octubre 31, 2012

ABAD SAUNIÉRE EN ESPAÑA.......












Nuevos interrogantes al desvelar que Berenger Saunière, el cura de Rennes, estuvo en la Península ibérica. Hemos seguido su pista . Por qué castellanizó Saunière el nombre de su iglesia en Rennes-le-Château? ¿Por qué razón estampó el nombre de María Magdalena sobre la clave de bóveda del pórtico y no el de Marie Madeleine como correspondería en francés?Es evidente que para un cura tan aficionado a los acertijos, éste no es un detalle banal. Seguro que oculta alguna pista; como el demonio cojo que sostiene la pila bautismal de la capilla, las rosas y las cruces del tímpano de la iglesia o el suelo ajedrezado del interior.Se trata sin duda de una clave más, relacionada con lo que le tocó vivir a partir de 1891, cuando el cura halló «por casualidad» unos misteriosos pergaminos en la pila del altar y se volvió rico y poderoso.¿Qué hacía Saunière en Toledo y Andalucía? Su itinerario, reconozcámoslo, guarda relación con quienes fueron también señores de sus dominios territoriales: los visigodos.En el 410, el rey Alarico saqueó Roma y se hizo con los tesoros del templo de Salomón robados por el emperador Tito. Después viajó a las Galias donde, seguramente, enterró una parte.Pero el grueso del botín acompañaría a los visigodos en su huída de los francos hacia el sur, pasaría por Barcelona y más tarde sería guardado en la mítica «Cueva de Hércules» de Toledo.Desde allí llegaría la Mesa de Salomón a Medinaceli, para salvarla del saqueo de Tarik. Según la leyenda, este es el motivo de que la localidad fuera llamada Medina Talmeida (Ciudad de la Mesa) y Medina al Shelim (Ciudad de Salomón).A partir de entonces se pierde la pista a la valiosa reliquia. El historiador Juan Eslava Galán supone que los árabes se la enviaron al califa de Oriente, pero la Mesa se perdió por el camino… en tierras de Jaén.Y lo que son las cosas, en la capital jienense hallamos a varios religiosos que gastaron a manos llenas y dejaron soluciones arquitectónicas repletas de símbolos iniciáticos.Cabe destacar a tres: el Condestable Iranzo; el canónigo de la catedral, Muñoz Garnica; y el obispo de Jaén, Alonso Suárez de la Fuente del Sauce que, curiosamente, plagó su diócesis de Magdalenas y símbolos de la Diosa primordial.Saunière seguía los pasos de Suárez que, ineludiblemente, le acercarían al barrio judío de Jaén. Allí visitaría una humilde casa conocida como «de las almenas».Debe su nombre al relieve que hasta los años cincuenta presentaba en su dintel, un rectángulo quebrado por una línea que también está presente en los muros exteriores de la Torre Magdala, en Rennes-le-Château. ¿Casualidad? Ni mucho menos. La «casa de las almenas» fue, según la tradición, vivienda de Hasday Ben Chaprut, un sanador judío, iniciado en los misterios de la Cábala. 
Según Nicholas Wilcox el relieve del dintel, reproducido también en el castillo de Víboras, en Jaén, no es más que un anagrama de la Mesa de Salomón.Hay otro dato significativo que se relaciona con la iglesia de Rennes-le-Château. Me refiero a la inscripción terribilis locus iste est (este lugar es terrible) que se halla en la iglesia de Villanueva de la Reina, en el valle del Guadalquivir y que, lógicamente, es anterior a la que hay en Rennes.Se trata de un emplazamiento que, según el último libro de Wilcox, Los templarios y la Mesa de Salomón, está vinculado con el tesoro del rey sabio. ¿La copió Saunière de allí por alguna razón?Pero no hay que tomar estos datos al pie de la letra. Wilcox sostiene que la Société de l’Orient Latin, fundada por el Priorato de Sión, habría mandado a Antoine Bigou hasta Andalucía para buscar la denominada piedra del Letrero: una roca silícea en la que los custodios de la Mesa de Salomón rasparon los dibujos que había en ésta…

No hay comentarios:

Entradas populares