

Para el investigador André Douzet, la cosa está clara:
“La madera verde simboliza la vida, la flexibilidad, la renovación en ningún caso la muerte. Si hubieran querido simbolizar la resurrección, en este caso la iglesia posee otro simbolismo que es el brote”
En opinión de este historiador, la madera verde simboliza la vida porque nunca se produjo la muerte, es una clave: Jesucristo no murió en la cruz y por eso no pudo resucitar.
Policarpe de la Riviere, prior de la Cartuja de Santa Cruz a principios del s. XVII, había descubierto esto mismo casi tres siglos antes que el abate Saunière. De la Riviere recoge en sus manuscritos que un día descubrió el secreto de Santa Cruz gracias a la sombra de una estatua que le señalaba algo en el suelo. A partir de ahí su vida cambiará radicalmente y no cesa hasta conseguir ser nombrado prior de la Cartuja de Bonpase, muy cerca de Avignon que era una de las posesiones templarias entregadas a órdenes religiosas, en particular a los cartujos. Ahí pudo Policarpe de la Riviere tener acceso a otros elementos de esta trama que pudieran haber estado en poder de los templarios.
Un día De la Riviere anuncia que está escribiendo una obra en varios volúmenes en la que explica la verdadera historia de la iglesia y de la realeza francesa. Roma envía superiores para convencer a Policarpe de la Riviere que desista de su empeño. ¿Por qué? Sólo cabe una explicación: la Iglesia católica se siente seriamente amenazada. Policarpe es expulsado de la orden y sus documentos incautados. Policarpe de la Riviere ha de huir y desaparece con un secreto que no revelará nunca.
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