AquA
Durante el tiempo que duró el relato, Paul, únicamente recibió el sonido del relator. A diferencia del viaje a través del espacio, ninguna imagen pudo ser percibida por sus sentidos. Rodeado de la más absoluta oscuridad, la voz del que se identificó como un explorador, desglosó mecánicamente los informes y al finalizar estos, el silencio se mezcló con la oscuridad. Pasó un angustioso tiempo de espera y poco a poco, comenzó a sentir una cierta sensación de ansiedad pero, cuando había tomado la decisión de intentar abrir su mano para dejar de presionar la esfera, la voz retornó lentamente de menos a más, volviendo a tomar el protagonismo de la situación sin embargo, esta vez, la voz no era la que había percibido con anterioridad. Casi de inmediato, el profesor identificó la voz. Sí, era Joval, el que hablaba y casi sin dar tiempo a salir de su sorpresa, comenzó un relato. -
Profesor, permita que mi voz le guíe a través de esta historia. Debe saber que tan solo usted tendrá acceso a esta información y que el Ba-R-tA, no responderá a ningún estimulo táctil que no sea el de su piel. Todo lo que ha sentido anteriormente, corresponde a un informe rutinario de un viajero del Universo pero, lo que sentirá a continuación de que yo le ponga en unos básicos antecedentes, sera el relato en primera persona del propio explorador quien sin esperarlo, se vio envuelto en una maravillosa historia que incumbe a una raza, que no era la suya, pero que marcó su relación con la historia del hombre actual en sus verdaderos orígenes -.
Al sentir las palabras de Joval, el historiador como poseído de una necesidad imperiosa de continuar recibiendo información, apretó con más fuerza la esfera y la narración continuó -. Durante millones de Ekras, los seres de luz, se desplegaron por los tres universos conocidos en busca de formas de vida inteligente con los que compartir conocimientos sobre todas las materias que componían los fundamentos del saber y de la tecnología. Fruto de aquellos intercambios fue la estrecha relación de diferentes razas con los originarios del planeta Phar-toN. Los navegantes atlantes informaron a sus aliados de luz, de la existencia de diferentes sistemas planetarios en los que pudiera albergarse vida. Uno de aquellos sistemas, era el de una estrella azul con un complejo planetario singular por la variedad en la composición de sus componentes que alternaba cuerpos sólidos y gaseosos de distintos volúmenes y densidades. Sin embargo, solo uno tenía la posibilidad de poseer lo que desde hacía mucho tiempo, el Señor de La Luz buscaba, una forma sólida de vida que albergara en su interior la obra maestra de la creación, un cerebro analítico pero con capacidad onírica, y en su búsqueda, ahora le tocaba el turno al diminuto planeta AquA – tras una mínima pausa, la narración continuo -
Al sentir las palabras de Joval, el historiador como poseído de una necesidad imperiosa de continuar recibiendo información, apretó con más fuerza la esfera y la narración continuó -. Durante millones de Ekras, los seres de luz, se desplegaron por los tres universos conocidos en busca de formas de vida inteligente con los que compartir conocimientos sobre todas las materias que componían los fundamentos del saber y de la tecnología. Fruto de aquellos intercambios fue la estrecha relación de diferentes razas con los originarios del planeta Phar-toN. Los navegantes atlantes informaron a sus aliados de luz, de la existencia de diferentes sistemas planetarios en los que pudiera albergarse vida. Uno de aquellos sistemas, era el de una estrella azul con un complejo planetario singular por la variedad en la composición de sus componentes que alternaba cuerpos sólidos y gaseosos de distintos volúmenes y densidades. Sin embargo, solo uno tenía la posibilidad de poseer lo que desde hacía mucho tiempo, el Señor de La Luz buscaba, una forma sólida de vida que albergara en su interior la obra maestra de la creación, un cerebro analítico pero con capacidad onírica, y en su búsqueda, ahora le tocaba el turno al diminuto planeta AquA – tras una mínima pausa, la narración continuo -
Las otras especies, conocían a los seres de luz como “Los hijos de las estrellas”. Toda su tecnología se basaba en la capacidad única, en todos los universos conocidos, de transformar y proyectar su energía. El Señor de Phar-ton, Ish-rÁ, era sin embargo, el único ser de aquel mundo que nació con este poder y el resto de sus hermanos de cuna planetaria, pocos en número, tenían asignadas misiones de distinto nivel a la que se dedicaban de forma exclusiva. Por su especial composición, no quedaban, a diferencia de otras razas, expuestos a ningún tipo de variación de temperatura ni de atmósfera y su ciclo vital, solo podía ser interrumpido si quedaban sometido a una alta exposición de la energía de Fuer-Si-oN -.
Ahora – siguió diciendo Joval – será el propio explorador Da-neL, quien continué la narración. Espero que la privilegiada información que va a recibir, cambie sus conceptos de la historia y pueda darle un autentica y no manipulada visión de lo que sucedió en el origen del actual ser humano y su extraordinario salto evolutivo. Ha sido un honor conocerle profesor Paul, y créame que si Mi Señor Ish-rÁ lo ha elegido para recibir tan extraordinario privilegio, debe de ser usted, un híbrido muy especial. Hasta siempre. - De nuevo, el silencio y la oscuridad se adueñaron de los sentidos de Paul hasta que, en muy poco tiempo la voz del explorador regresó.
Mi Señor, me pide que a partir de ahora, deje de redactar los informes de exploración cumpliendo las normativas de la Semmia de los planetas. Él desea que realice un registro de todo aquello que vaya descubriendo y que exponga todas mis apreciaciones de forma directa y en primera persona. Es para mí, un extraordinario privilegio contar con la confianza expresa de Mi Señor. Jamás un explorador del círculo de Tro-noS, obtuvo tal honor. Acumularé toda la información posible y la trasladaré directamente a nuestro líder. Comenzaré mi relato cuando llegue la Pre-vA, hasta entonces, me limitaré a contemplar la extraordinaria belleza natural del entorno del campamento y de aquellos seres que se acercan con gran curiosidad a él.
Con la llegada del Pre-vá y los exploradores que en ella viajan, comenzará nuestra labor en el planeta. Viajaremos por separado y cada uno registrando información exacta de las regiones que iremos visitando. Al término de nuestras observaciones, nos reunimos en el punto escogido como centro operativo, la base que he denominado Pa-rá-dei-soS, pues es así como he percibido al planeta AquA en su conjunto debido a su extraordinaria belleza .
Pasaremos mucho tiempo acumulando información sobre todas las especies que vayamos descubriendo así como de las características físicas y atmosféricas del planeta. El resultado de las exploraciones y siguiendo las claras directrices de Nuestro Señor las acumularé personalmente y procederé a dar cuenta de ellas a nuestro líder.
El hallazgo de restos óseos de grandes dimensiones nos ha llamado poderosamente la atención. Comparamos dichos hallazgos con los seres que continuamente podemos observar y no hemos conseguido encontrar una relación viable entre ellos excepto en su base común de carbono. Después de analizar aquellos restos, llegamos a la conclusión de que prácticamente todos viajaron a la Rab-nuN de Os-I-riS por una sobre-exposición de la energía de Fu-er-sioN.
La situación de nuestra base Pa-rá-dei-soS junto a un pequeño mar situado dentro de una gran masa sólida, nos permite descubrir constantemente nuevas formas de vida pero, hemos encontrado a unos seres que forman pequeños grupos y hemos observar que son constantemente acosados por otros de mayor volumen y más veloces que los utilizan de forma habitual como alimento. Llamó poderosamente nuestra atención el hecho de su escaso número y que a diferencia de otros, se erguían para desplazarse sobre sus extremos traseros y para tomar alimentos de los seres vegetales.
La situación de nuestra base Pa-rá-dei-soS junto a un pequeño mar situado dentro de una gran masa sólida, nos permite descubrir constantemente nuevas formas de vida pero, hemos encontrado a unos seres que forman pequeños grupos y hemos observar que son constantemente acosados por otros de mayor volumen y más veloces que los utilizan de forma habitual como alimento. Llamó poderosamente nuestra atención el hecho de su escaso número y que a diferencia de otros, se erguían para desplazarse sobre sus extremos traseros y para tomar alimentos de los seres vegetales.
Constatamos que el efecto del giro planetario, afecta a la mayoría de seres cuando la masa del planeta donde se encuentran deja de recibir la luz de su estrella, produciendo en ellos, un aletargamiento que suele durar hasta que la luminosidad regresa al lugar.
Cuando nuestra presencia es detectada por la mayoría de especies, estos huyen de forma inmediata o se ocultan en cualquier lugar que les proteja de nuestra luz. En una ocasión, he podido acercarme a dos de aquellos débiles seres que se encontraban aletargados y que, al percibir mi presencia, quedaron totalmente inmóviles y con su cabeza pegada a la vegetación. Después de unos instantes, me alejé a cierta distancia de ellos, pero seguían sin moverse. Durante un tiempo permanecieron totalmente estáticos, lo que les convirtió en presa fácil para un grupo de depredadores que se encontraban próximos al lugar y que, percibiendo aquella ventajosa situación, se abalanzaron sobre ellos.
Comprendí que, a causa de mi presencia y el efecto que había producido en ellos, los dos seres no tenían ninguna posibilidad de huir ante el ataque de sus atacantes cuando, de repente, el de mayor tamaño, se alzó sobre sus extremidades traseras y comenzó a emitir escalofriantes sonidos que procedían de su interior mientras que, el de menor tamaño, se protegía atemorizado entre las extremidades inferiores del que hacia, de alguna manera, frente a los que les atacaban. No tenían ninguna opción de sobrevivir pero, al ver la acción desesperada del más grande por proteger la vida de ambos, sentí la necesidad de intervenir en defensa de aquellas criaturas contraviniendo las ordenes de no influir en la vida nativa del planeta sin embargo, en su acción, demostraron un primario instinto de solidaridad que no había percibido hasta entonces en otras especies. Envolví con mi manto de luz a los dos seres y los llevé conmigo a Pa-rá-dei-soS.
Somos una raza de luz, una especie única en todos los universos conocidos. Nuestras emociones son puras. Siempre hemos existido, pero somos pocos. Exploramos y enseñamos a los que se encuentran preparados para recibir nuestra luz. Mi Señor Ish-rÁ, tiene la convicción de que, en el planeta AquA, en una de sus especies sólidas, puede hallarse la obra maestra de la creación pero ellos, por si solos, no sean capaces de activar para dar un salto evolutivo, todo su extraordinario poder.
Cuando Nuestro Señor supo de mi decisión de llevar a los dos ejemplares a Pa-rá-dei-soS, quedó muy contrariado pues no debemos intervenir en ningún proceso de los ciclos de vida de los planetas que exploramos y sólo en caso de percibir voluntad libre de aceptar nuestros conocimientos por parte de una raza, nos convertimos en Ra-izi-eL y proyectamos nuestra luz sobre ellos. Pero, como sospechaba de la posible existencia en AquA de aquellos portadores del tesoro de los universos, aceptó mi decisión.
Mi Señor Ish-rÁ, indicó como proceder ante el hecho consumado y los dos seres quedaron protegidos por una cúpula de energía, con espacio suficiente para que desarrollaran sus vidas y en la cual tuvieran alimentos que ellos mismos recolectaran.
Cuando nuestra presencia es detectada por la mayoría de especies, estos huyen de forma inmediata o se ocultan en cualquier lugar que les proteja de nuestra luz. En una ocasión, he podido acercarme a dos de aquellos débiles seres que se encontraban aletargados y que, al percibir mi presencia, quedaron totalmente inmóviles y con su cabeza pegada a la vegetación. Después de unos instantes, me alejé a cierta distancia de ellos, pero seguían sin moverse. Durante un tiempo permanecieron totalmente estáticos, lo que les convirtió en presa fácil para un grupo de depredadores que se encontraban próximos al lugar y que, percibiendo aquella ventajosa situación, se abalanzaron sobre ellos.
Comprendí que, a causa de mi presencia y el efecto que había producido en ellos, los dos seres no tenían ninguna posibilidad de huir ante el ataque de sus atacantes cuando, de repente, el de mayor tamaño, se alzó sobre sus extremidades traseras y comenzó a emitir escalofriantes sonidos que procedían de su interior mientras que, el de menor tamaño, se protegía atemorizado entre las extremidades inferiores del que hacia, de alguna manera, frente a los que les atacaban. No tenían ninguna opción de sobrevivir pero, al ver la acción desesperada del más grande por proteger la vida de ambos, sentí la necesidad de intervenir en defensa de aquellas criaturas contraviniendo las ordenes de no influir en la vida nativa del planeta sin embargo, en su acción, demostraron un primario instinto de solidaridad que no había percibido hasta entonces en otras especies. Envolví con mi manto de luz a los dos seres y los llevé conmigo a Pa-rá-dei-soS.
Somos una raza de luz, una especie única en todos los universos conocidos. Nuestras emociones son puras. Siempre hemos existido, pero somos pocos. Exploramos y enseñamos a los que se encuentran preparados para recibir nuestra luz. Mi Señor Ish-rÁ, tiene la convicción de que, en el planeta AquA, en una de sus especies sólidas, puede hallarse la obra maestra de la creación pero ellos, por si solos, no sean capaces de activar para dar un salto evolutivo, todo su extraordinario poder.
Cuando Nuestro Señor supo de mi decisión de llevar a los dos ejemplares a Pa-rá-dei-soS, quedó muy contrariado pues no debemos intervenir en ningún proceso de los ciclos de vida de los planetas que exploramos y sólo en caso de percibir voluntad libre de aceptar nuestros conocimientos por parte de una raza, nos convertimos en Ra-izi-eL y proyectamos nuestra luz sobre ellos. Pero, como sospechaba de la posible existencia en AquA de aquellos portadores del tesoro de los universos, aceptó mi decisión.
Mi Señor Ish-rÁ, indicó como proceder ante el hecho consumado y los dos seres quedaron protegidos por una cúpula de energía, con espacio suficiente para que desarrollaran sus vidas y en la cual tuvieran alimentos que ellos mismos recolectaran.
Aquella zona dedicada a ellos, fue denominada E-de-eN y quedó bajo la protección de uno de los Quer-ubiN que llegaron con el Pre-vA. A mi, me fue asignada la labor de estudiar su composición orgánica y hábito de comportamiento con la condición expresa de informar de todo lo que fuera descubriendo de forma inmediata a Nuestro Señor.
Poco a poco, fueron aceptando mi presencia. A medida que observaba sus comportamientos, más me fascinaba la relación que existía entre ellos. El estudio de su disposición orgánica, indicó de inmediato unas diferencias muy marcadas entre ambos. Llamé a la especie Ho-ma-doS pues utilizaban las extremidades superiores para alimentarse y relacionarse, existiendo una clara diferencia entre ellos que los convertía en dos seres distintos dentro de una misma especie.
Poco a poco, fueron aceptando mi presencia. A medida que observaba sus comportamientos, más me fascinaba la relación que existía entre ellos. El estudio de su disposición orgánica, indicó de inmediato unas diferencias muy marcadas entre ambos. Llamé a la especie Ho-ma-doS pues utilizaban las extremidades superiores para alimentarse y relacionarse, existiendo una clara diferencia entre ellos que los convertía en dos seres distintos dentro de una misma especie.
Sin embargo, el momento más especial durante mi estudio, fue cuando descubrí , dentro del ejemplar de menor tamaño, la existencia de otro ser vivo y cuando al poco tiempo un nuevo ser procedente de éste se sumó a los dos que ya existían comprendí como se multiplicaban la mayoría de las especies del planeta.
Después de informar de todo ello a Mi Señor, y obtener su autorización, llamé al más grande Des-A-daN "el que protege" y al más pequeño Des-E-vA "el que crea vida".
Después de informar de todo ello a Mi Señor, y obtener su autorización, llamé al más grande Des-A-daN "el que protege" y al más pequeño Des-E-vA "el que crea vida".
Pasó poco tiempo hasta que Des-E-vA creó un nuevo ser. Los Des-A-daN pequeños y para poder distinguirlos fueron llamados Do-ye-caíN el primero y Do-ye-dabeL el segundo. Sin embargo en pocos ciclos de luz y sombra y alertado por el Quer-ubiN, pude observar que Des-E-evA, quedó inmóvil en un lugar que no acostumbraba a utilizar para aletargarse y ya no se movió de allí. Los tres Des-A-daN, rodearon el cuerpo inerte. Mientras que el más grande comenzó a golpearse en la cabeza, los más pequeños intentaban conseguir alimento en las zonas del cuerpo de Des-E-vA donde habitualmente lo hacían. Los Des-A-daN entrelazaron sus cuerpos cubriendo al inerte de Des-E-va y así quedaron durante mucho tiempo mientras que sus quejidos pudieron oírse por todo E-de-eN. El más pequeño, Do-ye-dabeL, dejó de moverse en pocos ciclos.
Al quedar solos los dos Ho-ma-doS, informé a Mi Señor AshrÁ de lo sucedido, recibiendo la orden de ir en busca de todos los seres de la misma especie que pudiera encontrar y llevarlos a E-de-eN.
Inmediatamente, los exploradores comenzamos a buscar por todo el planeta a los seres de la especie que pudieran quedar. Durante 666 ciclos, mantuvimos la búsqueda y al finalizar la misma y con la certeza de haber explorado todos los rincones posibles (menos en el agua), conseguimos encontrar en todo AquA un total de nueve Hu-man-doS, cinco Des-E-evA y cuatro Des-A-daN que presentaban diferentes tonos de piel pero que correspondían a la misma especie y que eran los últimos que quedaban. Todos fueron llevados a E-de-eN
Durante tiempo inmemorial, Mi Señor AshrÁ, tuvo la convicción que en algún lugar de los universos visibles e invisibles, encontraría una especie que permitiría tener en su forma solida las capacidades de nuestra raza de luz localizada en su cerebro a fin de prolongar nuestros conocimientos sin depender de la vida de una estrella que, al colapsarse (como sucederá con la nuestra), devorará a nuestro planeta madre y pondrá fin a nuestra existencia como especie, debido a la imposibilidad que tenemos de existir más allá de la existencia de nuestra cuna de luz. El descubrimiento casual en el planeta AquA de los Hu-man-doS y la extraordinaria creación situada en sus cabezas, determinó a Mi Señor la certeza de haber encontrado la especie sólida tan ansiada y que había llegado el momento de iniciar la creación de un ser superior a los existentes en el planeta Azul. La nueva especie mutada pasaría a llamarse Hu-man-dos-apienS, y la base virgen de su capacidad para conocer, sería hecha a imagen y semejanza de Nuestro Señor AshrÁ, su creador.
Después de la minuciosa búsqueda de seres Hu-man-doS, regresamos a Pa-rá-dei-soS con los pocos que habíamos hallado y procedimos a llevarlos a E-de-eN. Realmente, de haber tardado un poco más en rescatarlos, la especie Hu-man-doS, habría desaparecido de la faz del planeta.
Con la llegada de los nuevos, pude observar el comportamiento extraño y agresivo que presentaban Des-A-daN y Do-ye-caíN con los recién llegados al punto que estos se ubicaron en una zona apartada y agrupados con claros síntomas de temor. Grande fue mi sorpresa cuando el Quer-ubiN me informo que al poco de partir en busca de nuevos Hu-man-doS, comenzaron a tener un comportamiento violento y que llegaron a alimentarse de los cuerpos inertes de Des-E-vA y de Do-ye-dabeL hasta no quedar más que la base osea de estos. Tal echo, me llevo a informar a Nuestro Señor de lo sucedido y la noticia causó un gran desasosiego en él.
Tardó un tiempo en ordenarme como proceder y cuando lo hizo, me llenó de tristeza su decisión. Consideró impropio para la nueva especie que se disponía a crear, la marca genética que representaba el comportamiento agresivo pero sobre todo, el echo de haberse alimentado de los de su misma especie. Muy a mi pesar y siguiendo siempre sus ordenes, procedí a sacar a Des-A-adáN y a Do-ye-caíN de E-de-eN para después y por orden expresa de Mi Señor AshÁ, ser expulsados de Pa-rá-dei-soS como castigo por su impuro comportamiento y dejados a su suerte para que vagaran eternamente por AquA como forma de redención de su pecado.
Después de la minuciosa búsqueda de seres Hu-man-doS, regresamos a Pa-rá-dei-soS con los pocos que habíamos hallado y procedimos a llevarlos a E-de-eN. Realmente, de haber tardado un poco más en rescatarlos, la especie Hu-man-doS, habría desaparecido de la faz del planeta.
Con la llegada de los nuevos, pude observar el comportamiento extraño y agresivo que presentaban Des-A-daN y Do-ye-caíN con los recién llegados al punto que estos se ubicaron en una zona apartada y agrupados con claros síntomas de temor. Grande fue mi sorpresa cuando el Quer-ubiN me informo que al poco de partir en busca de nuevos Hu-man-doS, comenzaron a tener un comportamiento violento y que llegaron a alimentarse de los cuerpos inertes de Des-E-vA y de Do-ye-dabeL hasta no quedar más que la base osea de estos. Tal echo, me llevo a informar a Nuestro Señor de lo sucedido y la noticia causó un gran desasosiego en él.
Tardó un tiempo en ordenarme como proceder y cuando lo hizo, me llenó de tristeza su decisión. Consideró impropio para la nueva especie que se disponía a crear, la marca genética que representaba el comportamiento agresivo pero sobre todo, el echo de haberse alimentado de los de su misma especie. Muy a mi pesar y siguiendo siempre sus ordenes, procedí a sacar a Des-A-adáN y a Do-ye-caíN de E-de-eN para después y por orden expresa de Mi Señor AshÁ, ser expulsados de Pa-rá-dei-soS como castigo por su impuro comportamiento y dejados a su suerte para que vagaran eternamente por AquA como forma de redención de su pecado.
Con la expulsión de Pa-rá-dei-soS de Des-A-adáN y de Do-ye-caíN por el terrible acto que cometieron, Mi Señor AshrÁ se dispuso a realizar la intervención genética que mutaría a los Hu-ma-doS en Hu-ma-dos-apienS y para ello tomó la decisión de proyectarse en dirección a AquA. No vino solo y le acompañó un miembro del circulo de Phar-A-oN que sería el encargado de llevar la nueva especie a su tierra prometida y llamado, Nar-meR. Los miembros del círculo de Phar-A-oN, son instruidos por Mi Señor, para que gobiernen en sus inicios, las colonias que Mi Señor ha creado en infinidad de mundos y que tras un tiempo prudencial se aparean con uno de aquella especie y crean linajes que continuarán su labor. Otro que también acompañó a Mi Señor AshrÁ, fue Luz-E-feL del circulo de Guar-dA, que tendría la misión de tutelar en la nueva colonia la memoria eterna del Padre Creador.
La fascinación que ejercía sobre Mi Señor aquellas básicas criatura, se basaba, fundamentalmente, en el elemento que estos tenían dentro de sus cabezas y cuyo mecanismo analítico y onírico, no existía en ninguna especie sólida que él hubiera conocido jamás. Pudimos comprobar, que en la fase de aletargamiento, su complejo cerebro, continuaba funcionando de una forma extraordinaria. Ningún ser sólido poseía esta capacidad y por ello, se propuso crear una obra maestra a partir de un ser simple con base de carbono pero con un poder extraordinario si éste era activado. Los nueve últimos seres que quedaban y que pudimos llevar a Pa-ra-dei-soS, se encontraban separados unos de otros para evitar que se relacionaran entre ellos y que pudiera repetirse otro acto impuro que malograra tan extraordinario proyecto.
Observó con gran detenimiento a los Hu-ma-doS y mantuvo conexión mental prolongada con cada uno de ellos. La satisfacción que expresó Mi Señor al corroborar el enorme poder que estos simples seres atesoraban en sus cabezas, decidieron finalmente el futuro de la nueva especie. Durante seis ciclos de día y noche, los aletargados seres recibieron en sus cerebros un torrente de luz como jamás se había proyectado antes en ninguna otra especie, al punto que, una vez finalizado el proceso, Mi Señor AshrÁ, tomó la decisión de que, el séptimo ciclo de día y noche, lo pasaría descansando del enorme agotamiento que el derroche de su poder le causó y quedó contemplando con infinita satisfacción su obra maestra, la nueva y superior especie, los Hu-ma-dos-apienS.
La fascinación que ejercía sobre Mi Señor aquellas básicas criatura, se basaba, fundamentalmente, en el elemento que estos tenían dentro de sus cabezas y cuyo mecanismo analítico y onírico, no existía en ninguna especie sólida que él hubiera conocido jamás. Pudimos comprobar, que en la fase de aletargamiento, su complejo cerebro, continuaba funcionando de una forma extraordinaria. Ningún ser sólido poseía esta capacidad y por ello, se propuso crear una obra maestra a partir de un ser simple con base de carbono pero con un poder extraordinario si éste era activado. Los nueve últimos seres que quedaban y que pudimos llevar a Pa-ra-dei-soS, se encontraban separados unos de otros para evitar que se relacionaran entre ellos y que pudiera repetirse otro acto impuro que malograra tan extraordinario proyecto.
Observó con gran detenimiento a los Hu-ma-doS y mantuvo conexión mental prolongada con cada uno de ellos. La satisfacción que expresó Mi Señor al corroborar el enorme poder que estos simples seres atesoraban en sus cabezas, decidieron finalmente el futuro de la nueva especie. Durante seis ciclos de día y noche, los aletargados seres recibieron en sus cerebros un torrente de luz como jamás se había proyectado antes en ninguna otra especie, al punto que, una vez finalizado el proceso, Mi Señor AshrÁ, tomó la decisión de que, el séptimo ciclo de día y noche, lo pasaría descansando del enorme agotamiento que el derroche de su poder le causó y quedó contemplando con infinita satisfacción su obra maestra, la nueva y superior especie, los Hu-ma-dos-apienS.
Continuará.......................
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