"El 14 de Abril de 1912, durante la travesía Southampton-Nueva York, se hundió el más hermoso, grande y rápido transatlántico construido hasta entonces: el "Titanic". El buque, considerado como algo insumergible, chocó contra un iceberg." Aunque algunas de las cancelaciones de billetes son explicables por diversas causas, el factor premonitor no conviene ser desechado en otras. Llevados por un impulso irracional, varios pasajeros anularon su reserva pocos días antes de la partida; otros se negaron a embarcar en el último momento, pese a lo costoso de los pasajes. Resulta increíble, por ejemplo, que el propio dueño de la naviera White Star, J. P. Morgan, que acostumbraba a viajar en todas y cada una de las travesías inaugurales de sus barcos, se negara rotundamente y sin razón aparente a embarcar en el primer trayecto que realizaba el estandarte de su compañía, el mejor barco del momento.Otro caso que no deja de ser inquietante es el de lord Gird, el máximo mandatario de la Harland & Wolff, empresa constructora de grandes buques de cuyos astilleros en Belfast había salido el Titanic. Al igual que Morgan, también se negó a partir en la mayor obra de su vida profesional, cuando usualmente solía hacerlo en todas sus construcciones .
Pero quizás el suceso más llamativo lo protagonizó el acaudalado matrimonio Wanderbrigth. El mayordomo y el ama de llaves que les acompañaban habían llegado antes a los camarotes de primera clase con el propósito de acondicionar el elevado número de maletas y baúles que sus señores portaban. Sin embargo, diez minutos antes de que el barco zarpara decidieron renunciar a sus billetes, abandonando equipaje y sirvientes sin dar explicación alguna ni avisar a estos últimos de la incomprensible decisión que habían tomado, de forma tan inesperada como emocionalmente imperiosa.Los medios de comunicación de todo el mundo se hicieron eco de la sensacional noticia: el barco más grande jamás construido, el insumergible Titanic, yacía a casi cuatro mil metros de profundidad.
Ello explicaría por qué las expediciones que en los últimos años han intentado llegar al barco siniestrado han concluido que la enorme grieta provocada por el iceberg jamás existió. En su lugar se han hallado cinco círculos de casi 50 centímetros cada uno bajo la línea de flotación del barco. Con que tan sólo uno de ellos estuviera sobre dicha línea, posiblemente el Titanic se hubiera salvado.
Coincidencias, casualidades, ironías del destino... Lo cierto es que el naufragio del Titanic dejó tras de sí una larga lista de preguntas sin respuesta: ¿Por qué, pese a los siete avisos de extremo peligro recibidos por la cabina del radiotelégrafo, la velocidad del Titanic no descendió en ningún momento? ¿Cómo es posible que de un lugar de tan difícil acceso como la cruceta de vigilancia desaparecieran los prismáticos, indispensables para el vigía, hasta el punto de que al carecer de ellos no pudo detectar el supuesto iceberg a tiempo? ¿Por qué un marino tan experto como el primer oficial Murdoch decidió realizar una maniobra suicida, estos es, invertir la marcha de las hélices en un barco de singulares características? ¿Cómo pudo permanecer el Titanic por espacio de 25 kilómetros en posición avanti un tercio en sus tres telégrafos de señales, después de que el Capitán ordenara arriar los botes? ¿A qué se debieron las extrañas anulaciones y la navegación a embarcar de personajes importantes en los momentos previos a a la partida del barco? ¿Cómo es posible que un novelista norteamericano describiera en forma tan fiel y detallada el hundimiento del trasatlántico catorce años antes de producirse? Se sabe que murieron mas de un millar de personas y se han hecho numerosas especulaciones acerca del motivo por el cual se hundió un transatlántico considerado el mas seguro del mundo. Lo que se conoce poco es que uno de los pasajeros ahogados, Lord Canterville, llevaba en el barco, cerca del puente de mando, la momia de una pitonisa que actuó durante el reinado de Amenofis IV. La misma tenia un brazalete con la siguiente leyenda: "Despierta de tu postración y el rayo de tus ojos aniquilara a todos aquellos que quisieron adueñarse de ti " .
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