos antiguos profetas, como dice en la Biblia, al abrir esa puerta se convirtieron en una brillantísima esfera de luz y abandonaron conscientemente este mundo.
Ahora, ¿qué ciclo fatal descubrieron a través del Sol? ¿Qué ciclo fatal descubrieron a través de los números? ¿Por qué interrumpen su calendario precisamente en nuestra época? ¿Será que quieren llamar nuestra atención hacia estas fechas? A partir de 1999 empezaron a correr los últimos 13 años, el tiempo exacto para que cambiemos y nos impulsemos juntos hacia una nueva era de paz y de armonía.
Hace 13 mil años, Vega o Lyra era la estrella polar. Desde entonces, ¡cuántos cambios ha visto nuestro planeta! Cuántas naciones y razas han nacido, han tocado los pináculos de su esplendor y después han decaído. Cuando hayan pasado 13 mil años desde nuestra desaparición, la estrella polar habrá asumido, otra vez, su posición original en el norte, completando un ‘Año Platónico o un Gran Año’ ¿y ustedes piensan que los humanos de entonces sabrán más acerca de nuestra historia de lo que sabemos nosotros sobre las civilizaciones pasadas? En verdad, podríamos exclamar, en términos casi salmistas: ‘Gran Dios, Creador y Director del Universo, ¿qué es el hombre para que Tú lo cuides tanto?’” ¡Amén! Debería responder un ser que aun cree en un Dios “Creador y Director del Universo“. Dicho lo anterior, ahora podemos introducir algunas de las razones por las cuales creemos en la historia de la Atlántida y de Mu, continentes sumergidos. Tenemos, como prueba, las tradiciones más antiguas de las poblaciones más heterogéneas que vivieron en continentes distantes: las leyendas en la India, en la antigua Grecia, en Madagascar, Sumatra, Java y todas las islas principales de la Polinesia y de las Américas. Ya sean los salvajes o las tradiciones literarias más ricas en el mundo, la literatura sánscrita de la India, convienen en decir que, en un pasado remoto, en el océano Pacífico existía un gran continente que, debido a un seísmo geológico, se sumergió.
Creemos que la mayoría de las islas, si no todas, del archipiélago malayo hasta la Polinesia, son fragmentos de un inmenso continente de antaño, ahora sumergido. La Malaca y la Polinesia, que yacen en los antípodas del océano Pacífico y que se supone que no pudieron haber trabado alguna relación o saber de la existencia mutua, poseen, todavía, una tradición común en todas las islas y los islotes, según la cual, sus respectivos continentes se extendían por un amplio tramo en el mar; en el mundo existían sólo dos inmensos continentes: uno habitado por seres amarillos y el otro por negroides. Y el océano, obedeciendo a la orden de los dioses y para castigarlos por sus incesantes peleas, los sumergió. Es un hecho geográfico que la distancia entre Nueva Zelandia, Sandwich y las Islas de Pascua llega hasta unos 7000 kilómetros. Y, según parece, ni ellas, ni ninguna isla intermedia, tales como las Marquesas, Sociedad, Fiji, Tahiti, Samoa y otras, pudieron comunicarse desde que se convirtieron en islas y antes de la llegada de los europeos; ya que las poblaciones indígenas desconocían la brújula. De todos modos, en cada una de estas islas se sostiene que sus respectivos países se extendían hacia occidente, rumbo a la vertiente asiática. Además, todos hablan dialectos dimanantes, evidentemente, del mismo idioma y, debido a las pequeñas diferencias, pueden entenderse sin muchos problemasTienen las mismas creencias religiosas, las mismas supersticiones y costumbres muy parecidas. Puesto que pocas islas polinésicas fueron descubiertas antes del siglo pasado, Europa desconocía la existencia del océano Pacífico hasta los días de Colón. Y los isleños jamás cesaron de repetir las mismas antiguas tradiciones desde que los europeos pisaron sus riberas, por lo que parece una deducción lógica que la teoría expuesta se acerca a la verdad.
Se denomina monogenismo a la doctrina antropológica que defiende que todos los individuos de la especie humana descienden de una única pareja inicial. La postura opuesta, es decir, la suposición de que existieron más de un primer hombre y una primera mujer se conoce con el nombre de poligenismo. Los monogenistas afirman que las planicies de Asia Central fueron el centro donde apareció la raza humana. Desde este lugar, oleadas sucesivas de emigrantes se instalaron en los lugares más recónditos del mundo. No es una sorpresa que los antiguos chinos, hindúes, egipcios, peruanos y mexicanos, que en un tiempo habitaban en el mismo lugar, muestren similitudes muy marcadas en ciertos puntos de su vida. La proximidad de los dos continentes a través del estrecho de Behring, se supone que permitió a los emigrantes efectuar el pasaje de Asia a América. Un poco hacia el sur, está la corriente de Tassen, que abre una gran ruta para los navegadores asiáticos. Los chinos han sido una nación marítima desde la antigüedad remota y puede ser que sus barcos se asemejasen a los del navegador portugués Cabral, capaces de llegar a la costa americana. Sin embargo, omitiendo todas las cuestiones de posibilidades y accidentes, sabemos que los chinos descubrieron la aguja magnética ya en el 2.000 a.C. Con su ayuda y la de la corriente de Tassen, no debe haberles resultado difícil llegar a América.
En efecto, según nos informa Paz Soldán en su “Geografía de Perú“, establecieron una pequeña colonia en este país y “al finalizar el quinto siglo, los misioneros budistas enviaron misiones religiosas para que llevaran sus doctrinas a América“. Helena Blavatsky no pone en entredicho la afirmación de que: “jamás ocurrió una sumergimiento de tierra tan gigantesca capaz de producir el océano Atlántico y Pacífico“; ya que no pretende sugerir nuevas teorías sobre la formación de los océanos, los cuales pueden haber mantenido su posición actual desde que aparecieron. Sin embargo, continentes enteros pueden haberse subdividido en fragmentos parcialmente sumergidos, dejando un sinnúmero de islas como parece que aconteció con la Atlántida cuando se hundió. En algún período prehistórico y mucho antes de que La Tierra tuviese naciones llamadas civilizadas, Asia, América y tal vez Europa, pertenecían a una vasta formación continental unida por istmos como el Estrecho de Behring o por sábanas de tierra mucho más amplias.
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El León mira a la derecha, mientras todas las caras de los jeroglíficos miran a la izquierda.
El Ojo Sagrado está representado en sus dos posiciones: el viejo, hacia la izquierda, y el nuevo (la Creación), hacia la derecha.
EL DÍA EN QUE EL SOL SE DETUVO EN CANAÁN FUE LA NOCHE SIN AMANECER EN LAS AMÉRICAS.
El acontecimiento, así verificado, se levanta como una prueba irrefutable de la veracidad de los recuerdos andinos de un Imperio Antiguo que comenzó cuando los dioses concedieron a la humanidad la varita de oro en el lago Titicaca. Los expertos han estado pugnando durante generaciones con este relato del capítulo 10 del Libro de Josué. Algunos lo han descartado como mera ficción; otros ven en él los ecos de un mito; y otros más intentan explicarlo en términos de un eclipse de Sol inusualmente prolongado. Pero no sólo es que estos eclipses de Sol son desconocidos, sino que, además, el relato no habla de la desaparición del Sol. Al contrario, relata un acontecimiento en el cual el Sol continuó viéndose, colgado en los cielos, durante «casi un día entero» ¿digamos veinte horas?,,,
Sea cual sea la causa exacta del fenómeno, lo que nos interesa ahora es su ubicación temporal. Eminentes arqueólogos y expertos bíblicos llegaron a la conclusión de que el Éxodo tuvo lugar alrededor del 1500 a.C. Dado que los israelitas erraron por los desiertos del Sinaí durante cuarenta años, el acontecimiento observado por Josué tuvo que ocurrir poco después. La pregunta ahora es la siguiente: el fenómeno opuesto, la noche interminable, ¿ocurrió en los Andes al mismo tiempo? Desgraciadamente, la forma en que los escritos de Montesinos han llegado hasta los expertos actuales deja algunas lagunas en los datos relativos a la duración del reinado de cada monarca, y esto nos obligará a obtener la respuesta dando un rodeo. El acontecimiento, según nos informa Montesinos, tuvo lugar en el tercer año del reinado de Titu Yupanqui Pachacuti II. Para determinar este momento, tendremos que calcular desde ambos extremos. Se nos dice que los primeros 1.000 años desde el Punto Cero se cumplieron durante el reinado del cuarto monarca, es decir, en el 1900 a.C; y que el trigesimose gundo rey reinó 2.070 años después del Punto Cero, es decir, en el 830 a.C.
Los expertos han ignorado por completo como pista válida la reiterada afirmación de las leyendas andinas de que hubo una terrorífica oscuridad en tiempos remotos. Nadie se ha preguntado si no sería ésta la misma oscuridad -la no aparición del sol en el momento en que debería de haberlo hecho- de la cual hablan las leyendas mexicanas en el relato de Teotihuacán y sus pirámides. Pues, si de verdad sucedió este fenómeno, que el sol no salió y la noche se hizo interminable, debió de ser algo que se pudo observar en todo el continente americano. Los recuerdos colectivos mexicanos y los andinos parecen corroborarse entre sí en este punto, apoyando así la veracidad de ambos, como dos testigos ante un mismo acontecimiento. Pero, por si esto no fuera lo suficientemente convincente, podemos recurrir a la Biblia en busca de evidencias, y podemos recurrir nada menos que a Josué como testigo.
Según Montesinos y otros cronistas, un acontecimiento de lo más inusual tuvo lugar durante el reinado de Titu Yupanqui Pachacuti II, decimoquinto monarca del Imperio Antiguo. Fue en el tercer año de su reinado, en que «las buenas costumbres se olvidaron y la gente se entregó a todo tipo de vicios», cuando «no hubo amanecer durante veinte horas». Es decir, la noche no terminó cuando tendría que haberlo hecho y la salida del Sol se retrasó durante veinte horas. Después de un gran lamento, de confesiones de los pecados, sacrificios y oraciones, el Sol apareció finalmente. Esto no pudo ser un eclipse: no fue que el Sol se viera oscurecido por una sombra. Además, ningún eclipse dura tanto, y los peruanos eran conocedores de estos eventos periódicos. El relato no dice que el Sol desapareciera; dice que no salió -«no hubo amanecer»-durante veinte horas. Fue como si el Sol, dondequiera que estuviera escondido, se hubiera parado de pronto.
Períodos de tiempo zodiacal invertido
Comprendemos muy bien que este tipo de catástrofe es colosal, pero ¿cuáles serán las consecuencias reales? ¿Cómo es posible describir científicamente el movimiento del Sol después de cada inversión de los polos?

¡El Sol no sólo se levantó en otra dirección, sino que también la Tierra alcanzó otra era! Y esto se produjo como consecuencia de que su corteza se deslizó sobre el núcleo al comenzar éste a girar en sentido opuesto. Una solución complicada aunque lógica.
Pero ¿cómo se lo comunicamos a nuestros descendientes? ¿Con qué medios es posible explicarles adecuadamente esto sin causar confusión?
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