El hecho llega a ser incuestionable una vez que estudias a Sitchin. El destaca que la NASA ha localizado un objeto negro masivo al Sur del cielo, y la reactivación reciente de los telescopios en Argentina y Chile parece indicar un interés renovado en esa parte de los cielos. Asimilar todos los descubrimientos esta realmente más allá de la capacidad de una persona sola; sin embargo, un equipo dedicado podría reunir toda la información relevante.
Aunque la información sería clasificada necesariamente como de alto secreto, Sitchin de hecho ha dispuesto todos los secretos en las Crónicas de la Tierra. Ahora depende de nosotros revisar nuestro propio entendimiento de quienes somos los humanos como especie para poder, como dice Sitchin, “estar más preparados cuando los Anunnaki lleguen.”
Muchos de nosotros nunca viajaremos por todo el mundo para visitar los observatorios antiguos.
Sin embargo, Sitchin lo ha hecho, y lo que ha encontrado en relación con el emplazamiento de estos observatorios sobre la superficie de la Tierra también es asombroso. Todos los observatorios están inclinados hacia el hemisferio Sur. También están sobre la misma latitud Terrestre. En su último libro, aprendemos que muchos de estos observatorios miden la salida y puesta exacta del sol y la luna con una precisión no conseguida por los equipos modernos de medida.
Los campos de la astronomía y de la astrología se hacen plenamente comprensibles gracias a Sitchin, que muestra que el concepto de “Tiempo Divino” era algo que estos sacerdotes astrónomos antiguos crearon para predecir la llegada de sus creadores. Inverosímil, seguro, pero cuando la lógica y la paciencia se aplican a las conclusiones de Sitchin, uno se da cuenta de que la humanidad ha sido engañada con respecto a nuestros verdaderos orígenes.
La investigación biomédica es especialmente fascinante. Nuestra estructura del ADN es como una cápsula de contacto de liberación temporal. Cuando fuimos programados originalmente, nuestra estructura del ADN básica fue limitada a una cadena de doble hélice. El mecanismo disparador que nos permite funcionar como lo hacemos es influenciado por la radiación estelar.
Ahora estamos en un lugar de la órbita alrededor de nuestra galaxia central donde las radiofrecuencias del centro de la galaxia, como también las de otros sistemas estelares, nos están comunicando nueva información. La liberación de esta información, de acuerdo con Sitchin, coincide con la nueva llegada del 12º planeta.
El intento del gobierno de construir un Laboratorio Espacial Freedom estará dirigido a descubrir el paradero de Nibiru (el 12º planeta).
La gran pregunta es, por supuesto, ¿que pensarán estos seres que nosotros hemos confundido con dioses de nosotros ahora?
En el pasado no nos fueron garantizados los mismos poderes que ellos tenían, pero como resultado de miles de años de evolución genética, de alguna manera hemos llegado a ser como dioses.
La mayoría de las lenguas antiguas han sido descifradas ahora, y las 22 cartas Hebreas han resultado contener información basada en sistemas de generación de luz. Nuestra comprensión de los campo de fuerza toroidales, las series de fibonacci, fractales y los espacios vectoriales topológicamente abiertos han sido expresados en el lenguaje de las matemáticas.
Los campos estelares empiezan a parecerse más a documentos generados por ordenador que a puntos de luz al azar en el cielo nocturno.
Si hay algo que Sitchin ha conseguido definitivamente, ha sido expandir la imaginación humana.
Las culturas legendarias de Atlántida y Lemuria ya no parecen fantásticas, sino los esfuerzos de otras razas para sobrevivir en el planeta Tierra. El proyectoSETI, la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre de manera oficial por el gobierno ha sido cancelada, y después reanudada por un consorcio de empresas privado.
La más reciente Sonda Marciana desapareció completamente.
La respuesta dada a estos enigmas es insatisfactoria cuando se contrapesan con la evidencia de que otra raza va a visitar nuestro planeta, como aparentemente ha hecho muchas veces en el pasado. Recordad, a la Tierra le lleva un año orbitar alrededor del sol. Según Sitchin a Nibiru le lleva 3,600 años. Por lo tanto, un año para los Nibiruanos es igual que 3,600 años terrestres.
El ha completado toda su investigación, según dice, para prepararnos, a la raza humana, para el retorno de nuestros creadores. El trabajo de Zecharia Sitchin es sin duda la cosmología de mentalidad más abierta disponible hasta la fecha.
Además, aparece insustituible académicamente.
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